Mostrando entradas con la etiqueta netflix. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta netflix. Mostrar todas las entradas

jueves, 26 de octubre de 2023

#SexEducation: Una decepcionante temporada final

En el pasado ya otras series tuvieron el mismo atrevimiento de “Sex Education” se presentar a adolescentes freneticos por el sexo, pero la diferencia con otras series como "Euphoria" o "Skins" era su tono más light y positivismo. Sí, abordaba temas difíciles, pero lo hacía de manera empática. Con ello se ganaron merecidos elogios, aunque cada uno de los halagos parecía retar a los productores y guionistas: "ser más empáticos", "ser más didácticos", "ser más wokes". Así, la tercera temporada marcó el comienzo de la decadencia de la serie hasta su temporada final. Si la cuarta temporada se siente extraña, apresurada y centrada más en los personajes nuevos, es porque los productores y guionistas no sabían que la cuarta temporada sería la última. La decisión de terminar la serie la tomó Netflix y no es realmente una sorpresa. Hay que tener en cuenta que la expectativa de vida de una serie de Netflix es de tres temporadas, las que han tenido más es gracias a su popularidad u otros factores. La decisión de la plataforma es razonable considerando que los protagonistas se volvieron estrellas y comenzaron a tener otros proyectos. Además, la mayoría ahora mismo con las justas pasan como adolescentes. 


¿Nueva especial, nuevo reboot?


Esta cuarta temporada “Sex Education” parecía ser un leve reboot introduciendo nuevos personajes como si fueran una “nueva generación” e incluso tenemos un cambio de escenario: pasamos de una escuela conservadora a una demasiado abierta y muy irreal. Se trata más de una fantasía utópica cuya mera existencia plantea problemas para la narrativa de la serie. ¿Si esta escuela siempre ha existido, por qué Eric no buscó estudiar allí antes? Y es que esta nueva escuela es lo que Eric buscaba desde la primera temporada; un lugar seguro que lo acepta tal como es, rodeado de gente de la comunidad LGTBQ+. Este paraíso woke representa lo que la serie quiere ser: un lugar lleno de discursos de aceptación, pero que no reconoce su propio mensaje. Y ese es un problema porque nadie quiere que le den lecciones constantemente. En las primeras temporadas, los consejos de Otis y Jean no eran sermones de aceptación ni lecciones de progresismo. Cada historia invitaba a la reflexión, pero lo hacía con sutileza. A partir de la tercera temporada, la serie adoptó un tono didáctico irritante. Entonces, cuando se anunció que varios personajes no regresarían para la última temporada, se pensó que sería porque el elenco era demasiado grande y la decisión, aunque dolorosa, haría que la serie se centre en sus protagonistas. Sin embargo, con la nueva temporada llegaron nuevos personajes, lo que no habría sido un problema si esta no fuera la última temporada. El público se quiere despedir de sus personajes favoritos y no va a encariñarse tanto con los nuevos que para colmo ocupan el espacio de otros personajes que habían sido sacados. Además, estos nuevos personajes se sienten escritos de manera bastante básica. Para una serie que predica que la sexualidad es fluida, busca etiquetar cada orientación. Los nuevos personajes parecen cumplir con todas las casillas de la diversidad y la comunidad LGTQ+, pero carecen de profundidad y la mayoría presenta una personalidad muy cliché. Siempre es importante recordar que un personaje o una persona es más que su orientación sexual. 



Cerrando historias 


La serie logró cerrar muy bien tres historias; la de Adam, la de Aimee y la de Maeve. Todas ellas tienen en común la aceptación para iniciar un proceso de sanación. La historia de Adam tiene una evolución que solo puede ser comparable con la de Jaime de Ted Lasso. Adam pasó de ser un bullying a ser uno de los favoritos del público. En esta última temporada casi estuvo aislado, pero le sirvió para conocerse a sí mismo, reconciliarse con sí mismo y también perdonar a su padre. Por su lado, Aimee, a través del arte, continúo lidiando con su trauma tras sufrir acoso en el bus y finalmente, Maeve sufrió la pérdida de su madre y decidió despedirse de Otis para perseguir sus sueños en Estados Unidos. La historia más interesante de esta temporada fue la de Eric cuyo dilema estuvo enfocado en tratar de conciliar su sexualidad y su religión. No obstante, aunque se trató de una historia bien desarrollada, presentando los desafíos de un hombre gay en una comunidad conservadora y cerrada, la serie exageró al colocar elementos fantasiosos como encuentros o alucinaciones con Dios. Eso no mella la historia, pero sí se siente fuera de lugar. 



¿Otis, el villano real? 


El punto de mayor controversia esta temporada ha sido ver a Otis como "el malo" de la serie. Según la creadora de la serie, Laurie Nunn, esta temporada explora el privilegio de Otis. No se puede decir que sea una historia jalada de los cabellos; Otis siempre fue un personaje egocéntrico y ensimismado en sí mismo, solamente que antes aprendía su lección. Pero... durante las cuatro temporadas hemos tenido la misma historia, Otis se centra en su propio drama, deja de lado a Eric, se pelea con él y luego se reconcilian en el nombre de la amistad. La última temporada no tiene el tiempo suficiente para “arreglar” al personaje, jamás asume las consecuencias de sus acciones, pero sí pide perdón a Eric. Ya parece un castigo bastante fuerte que no termine con Maeve como para seguir criticandolo, así que se le da un pase libre. 


El endgame 


Que Otis y Maeve no se queden juntos ha sido un shock para la generación actual, pero tiene sentido. Se trata de una bonita pareja, pero desde el inicio el endgame de Maeve era romper el ciclo del conformismo y salir del pueblo. Otis no tiene ese problema, como lo dijo la creadora, es un joven privilegiado que tras terminar la secundaria tendrá un buen futuro. Otis y Maeve estaban destinados a conocerse para que uno pueda aprender del otro, pero como pareja vimos que no eran lo suficientemente maduros para sostener una relación a larga distancia o largo plazo. Cuando creces, te das cuenta que hay personas que pasan por tu vida, te la marca, y después la vida continuará sin ellos. 




