lunes, 11 de noviembre de 2019

#BojackHorseman T6 Parte 1: Ser una mejor persona no borra el pasado

La quinta temporada de la serie “Bojack Horseman” terminó con Bojack (Will Arnett) internándose en rehabilitación después de haber tocado fondo. Por supuesto, en primera instancia, nuestro caballo atormentado no toma en serio el proceso de rehabilitación, pero después hace el trabajo, y si bien no se perdona a sí mismo, logra mantenerse sobrio lo que es un gran mérito para un personaje tan autodestructivo como Bojack. 



 La serie “Bojack Horseman” continua el mismo camino que sus temporadas anteriores; sigue utilizando la comedia de una forma magistral criticando este mundo loco en el que vivimos y la industria del entretenimiento, mientras va ahondándose en las cicatrices emocionales y psicológicos de sus protagonistas. Sin embargo, algo diferente esta temporada fue el opening. Este cambio es significativo pues durante cinco temporadas el intro tuvo en el centro a un Bojack entumecido por el consumo de alcohol y drogas con fiestas a su alrededor. Ahora, tenemos a un Bojack abrumado por sus peores momentos; el recuerdo de la muerte de Sarah Lynn, el no perdón a Herb, la fiesta de promoción de Penny, la relación terrible con su madre. En todos estos momentos, el alcohol y las drogas fueron un mecanismo de defensa para aislarse de sus propios demonios. 



 El primer episodio de la temporada, "A Horse Walks into a Rehab", juega con nuestras expectativas ya que nos presentan flashbacks de diferentes momentos en los que supuestamente inició el problema de Bojack con el alcohol. No es hasta el final que se nos revela que no fueron las circunstancias laborales ni el padre de Bojack, sino él mismo el que decidió tomar por primera vez. Asimismo, cuando el terapeuta del centro de rehabilitación, Dr. Champ (Sam Richardson), culpa a Bojack por haber recaído en alcohol luego de tomar una botella de vodka por error, Bojack acepta en parte su culpa y le responde que ahora que esta sobrio lo recuerda todo. Igual es en los créditos, Bojack no solo recuerda su pasado sino que los está reviviendo y está vez está consciente de las terribles cosas que ha hecho. En ese sentido, la cabecera de la serie sirve también para recordarnos que si bien nuestro protagonista está haciendo un esfuerzo por mejorar, el pasado sigue presente, una idea que se refuerza en el último episodio. 



 A la par de la resiliencia de Bojack, hay tres historias principales: A Princess Carolyn (Amy Sedaris) le está costando adecuar su trabajo con su nueva etapa de madre tras adoptar a una bebé puercoespín con la que todavía no se conecta por completo, Mr. Peanutbutter (Paul F. Tompkins) le revela a su novia que le ha sido infiel con Diane y se le ocurre la brillante idea que ella también tiene que sacarle la vuelta para estar bien. Al hacerse público el desliz de Mr. Peanutbutter, Carolyn establece una estrategia para ganarse de vuelta el cariño del público y de ese modo, el perro se vuelve "imagen de la depresión". Después está Diane Nguyen (Allison Brie) que inicia una nueva relación con Guy (Lakeith Stanfield) y decide mudarse a Chicago donde sucumbe en la depresión y a la ansiedad al enfrentar el mismo dilema de siempre; no sabe qué hacer con su vida. Todas estas historias parecen llegar a buen puerto al penúltimo episodio. Lo interesante es que en su momento la toxicidad de Bojack alineo a todas sus relaciones, y ahora en su nueva etapa, Bojack transmite uno poco de sabiduría a sus amigos y los ayuda a lidiar con sus propios dramas con buenos consejos - le recomienda a Diane darle un chance a los antidepresivos-, o con su simple compañía - cumple el sueño de Mr. Peanutbutter de hacer un “crossover” con él-. 



En el caso de Princess Carolyn, una conversación sincera con la que consideraba su “nemesis” Vanessa Gekko (Kristin Chenoweth) la hace entender que sí se puede balancear el trabajo con la maternidad y es a través de las burlas por los pedidos extravagantes de las madres trabajadoras con las que se iba a reunir, Princess Carolyn se vincula con su bebé y le da un nombre propio, Ruthie, aunque primero tendría un gran descanso en el centro de rehabilitación donde fue a buscar a Mr. Peanutbutter a pedido de Bojack. 



Vale la pena mencionar que si la serie fuera “Horsin’ Around”, “The Face of Depression” sería el final ideal ya que la mayoría ha encontrado un punto de equilibrio entre lo que quieren y necesitan, pero esto no es “Horsin’ Around” y los problemas no se arreglan media después, o en este caso, casi siete capitulos después, no, esto “Bojack Horseman”. De modo que “A Quick One, While He's Away” nos llega como una bofetada a la audiencia, una forma cruel de recordarnos que ser una mejor persona no borra el pasado. Y así como la serie nos mostró el nivel de influencia que Bojack podía tener en su estado limpio de alcohol y drogas, no se ha olvidado de sus daños colaterales en su modo autodestructivo. 