El legado de la serie 


Sin lugar a dudas, una mala temporada no puede borrar el impacto que "Sex Education" ha tenido en el mundo de las series. A Netflix le significó su primera serie para jóvenes exitosa, para sus protagonistas se trató de un trampolín a la fama, para Gillian Anderson, la volvió a poner en la cima y para esta generación es una de las mejores series que ha logrado plasmar las complejas relaciones de los jóvenes con un mensaje fundamental de tolerancia y aceptación. A pesar de sus altibajos, "Sex Education" representa las virtudes de esta nueva generación que busca abordar temas delicados con empatía y autenticidad. La última temporada puede haber sido decepcionante, pero no debemos olvidar el valioso legado que deja en su camino.

miércoles, 10 de marzo de 2021

#KimmyvsTheReverend: Selecciona tu aventura

En el 2018, la pionera de las plataformas de streaming, Netflix, decidió dar un paso más allá para diferenciarse por completo de su cada vez más incrementada competencia. Para esto, presentó con bombos y platinos un episodio interactivo de la serie del momento “Black Mirror” que prometía, en primera instancia, ser el futuro de las series. Por ese entonces, “Black Mirror”, una de las producciones distópicas más populares en los últimos tiempos, comenzaba a tropezarse con una piedra gigante llamada "realidad" y es que esa mirada sórdida y siniestra de futuro deshumanizado que nos presentaba en cada episodio, cada vez se sentía más como una advertencia y no como ciencia ficción hasta el punto que la serie fue sobrepasada por acontecimientos reales. En un mundo cada vez más “Black Mirror”, “Black Mirror” decayó en calidad, pero aun contaba con ese plus de brindarnos giros alucinantes que nos rompían la cabeza, por supuesto, eso fue antes que esos giros se transformaran en un cliché predecible. Entonces, el capítulo interactivo funcionaría en teoría porque iba involucrar al propio espectador. En otras palabras; el espectador tenía el poder y podía ser parte de ese truco mágico del giro inesperado. 





Pero la teoría es una cosa y la realidad es otra. 

Black Mirror: Bandersnatch”, el episodio interactivo de “Black Mirror”, se admira más por el esfuerzo de querer concretar una idea revolucionaria que al igual que los autos voladores en “Volver al Futuro”, anhelamos que algún día se den, pero que con los prototipos de autos voladores que tenemos en la actualidad, agradecemos que todavía sean solo una buena idea. Lo mejor que se puede decir de “Bandersnatch” es que se sintió como un videojuego sin acción donde lo más interesante era descubrir ese giro marca “Black Mirror”. La comparación con los videojuegos es más que apropiada, incluso la propia historia expresaba gritos ese paralelo; “Bandersnatch” giraba alrededor de Stefan Butler, un joven que comienza a trabajar en una compañía de videojuegos en los 80’s y que se obsesiona en desarrollar un videojuego donde el jugador tiene la opción de elegir su propio camino. Y los momentos en el que el espectador tenía que elegir entre una opción u otra era casi como poner pausa a al juego, literalmente, Stefan se quedaba como congelado. 




En marzo del 2018, Netflix anunció que “Unbreakable Kimmy Schmidt” también tendría su especial interactivo, el cual se estrenaría en el apocalíptico 2020. El especial de Kimmy Schmidt se dejó disfrutar mucho más que “Bandersnatch”. Ya sé, obviamente, dirán que son cosas diferentes, las dos series no podían ser más diferentes entre sí, pues, una es una comedia y el otro es el spoiler alert del mundo real y quizás ese sea el punto. “Bandersnatch” era demasiado serio como para que la interacción funcione y tal vez, eso explica por qué “Kimmy Schmidt vs El reverendo” no se siente como un videojuego, sino como lo que es; una comedia. En cuanto a historia, “Kimmy Schmidt vs El reverendo” seguía la aventura de Kimmy (Ellie Kemper) en busca de las otras mujeres que fueron secuestradas por el reverendo (Jon Hamm), días antes de casarse con el príncipe Frederick (Daniel Radcliffe). Si uno elegía que Kimmy se case en lugar de ir a salvar a las víctimas del reverendo, el especial interactivo terminaba rápidamente. Pero a diferencia de “Bandersnatch”, los momentos en donde el espectador tiene que escoger entre una acción u otra no son pausas sino guiños humorísticos.



De hecho, el humor y la propia historia estaba consciente que la interacción con el espectador es parte de la broma. Cada elección del espectador tenía como recompensa una excentricidad clásica de Kimmy Schmidt y si tomábamos la decisión “incorrecta”, pues, también éramos “corregidos” por los mismos personajes porque estábamos eligiendo algo que no estaba acorde con lo que conocemos de Kimmy, Titus, Jaqueline, Lilian, ect. Y si bien, el humor le da un plus, tampoco estoy diciendo que todo especial interactivo necesita ser comedia, solo que tiene el chance de funcionar mejor, pero tampoco depende de eso. Un ejemplo es el especial interactivo “You vs. Wild”, en donde lo llamativo era poner a Bear Grylls en situaciones peligrosas. Nosotros elegíamos el camino que tomaba, lo que tenía que comer y su “supervivencia” dependía de nuestras decisiones y los que tenemos un lado oscuro queríamos verlo sufrir, mientras que los que tenían un espíritu más explorador, formaron parte de una aventura. Esa es la gracia de estas producciones, que uno seleccione su aventura, pero para esto, la aventura tiene que ser más que interesante, tiene que no solo atrapar al espectador, sino que envolverlo mucho más que una serie normal porque en una serie normal puedes chequear el celular, pero en una serie interactiva no deberías hacerlo.



 Pese a las críticas, creo que “Bandersnatch” fue la prueba beta que Netflix necesitaba para distinguirse, hasta el momento, es la única plataforma que ha producido varios especiales internactivos, pero era claro que no estaban buscando marcar una tendencia. Este tipo de producciones llevan más tiempo para desarrollarse, por eso, a Kimmy le tocó estrenarse en el año 2020, un año lleno de dolor debido a las pérdidas humanas por la pandemia ocasionada por el covid-19, un año clasotrofóbico en el que las plataformas se volvieron una válvula de escape de una realidad triste. De hecho, las series más vistas durante la pandemia han sido comedias. En ese sentido,  el especial interactivo de Netflix terminó siendo una de las mejores producciones en ese nefasto 2020. Tal vez es algo así como el ejemplo a seguir para futuras producciones interactivas que no es lo mismo que ser el futuro de las series. Está claro que el futuro de las series no estaría en la interacción, por lo menos todavía no y es posible que no lo sea nunca.

domingo, 11 de octubre de 2020

GLOW T3: El show debe(ría) continuar

La serie de Netflix, “GLOW”, tomó un rumbo diferente en su tercera temporada. En la ficción, lo que originalmente era un programa de televisión sobre lucha libre entre mujeres, pasó a ser un show en vivo en un hotel en las Vegas, cambiando la dinámica de la serie, reduciendo justificadamente las escenas de lucha y profundizando más en la compleja evolución de sus personajes y en el proceso, desafiando las narrativas convencionales a las que estamos acostumbrados. 




La temporada tuvo una invitada especial: Geena Davis interpretando a Sandy Devereaux St. Clair, un personaje que en cualquier otra serie se habría convertido en la antagonista de la temporada, sin embargo, en “GLOW”, se volvió una aliada casi incondicional y una posible mentora de las chicas. Si bien “GLOW” ya tiene una eterna competencia entre sus protagonistas, Ruth (Alison Brie) y Debbie (Betty Gilpin). La serie no iba a desperdiciar el encanto natural de Davis en una nueva competencia absurda en la que no iba a ganar, en vez de esa historia, “GLOW” crea un interesante paralelo entre Debbie y Sandy. De hecho, Sandy podría ser el futuro de Debbie, pues, Sandy solía ser una corista reconocida, pero con el pasar de los años, tuvo que dejar la vida artística y buscar una manera de sobrevivir sin su talento. Entonces, se volvió directora de entretenimiento del Fan-Tan Hotel y Casino, consolidando su poder y protección hacia los artistas que trabajan en el hotel. Se trata, aunque con algunas diferencias, del mismo camino que tomará Debbie cuando se da cuenta que su carrera como actriz ya no da para más, por lo que decide tener más peso en la productora de Bash (Chris Lowell).




Una de las características más atractivas de “GLOW” es su capacidad de tocar temas espinosos en un momento y después cambiar el tono para ser una comedia brillante. En la tercera temporada, la serie estuvo dispuesta a explorar la no tan misteriosa sexualidad de Bash. A diferencia de Arthie (Sunita Mani) y su esfuerzo por aceptar admitir que era gay ante el grupo, cuando todos ya lo sabían, Bash no solo no acepta su sexualidad, sino que está aterrado de ella. Si antes Bash era otro de los puntos graciosos de la serie, en esta temporada, se convierte en el punto más dramático descubriéndose como un personaje tan complicado como nuestras protagonistas. La diferencia es que las mujeres son parte de un grupo, que a su vez funciona como un soporte emocional para sus integrantes, pero Bash no es parte del grupo. La crisis emocional de Bash se desata cuando su atracción por hombres es descubierta y explotada por su propia esposa. Vale la pena recordar que la época en la que se desarrolla la serie es la década de los 80, una era donde había muchos tabus sobre la orientación sexual y también había mucha ignorancia sobre el VHI, lo que creaba estigmas sociales respecto a los homosexuales. Así, pues, hay una escena muy fuerte en la que un Bash ebrio llora suplicándole a Debbie que no quiere morir. Esto lo dice evidenciando su pavor a un posible contagio de VIH, porque en su cabeza eso significaba muerte, y porque recientemente había tenido un trío con su esposa Rhonda (Kate Nash) y un extraño.




Hasta el momento, Bash se había comportado como un verdadero idiota, bastante intolerante, inseguro y hasta homofóbico en una escena donde no soporta estar alrededor de hombres abiertamente homosexuales, parte del grupo de artistas del hotel. En otra serie, Bash tendría un largo camino para aceptar su sexualidad, pero no es el estilo de "GLOW." La serie puede ser graciosa, pero también puede ser duramente realista. Lo fue cuando Ruth se sometió a un aborto, cuando Ruth fue acosada sexualmente, cuando la industria dejó de prestarle atención a Debbie, etc, etc, etc. En el caso de Bash es igual. A diferencia de Arthie, Bash no tiene una Yolanda (Shakira Barrera), con quien Arthie desarrolla una relación, Bash se acostó con un hombre y con su esposa, no está interesado en madurar, vive aterrado de perderlo todo si es que admite su orientación sexual y no tiene ni el mínimo interés de aceptar sus gustos, prefiere seguir pretendiendo que es una persona “normal”. Por eso, rechaza la oferta de Sandy para hacer el show de GLOW permanente y decide regresar a Los Ángeles planeando tener una familia con Rhonda. 



 Con cada temporada, “GLOW” se posiciona como una de las mejores series de Netflix con un excelente balance entre la diversión y el drama. Al pasar a las Vegas, las peleas y entretenimiento se redujeron sustancialmente debido a que el show era el mismo y las chicas ya lo habían perfeccionado. De modo que colocar estas escenas de lucha, la serie habría caído en la repetición. En ese sentido, la serie prácticamente eliminó las escenas de lucha después de presentar el primer show en las Vegas, y al tener tiempo disponible se dedicó más a otras historias, como la historia de Bash, la eterna competencia de Debbie y Ruth o la noche de campamento, todo un episodio, “Outward Bound”, dedicado a un viaje al Red Rock Canyon. Si bien la historia de Bash es quizás la más polémica de la temporada, el show nunca deja de girar alrededor de las mujeres y como ellas, a través de la lucha libre, van enfrentando sus problemas, desafiando sus dilemas y traumas emocionales. Este grupo se refugió en la lucha libre y en la lucha libre encontró una especie de burbuja donde pueden hacer lo que quieran, explotar sus talentos y encontrar su voz interior. Paradójicamente, Las Vegas se vuelve otra burbuja que, con esfuerzo, llega a ser una cima, el pico más alto que el grupo puede alcanzar después de la cancelación del programa. En esta nueva burbuja, cada personaje ha encontrado lo que buscaba; ya sea libertad, fama o estabilidad monetaria. Cuando Sandy les ofrece un trato para que el show sea permanente, Bash lo rechaza, por razones egoístas y personales, no quiere quedarse en el mismo lugar donde estuvo con otro hombre, pero antes del no, ya se veía que varias de las mujeres del grupo estaban listas para salir de la burbuja. 