 Mientras otras series, la última temporada es la excusa perfecta para la regreso triunfal de personajes del pasado, en “Bojack Horseman” ver de nuevo a Kelsey Jannings (María Bamford), Gina Cazador (Stephanie Beatriz), Hollyhock (Aparna Nancherla), enfatiza el punto que por cada acción hay una reacción y hasta ahora el único que no ha sufrido ninguna consecuencia de sus acciones es el propio Bojack. Ya anteriormente la serie ha hecho hincapié en el doble estándar de la industria del entretenimiento presentando varios casos de personajes famosos que abusan de su poder sin que nadie pudiera hacer nada al respecto e incluso cuando son expuestos, se ganan al público de nuevo. En cambio, en el caso de las mujeres, las reglas son diferentes, ellas no pueden salvar el día o reinventarse, así nos advirtió  Kelsey esta temporada. Recapitulemos sobre Kelsey y Bojack, por un capricho de Bojack, el de grabar “Secretary” en la librería de la presidencia de Nixon, un lugar prohibido, Kelsey fue despedida y también relegada de Hollywoo. En la sexta temporada la encontramos grabando comerciales pagando los platos rotos de las acciones de Bojack mientras que el caballo actor recibió buena crítica por su interpretación de “Secretary” hasta el punto de estar casi considerado para un Oscar. 



 Luego que Bojack estranguló a Gina cuando grababan la serie “Philbert”, la actriz ahora sufre la secuela de un estrés post traumático que no le permite trabajar con confianza, pero como hay gente que desconoce lo que vivió, es calificada como una diva y una persona difícil con la que trabajar. Por su lado, Hollyhock tiene pavor de beber alcohol porque ha visto lo que lo que el consumo le ha hecho a Bojack y a su madre. En una fiesta conoce a un chico que también sufre el mismo miedo que ella, en su caso es porque vio a su novia sufrir de envenenamiento tras el consumo de alcohol. El punto más crítico del octavo episodio, el midseason finale, es que parece que los pecados de Bojack están saliendo a la superficie. La prensa está a punto de descubrir que Bojack estuvo presente cuando Sarah Lynn murió de sobredosis y también sobre el comportamiento inapropiado que tuvo la noche de fiesta de promoción de Penny, pues, fue él quien le dio alcohol a Maddy y ese chico que se encuentra con Hollyhock es el novio de Maddy. Si se sigue profundizando en la historia, se podría descubrir que Bojack casi se acostó con una menor de edad. 



 Dividir la última temporada en dos ha hecho que esta primera parte se sienta como un preludio del final y nos ha permitido asentarnos a la idea de que la serie se está llegando a su fin y por eso está cerrando sus historias rodeado de esperanza pero también de un realismo fantástico. Sabemos que “Bojack Horseman” sabe lidiar con temas espinosos y de cariz sensitivo, pero no esperaba que estos episodios tuvieran una carga emocional tan fuerte. Se ha priorizado dar resolución a los dramas personales de las figuras principales antes de las historias ridículas que hemos visto en temporadas previas para balancear lo sentimental con la comedia absurda. Sin dudas, la historia más ridícula ha sido la de Todd Chavez (Aaron Paul) que junto a su padrastro, de quien hereda el apellido, roban un riñón para su madre. El punch line del episodio es que Todd no es arrestado porque es blanco. De nuevo "Bojack Horseman" critica la sociedad americana y los privilegios de la raza blanca en comparación a otras minorías que tienen que trabajar el doble. En esta ocasión, no hay episodios independientes o experimentales destacables, como lo fue en su momento “Free Churro”, “”Stupid Piece of Shit”, o “Fish out of water”. Quizás por la composición, “The New Client”, el episodio centrado en Princess Carolyn, es el que más destaque ya que logran transmitir el estado cansado en el que se encuentra al ocuparse de su bebé y de su trabajo al mismo tiempo sin dejar espacio para ella misma. Sin embargo, en conjunto, la primera parte de la temporada está demasiada compacta como para coronar uno como el mejor episodio. 



Todos conservan el mismo nivel de calidad y sensibilidad. El tema principal de la temporada es la sanación.  El hecho que  Bojack se deje el pelo gris y a su moda le añade una bufanda completando el look profesor marca un punto de quiebre entre dejar el pasado atrás y mirar un futuro nuevo y diferente. Dejó de lado ese "dime que soy una buena persona" para materializarlo por sí solo sin depender de la opinión de nadie. Por supuesto, aun falta ver lo que pasará con Bojack si es que la prensa publica lo que sabe. Eso será en la segunda parte. Mientras tanto, más allá de las lecciones que aprendemos o de la esperanza melancólica que queremos rescatar, lo cierto es que la serie no pretende ser la solución de nada ni tampoco nos va a hacer fácil el despedirnos.

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