 En ese sentido, el último episodio de la temporada, que se convertiría en el último de la serie, “A Very GLOW Christmas”, condensa lo mejor de la serie; presenta una versión muy bizarra del show navideño, que sería el último show, y también va cerrando historias algunas en una nota positiva, por ejemplo, Cherry (Sydelle Noel) y su esposo deciden adoptar, Sam (Marc Maron) se vuelve el guardián legal de su hija, y otras en una nota ambigua a la espera de una nueva temporada que no va a llegar. Durante el curso de la serie, Ruth y Debbie han sido mejores amigas, enemigas y aliadas. La competencia para nada sana entre Ruth y Debbie existe desde mucho antes que Ruth se acostara con el marido de Debbie. En otra serie, Ruth y Debbie ya habrían arreglado sus diferencias para volver a ser amigas, pero en “GLOW” no. La realidad es que Debbie jamás podrá perdonar a Ruth por traicionarla y las dos se envidian entre sí por los atributos que tienen. Del mismo modo, si “GLOW” fuera otra serie, habría hecho funcionar la relación Ruth-Sam, pese a todos sus defectos, pero no. “GLOW” conoce tanto a sus personajes que sabe que Ruth y Sam no podrían tener una buena relación amorosa por sus propias personalidades, así que lejos de ponerles trabas externas, las internas ni si quieras les dio el chance de internarlo. La relación terminó antes de que pudiera comenzar en un mismo episodio donde aceptaron sus sentimientos y se toparon con la realidad. La estabilidad de Las Vegas no es suficiente para GLOW ni para Debbie ni tampoco para Ruth. La ambición de Debbie por reclamar como suyo el éxito de GLOW, hizo que, con el dinero de Bash, comprara una televisión en los Ángeles y, así como lo hizo Sandy, empezara a controlar su propio negocio. De ese modo, aunque los derechos de la serie le pertenecen al canal, Debbie planea crear un nuevo show sobre las mujeres luchando y quiere que Ruth sea la directora. Sin embargo, después de varias fallas emocionales, Ruth decide perseguir su sueño de ser actriz rechazando la oferta de Debbie.



 Netflix había renovado a “GLOW” para una cuarta y última temporada, pero tras la crisis ocasionada por el coronavirus, decidió cancelarla. Desde el punto de vista técnico, se entiende. “GLOW” es una serie sobre un grupo de mujeres que practica lucha libre, en la mayoría de escenas tienen que estar juntas, actuando, luchando o interactuando entre sí y eso representa un riesgo y una pesadilla logística. No obstante, la solución de Netflix fue drástica, cuando habían otras opciones, como posponer las grabaciones indefinidamente, sin embargo, con la cancelación deja una conclusión frustrante, ambigua y agridulce porque no debió terminar así. Lamentablemente, no todos los “debía” obtienen justicia y así como el programa dentro de la serie fue cancelado, así como el show en las Vegas no iba a ser permanente, “GLOW” se acaba abruptamente sin chance de un último round. De todas maneras, sigo pensando que el show debería de continuar y quizás, Netflix pueda rectificarse reviviéndolo. 




Últimamente Netflix viene tomando decisiones muy estúpidas. Y como lo escribió @jlamotta en Twitter: “La reciente estrategia de Netflix de cancelar sus series sin final puede acabar espantando tanto a creadores como a la audiencia que se piense 2 veces consumir productos inacabados o insatisfactorios.” Cada vez más, Netflix se va alejando de ser esa plataforma que apostaba por proyectos originales que desafiaban la narrativa convencional. Tal vez, más adelante, cuando todo esto pase, Netflix pueda reivindicarse, aunque lo más probable es que no lo haga. Netflix está en una nueva fase: La fase “¿Qué te pasó Netflix? Antes eras chévere”.

domingo, 21 de junio de 2020

#TheHalfOfIt: Ellie de Beryerac

En las décadas de los 80’s y 90’s, las comedias románticas experimentaron una época de oro, siendo “When Harry Met Sally” la más emblemática del género. Si bien se perpetuaba la idea de que el hombre tiene que presionar para conquistar, además de otros clichés, el amor estaba en el aire y las películas transmitían la esperanza de que eso era todo lo que necesitabas. Con el paso del tiempo, terminando la primera década del milenio, este tipo de películas comenzaron a decaer en calidad de manera estrepitosa, aunque eso no impidió que se sigan produciendo. De hecho, es muy difícil, por no decir imposible, que se deje de grabar “rom coms”, aunque su presencia en la taquilla fuera cada vez más irrelevante, pero está bien porque pronto llegaría las plataformas streaming. Y con su “Summer of Love”, que incluyeron películas como “Sierra Burgess is a Loser” y “To All the Boys I’ve loved Before”, Netflix no solo volvió a poner de modas las comedias románticas, sino que también las modernizó. 



Debido a la pandemia ocasionada por el coronavirus, la película escrita y dirigida por Alice Wu, “The Half of it”, no pudo estrenarse en el festival de Tribeca en marzo, y aunque sí ganó el premio a mejor narrativa, jamás llegaría al cine. Oficialmente, Netflix la liberó el primero de mayo. El filme contaba la historia de la tímida y solitaria Ellie Chu (Leah Lewis) quien utiliza su talento para escribir ensayos y los vende a otros estudiantes para así generar ingresos extra. Un día, el deportista Paul Munsky (Daniel Diemer) le propone pagarle por escribir cartas de amor para la chica de sus sueños, Aster Flores (Alexxis Lemire) y por supuesto, los tres terminan involucrados en un triángulo amoroso. Si la premisa de “The Half of it” suena familiar es porque es una reinvención de la historia de Cyrano de Bergerac con la diferencia que la chica que escribe las cartas siente algo por la chica de los sueños de Paul. 



Como en los últimos tiempos, ya no existe la comedia pura, “The Half of it” podría sentirse más como un drama o como un coming of age story de Ellie que cuenta con la inocencia de Paul como alivio cómico. Si esta película se hubiera dado en los noventa, Paul y Ellie hubieran pasado de tener una adorable amistad a ser una adorable pareja, pero “The Half of it” se distingue porque su historia intenta no caer en estereotipos. Paul es el único amigo de Ellie acompañándola mientras ella se embarca en el camino de autorealización donde hay una clara diferencia entre el amor romántico y el amor platónico de la amistad. En ese sentido, si bien pareciera que “The Half of it” no calza en el molde del roster de los rom coms de Netflix, en realidad abre las puertas a más historias no solo de personajes LGBTQ sino de aquellas que se atrevan a innovar a su modo la narrativa de la comedia romántica. El filme de Wu es de un ritmo pausado, muy introspectivo y está adornado de un halo de ternura y candidez. Hay una sensibilidad única que nos permite apreciar y entender a Ellie, a Paul y a Aster como simples adolescentes. Cada uno tiene sus propios problemas minimizando ese triángulo amoroso que forman y los problemas que tienen son los que uno ha tenido al crecer. Paul, cuya familia es dueña de un restaurante donde sirven puros platos de salchichas, inventa el taco-salchicha y también otros platos, pero su extensa familia se resiste a los cambios, Ellie y su brillante mente prefiere no postular a una universidad para quedarse en su casa y cuidar de su padre. A través de Ellie también se retrata también cómo es ser una adolescente de descendencia asiática que vive en un pueblo americano y que se siente aislada del mundo por su marcada diferencia con los demás. Finalmente, Aster vive y acepta las reglas impuestas por su familia cristiana, pese a que quiere ser una artista. 



 La religión también está presente como un tema subyacente sobre todo en Paul y Aster. Pues, cuando Paul se da cuenta que Ellie siente algo por Aster le dice que es un pecado, aunque él la acepte como es, el pueblo chico donde viven quizás no será tan tolerable. Por su lado, el papá de Aster es el pastor del pueblo y tal vez eso explique el comportamiento de Aster viviendo bajo las expectativas de que lo que su familia cree que es correcto. Por eso, si bien Aster se ve visiblemente interesada en Ellie en las escenas que comparten, tiene una relación con el chico popular Trig Carson (Wolfgang Novogratz) a pesar de no tener mucho en común con él. Además, la escena donde Aster se da cuenta que Ellie es quien escribió las cartas de amor se da precisamente en una iglesia justo cuando Trig iba a realizarle una propuesta a Aster. 




 Sobre el título y el final 

 La película comienza con una animación que ilustra el mito griego que señala que los humanos una vez tuvieron cuatro brazos y cuatro piernas pero que fueron separados por la mitad por el dios Zeus y desde entonces, viven castigados caminando por el mundo buscando su otra mitad. El título de la película “The Half of It” (la mitad) -mal traducido a “Si supieras” en español -hace referencia a una de las mitades, Ellie, andando por el mundo sin su otra mitad. Sin embargo, el filme nunca afirma a ciencia cierta que la otra mitad es Aster, pero sí juega con esa idea. Ellie y Aster son colocadas en posiciones complementarias en las escenas donde están solas como si ellas fueran la criatura griega que fue separada a la mitad, pero, al final las dos comparen un beso y después prosiguen sus diferentes caminos. Esa es otra de las formas en las que “The Half of it” marca distancia con otras rom coms, aunque no podemos decir que no hay un final feliz, las chicas no se quedan juntas. 


Según ha declarado la directora Wu, “está bien que nadie se quede con la chica. La idea que todos estamos buscando al amor perfecto y con el que terminaremos algún día no existe, pero mientras estás en esa búsqueda condenada, es posible que tengas la oportunidad de descubrir quién eres”.

El final ambiguo “The Half of It”, y alejando del tradicional “felices y juntos”, invita a gritos a realizar una secuela porque en realidad no es un final, es el principio de varias historias. Wu también dijo en una entrevista que está orgullosa del final asegurando que “el final de la película es cada uno de sus comienzos y ese es el final más feliz de ellos”. Entonces, si la película más popular de Netflix, “To All the Boys I’ve loved Before”, tiene su secuela y hasta se habla de la posibilidad de que haya una tercera parte, “The Half of it” tendría que ser un megahit y Netflix tendría que convencer a Wu de escribir una continuación – sugiero el título de “The other of the half of it” - pero para ser sinceros no hay que tener mucha esperanza de que exista una mitad que complemente “The Half of it”.


lunes, 16 de marzo de 2020

#Titans: Lo genial y lo absurdo de la segunda temporada

Desde su primera temporada, “Titans” ha demostrado que el desorden es su mayor enemigo, y no solo se trata de su extraña elección de orden de los episodios, sino también en la distribución del tiempo que se toma en desarrollar todas las historias que presenta. En la segunda temporada, el problema continuó y hasta podríamos decir que se agudizó al tener varios personajes nuevos y nuevas historias que terminaron rápidamente para el cerrar la temporada. Pese a todo, lo que tiene la serie a su favor es que tiene cosas simplemente geniales. Lamentablemente, por cada cosa cool que vemos, hay una absurdidad que es difícil de ignorar. Aquí una pequeña lista: 



 LO GENIAL: Raven recluta a las chicas 

La segunda temporada de “Titans” decidió colocar a Raven (Teagan Croft) como uno de los personajes más importantes y poderosos. Por supuesto, ella aún no sabe cuán poderosa puede llegar a ser, pero fue capaz de reunir a Starfire (Anna Diop), Dawn (Minka Kelly) y Donna Troy (Conor Leslie), para salvar a Dick Grayson (Brent Thwaites) y lo hizo creando una proyección de Bruce Wayne. ¿Cómo sabemos que fue una proyección? Bruce Wayne (Ian Glen) jamás utilizaría un blazer blanco. Como lo diría el Batman de “Lego Batman”, solo le gusta usar el negro y el gris muy oscuro. Volviendo al tema, el hecho que Raven sea la que haya juntado y convencido a las mujeres que deben trabajar juntas de nuevo demuestra que el personaje es vital para el funcionamiento de los "Titans" en conjunto y también confirma una de las pocas evoluciones que vemos en la serie. 



LO ABSURDO: Pero no hiciste nada 

 A veces, de manera involuntaria, una serie puede tener una escena tan absurda o melodramática que inmediatamente se convierte en un meme y hay otras veces donde un solo meme puede resumir un capítulo de 40 minutos. En el caso de “Titans”, el meme de “pero no has hecho nada” de Sailor Moon puede resumir la actuación de los Titanes reunidos todos en “Trigon”, el primer episodio de la segunda temporada, para supuestamente salvar a Raven y al final, en realidad, no hicieron nada más que quedarse petrificados.



 LO GENIAL: El destino de Jason Todd a manos del internet 

En los 80’s, Robin no era el personaje más querido del Batiuniverso, así que la DC dejó que el público elija el destino de Jason Todd en los comics. La gente podía llamar a un número y decidir si Robin sobrevivía ser secuestrado por el Joker, que cayera en un coma o que muriera. ¿El resultado? “A Death in the Family”, uno de los comics más icónicos de Batman. La muerte de Jason Todd tuvo un impacto tan significativo que marcó un hito en la historia del Caballero de la Noche. En la segunda temporada de “Titans”, la DC realizó una encuesta en sus redes sociales dándole la opción al internet de escoger el destino de Jason Todd (Curran Walters), quien fue secuestrado por Deathstroke (Esai Morales), luego que el quinto episodio terminara en el cliffhanger de Jason Todd siendo arrojado al vacío. Gracias Walter, Robin es uno de los mejores personajes de “Titans”, por lo que iba a ser difícil que se deshagan de él, así que justo fue salvado en el último momento por Superboy al final del capítulo “Conner”. Vale la pena aclarar que así el resultado no hubiera estado a favor de Robin, no lo iban a matar ya que todo se trataba de una buena jugada de marketing. 



LO ABSURDO: Bruce Wayne bailando 

En el episodio “Bruce Wayne”, Dick ve una proyección mental de Bruce como representación de sus remordimientos tras abandonar a los “Titans”. La serie siempre ha sombría para su propio beneficio, por eso, no se entiende que en plena alucinación, Bruce Wayne se ponga a bailar. Los movimientos del actor Iain Glen son un homenaje al Batman de Adam West. Quizás la absurdidad del momento genere gracia, pero no deja de ser uno de los momentos WTF de la temporada. 



 LO GENIAL: El flashback de Jericho 

Titans” tiene una debilidad por los flashbacks, pero muchas veces estos flashbacks no aportan nada a la historia principal. De todos los flashbacks en la segunda temporada, el episodio “Jericho” sirve para aclararnos el panorama. Dick se acercó a Jericho (Chella Man) para poder vengarse de Deathstroke, quien es responsable de la muerte de Aqualad, pero Jericho terminó siendo parte de los “Titans” antes de que fuera asesinado. 



 LO ABSURDO: La tragedia de Aqualad 

Un chico está enamorado de una chica, la chica se muestra distante, pero en un momento acepta, están juntos, después la chica intenta huir y el chico la detiene, los dos aceptan que se quieren y de repente la muerte detiene la felicidad. En realidad, la tragedia de Aqualad (Drew Van Acker) no es absurda, pero la hemos visto demasiadas veces… hasta es muy similar a la de Jericho; las dos se desarrollan en un mismo episodio a modo de flashback y los dos mueren en el mismo episodio donde sus personajes son introducidos. Sin embargo, el capítulo “Aqualad” no tuvo el mismo impacto emocional que “Jericho” y tal vez se deba porque lo de Jericho tuvo una repercusión mucho más profunda ya que si bien la muerte de Aqualad fue el punto de arranque de lo que sería la historia principal de la segunda temporada, el conflicto recién se inició con la inclusión de Jericho en la vida de los demás. 



LO GENIAL: Donna versus el mundo 

A veces creo que la serie no le da el lugar que merece a Donna Troy (Conor Leslie). Básicamente, la mujer es la “Wonder Woman” de “Titans” y, sin embargo, casi nunca la hemos visto en acción. En la segunda temporada, la vemos pelear e incluso usar su lazo de la verdad. También protagonizó una espectacular pelea con Deathstroke. 



LO ABSURDO: Dick va a prisión

 No soy muy fan de cómo la serie está escribiendo a Dick Grayson (Brenton Thwaites). En los comics, si bien Dick es un personaje con dilemas emocionales y con una complicada relación con Batman/Bruce Wayne, tiene una actitud cool y es bastante empático, pero en “Titans” es toda una contradicción. Lo peor es que la respuesta que tiene para todo es la auto-aislación (y estamos hablando en una era pre-coronavirus). En la segunda temporada se llegó al extremo que el propio Dick Greyson buscó que lo arrestaran y lo metieran en prisión, solo para escaparse un capítulo después.



 LO GENIAL: La caminata de héroes 

Uno de los episodios más flojos de la temporada, “Aqualad” tuvo uno de los momentos más geniales; la clásica caminata de los héroes con todos los Titanes en toda su gloria preparándose para la acción.



 LO ABSURDO: El plan de Deathstroke 

Cuando se anunció que, en la segunda temporada, Slade Wilson sería el enemigo principal, se generó una buena expectativa. No es para menos Deathstroke es el clásico big bad de los “Titans” y además, se trata de un estratega brillante y sicario capaz de poner en jaque a cualquier héroe. Lamentablemente, estas características no las vimos mucho en la serie. El plan del “legendario” Deathstroke consistió en infiltrar a su hija Rose (Chelsea Zhang) en los “Titans” y dejar que la tortura psicológica de la muerte de Jericho afecte al equipo y los mantenga separados. ¡Ah! también amenazó a Dick con que si los “Titans” vuelven a juntarse los mataría. 



LO GENIAL: Krypto al rescate 

La escena post crédito de la primera temporada de “Titans” ya nos adelantaba la llegada de Krypto. En la segunda temporada, el episodio “Conner” en realidad debió titularse “Krypto”, pues, el perro se roba el show y logra salvar al propio Superboy (Joshua Orpin). Krypto también buscó a Beast Boy (Ryan Potter) cuando Superboy fue secuestrado por Cadmus. Durante la recuperación de Conner, su fiel can estuvo a su lado. Definitivamente, Krypto ha sido lo mejor de la temporada.



 LO ABSURDO: La muerte de Donna 

La muerte de Donna Troy en el final de la segunda temporada ha sido bastante absurda, estúpida y anticlimática. Quizás si Donna hubiera muerto en un enfrentamiento final contra Deathstroke, la historia habría sido diferente, tal vez, habría sido agridulce y un tanto poética porque su sacrificio habría sellado una venganza por la muerte de Aqualad, pero en vez de eso, fue la electricidad la que la mató porque un poste de luz le cayó encima. En los comics, sabemos que Donna Troy retorna a la vida, tal vez sea así en las próximas temporadas, pero nada borrará un momento tan frustrante como este. 


También puedes leer:

martes, 10 de marzo de 2020

#Titans T2: Release The Orden Cut

Hay algo en “Titans” que evoca a Zack Snyder, sobre todo por su obsesión con crear una atmósfera oscura, sangrienta y violenta dejando de lado cualquier evolución coherente enfocado al personaje per se. Sin embargo, aun en ese contexto, “Titans” tenía algo que las producciones de Snyder no tuvieron; y eso era tiempo. La renovación para una segunda temporada le regalaba a la serie de Akiva Goldsman, Geoff Johns y Greg Berlanti la oportunidad de remediarse, de hacerse un propio reboot, arreglando sus problemas de contenido y corrigiendo el desorden, pero, para mala suerte, parecen toparse con la misma piedra en su camino.



 El problema principal con “Titans” es el desorden en el orden de sus capítulos. Hay ciertos episodios donde está claro cuál debió ser el orden; por ejemplo, el primer capítulo de la segunda temporada. “Trigon” debió haber sido el último de la primera, cerrando de esa manera la fase introductoria; pero hay otros capítulos en el que el desorden parece ser parte de un estilo para que cada uno de los personajes tengan su propio momento estelar. No obstante, aún con ese enfoque, “Titans” está lleno de personajes y en la segunda temporada se ha incorporado más gente, por lo que es imposible ser justos con cada uno de ellos o completar un arco especifico, entonces, lo que se tiene es un montón de historias que no encuentran el tiempo para cerrarse.

"Trigon" debió ser el season finale de la primera temporada

El desorden de la serie se extiende a las historias quiere desarrollar con cada uno de los personajes, pero teniendo en cuenta lo mucho que les cuesta a los productores de “Titans” poder enfocarse en la evolución de los personajes, se han buscado una solución rápida; los flashbacks, y la segunda temporada está lleno de flashbacks con historias bastantes predecibles. “Aqualad” y “Jericho” tienen casi la misma fórmula; conocemos a Aqualad (Drew Van Acker) y Jericho (Chella Man), nos encariñamos con ellos y para el final del episodio terminan muertos. 

Los flashbacks explicativos

Otro punto flojo en el que recae la serie es que constantemente está rompiendo al grupo. La temporada empezó con Dick Grayson (Brenton Thwaites) reclutando y entrenando a los más jóvenes para que sean parte de “Titans”, pero este grupo se separa después de que  el villano de la temporada, Deathstroke, hace que Dick revele su oscuro “secreto” que se supone que es responsable de la muerte de Jericho, y si me lo preguntan, se trata de un plan bastante mediocre para un genio estratégico, pero que de algún modo funciona, supongo que porque los demás se decepcionan de Dick. Todos se separan, cada uno va por su lado, y para el final de la temporada Dick descubre que Jericho está atrapado en el cuerpo de su padre, mientras que Raven, al igual que en la primera temporada, ha logrado reunir de vuelta a las mujeres.

Bitches get stuff done!


Pero no todo es malo en “Titans”, la fortaleza de la serie siempre ha sido su acción, aunque se trata de una acción en la que no pueden aparecer más de tres héroes juntos. Tal vez porque es difícil grabar enormes peleas con todos los héroes, pero las peleas son fantásticas aunque solo haya un héroe porque este se enfrenta a varios y sale victorioso. Siempre hay una excusa para que hayan peleas personales; el héroe se encuentra solo peleando contra un grupo enemigo o llega cuando la pelea ya ha acabado y no puede ayudar a su equipo. El punto es que no hay escenas de peleas grupales, pero las peleas de los héroes solo versus el mundo compensan todo. 

Superboy a punto de aniquilar a todos


La temporada tuvo dos villanos: un Slade Wilson (Esai Morales) para el olvido, incomparable con el Deathstroke de “Arrow”, y Cadmus, los creadores de Superboy, el personaje más adorable que “Titans” haya presentado. El lado positivo es que con Cadmus, la llegada de Lex Luthor es inminente. En un giro anticlimático e incoherente, Donna Troy (Conor Leslie)  termina muriendo en la batalla final, no por la batalla final, sino porque un farol le cayó encima y la electrocutó. Un WTF total si tenemos en cuenta que Superboy goza de supervelocidad o Raven (Teagan Croft) puede manipular cosas… pero parecía que la serie necesitaba deshacerse de alguien y eligieron a Donna sabiendo que podría retornar de la propia muerte como en los comics lo ha hecho. 

Esto contradice por completo el trailer de "Wonder Woman 84" cuando Diana agarra un rayo

 La segunda temporada de “Titans” tiene sus cosas buenas; Jason (Curran Walters) sigue robándose la atención gracias a su rebeldía, Dawn (Minka Kelly) y Hank (Alan Ritchson) siguen siendo mis personajes favoritos pese a no ser pareja, los flashbacks de Jericho (Chella Man) fueron interesantes y profundizaron en la complejidad de Dick (Brenton Thwaites), la secuencias de peleas por supuesto siguen siendo espectaculares, incluso hay una secuencia alucinógena donde vemos a Bruce Wayne (Iain Glen) bailar como el Batman de Adam West solía serlo en su serie de los 60’s, uno de los pocos momentos cómicos de la serie, y lo más resaltable para mi es la introducción de Superboy (Joshua Orpin) y del propio Krypto, pero los problemas siguen siendo los mismos de la primera temporada. Quizás al igual que Zack Snyder promueve la liberación de su propia versión de “Justice League” con “Release the Snyder Cut”, nosotros deberíamos pedir la liberación de los episodios en un orden coherente algo así como “Realease de Orden Cut”.

También puedes leer:
-#Titans: *Zack Snyder le gusta esto*

viernes, 21 de febrero de 2020

Todas las muertes de #BojackHorseman y #TheGoodPlace

Parte 2: “Bojack Horseman”: Aceptar el pasado, vivir en el presente, tener un futuro

 “The Good Place” y “Bojack Horseman” terminaron logrando algo casi imposible, pues, la opinión unánime es que los dos finales han cerrado sus historias con una mezcla de gracia y sentimentalismo, pero sobre todo le han hecho justicia a esos personajes de los cuales nos enamoramos. 




 En la segunda parte de la última temporada, finalmente, se destapa la verdad de Bojack Horseman (Will Arnett) y a él no le queda otra cosa que asumir las consecuencias de su comportamiento tóxico, abusivo y autodestructivo. Lo peor de todo es que, así como lo hizo en varias oportunidades, Bojack podría haberse salido con la suya, pero su narcisismo reveló una vez más lo peor de él y lo perdió casi todo porque, aunque Bojack iba en camino a tener una vida relativamente saludable y sobria, aún conservaba esa frescura de pensar que nada había sido su culpa y que era una “víctima de las circunstancias”. Bojack ya estaba a punto de recaer en sus adicciones luego de desastrosa entrevista en la que alguien le dijo todas sus verdades; incluyendo sus relaciones inapropiadas y su posición privilegiada, pero no es hasta que su lee la carta de su hermanastra Hollyhock (Aparna Nancherla) que decide sucumbir a sus adicciones de nuevo. 



La teoría más oscura y más popular de esta serie era que Bojack terminaría muriendo ahogado en su propia piscina. Muchas pistas apuntaban a este fatal desenlace; el intro de la serie termina con Bojack flotando en su piscina mientras todos los están mirando, en la pintura favorita de Bojack hay dos Bojack, uno en la piscina y otro observándolo y Ana Spanakopita le contó una historia sobre alguien ahogándose. Teniendo en cuenta las tendencias autodestructivas de nuestro caballo favorito, la teoría tenía sentido. Así en el antepenúltimo episodio, Bojack tiene su última borrachera y termina irrumpiendo la que hasta hace poco era su casa. Todo hace indicar que la cosa no va a terminar bien. 



En el episodio “The View From Halfway Down” estamos viendo lo que sería el “The Good Place” de Bojack, que como en el giro de la primera temporada la serie de la NBC, termina siendo en realidad “The Bad Place”. Bojack aparece en su casa para cenar con aquellos seres que marcaron su vida, seres que ya no están porque murieron, seres que parecen invitarlo a aceptar su nueva realidad, seres que intentan buscarle sentido a la vida en la muerte. El mismo Bojack admite que no es la primera vez que esto sucede, ya que esta escena la tiene cada vez que se ha excedido, cada vez que ha estado cerca de la muerte, ha tenido la misma cena, pero a diferencia de otras veces, al final del episodio, se confirma que Bojack está muriendo ahogado, no puede despertarse y nadie vendrá a salvarlo. Cada uno de los seres querido y admirados de Bojack se va despidiendo, mientras que el caballo se resiste y busca un modo de escapar. La muerte para Bojack es una mancha negra que consume a sus seres queridos para desaparecerlos por completo y él es el siguiente. No hay nada después. La muerte es el final y punto.







 Como ya nos tiene acostumbrados, “Bojack Horseman” presenta un episodio cuyo surrealismo marca la diferencia frente a los demás, por eso, “The View From Halfway” es el mejor episodio de la última temporada y también pudo haber servido como una conclusión, aunque sería demasiado fuerte aceptar que Bojack ha muerto, estaría acorde con ese halo pesimista de la serie. Sin embargo, en el último episodio descubrimos que Bojack no murió. 

Adiós, Mr. Blue

 El caballo ahora está en la cárcel, pero se le concede un día en libertad para que asista a la boda de Princess Carolyn (Amy Sedaris). Mr. Peanutbutter (Paul F. Tompkins) y Todd Chavez (Aaron Paul) vuelven a demonstrar su incondicional amistad a Bojack brindándole compañía y uno que otro consejo. En la última escena, Bojack y Diane (Alison Brie) tienen una última conversación en la que Diane le agradece la amistad de Bojack, pero le dice que en adelante ya no podría ser su amiga. Antes de ahogarse, la última llamada de Bojack fue a Diane, pero como ella estaba en Chicago, no podía hacer nada por él y eso es algo que la angustió demasiado. Si Bojack hubiera muerto, Diana jamás se hubiera perdonado a sí misma, pero como Bojack sobrevivió no puede evitar seguir molesta con él al mismo tiempo que está aliviada. Durante toda la serie, Bojack se apoyó en Diane para que ella sea su compás moral y para que lo ayude a ser una mejor persona, pero ahora entiende que eso se ha convertido en una carga demasiado pesada y no debería ser Diane quien cargue con esa cruz.



 Bojack entiende el daño que le ha causado porque lo ha vivido antes con Sarah Lynn y terminó arrastrándola hasta su propia muerte. Además, Diane también tiene sus propios problemas, su propia depresión, su propia inseguridad y su propia búsqueda de la felicidad. La única responsabilidad que debe tener Diane es ser feliz y la única responsabilidad que debe tener Boack es mantenerse sobrio e intentar ser una mejor persona por sí solo. Romper la amistad, aunque sea doloroso, es necesario para que Bojack no la vuelva a herir ni a jalar a nadie si vuelve a caer en su ciclo autodestructivo.



La serie cierra su historia con una canción precisa, apropiada y sentida. "Mr Blue" de Catherine Feeny, quien escribió la letra inspirada en una relación tumultuosa que tuvo con su exnovio. La melancólica balada no está escrita con ánimos reclamo, sino como una forma de reconocer que aunque se quieren, simplemente no son el uno para el otro y es necesario seguir adelante. De ese “Mr Blue” también podría deslizarse el “feeling blue” que es una frase que expresa que el sentimiento de tristeza. En el marco de la serie, Bojack ha sido ese “Mr Blue” con su intensa tristeza. La canción calza como anillo al dedo al momento ya que representa el estado de Diane y también el de nosotros mismos en referencia a Bojack, es alguien que queremos, pero de quien nos debemos despedir y está bien decir adiós.


 "Mr. Blue, I told you that I love you, please believe me. 
Mr. Blue, I have to go now, darling don't be angry. 
I know that you're tired, I know that you're sour and sick and sad, for some reason. 
So I'll leave you with a smile, kiss you on the cheek and you will call it treason".

 “Bojack Horseman” le dio un cierre feliz y perfecto a cada uno de sus personajes, Princess Carolyn encontró el amor, Todd está arreglando su relación con su madre, Mr Peanutbutter está aprendiendo de su soledad, todos son felices excepto uno; el propio Bojack. Pero está bien porque no estaba en las cartas que Bojack, después de una temporada tan fuerte, termine encontrando la felicidad después de tocar fondo nuevamente, en cambio, tras sobrevivir su relapso y el purgatorio, Bojack ha logrado encontrar esa estabilidad emocional que tanto necesitaba.



 Michael dijo “la muerte le da sentido a la vida”, Bojack dice que “la vida es una perra y después mueres” y Diane le responde “la vida es una perra y después sigues viviendo”. Pero el mensaje más adecuado de ambas series puede ser resumido en la respuesta que le da Eleanor a Janet cuando le pregunta qué estará haciendo Michael en la tierra. “Estará haciendo lo mismo que cualquier humano. Algunos buenos días. Algunos malos días. Tendrá buenos amigos. Algunas personas que no soporta. Está aprendiendo cosas por sí solo. Con suerte, aprenderá a pedir ayuda cuando la necesite. Se está equivocando, lo intentará otra vez y otra vez se equivocará y tratará de enmendarlo después. Es lo que todos hacen”. A esta frase le podemos agregar el consejo más icónico de la primera temporada de “Bojack”: “Cada día se hace un poco más fácil, pero tienes que hacerlo todos los días. Esa es la parte difícil, pero se pone fácil”. Paradójicamente, todas las muertes en “The Good Place” y “Bojack Horseman” nos recuerdan lo importante que es la vida. “The Good Place” con su tono es esperanzador nos asegura que el cambio es posible y “Bojack Horseman” con esa melancolía nata que lo caracteriza enfatiza la importancia de aceptar el pasado y tomar un día a la vez.

También puedes leer: 
-Todas las muertes de  #TheGoodPlace y #BojackHorseman (Parte 1)
-#BojackHorseman T6 Parte 1: Ser una mejor persona no borra el pasado