miércoles, 25 de julio de 2018

Logro desbloqueado: ‘Diario de un verdugo’, mi primera novela.

“Diario de un verdugo” comenzó con una pregunta “¿Qué pasaría si...?”. 

¿Qué pasaría si tuviéramos la opción de elegir morir?...
Me pareció que era una historia más que interesante y un día me tope con el libro “Mátame” de Stephen White. El protagonista de la novela descubre que tiene una enfermedad incurable y se entera de la existencia de una misteriosa organización que se encarga de acabar con la vida de aquellos que quieren evitar sufrir por una enfermedad. “Mátame” es uno de esos libros que me hubiera gustado haber escrito y si bien responde la pregunta qué pasaría si tuviéramos la opción de elegir morir, no profundiza demasiado en esa organización así que mi mente comenzó a maquinar todo tipo de conspiraciones. Entonces, se me ocurrió una idea perversa. 

¿Qué pasaría si el grupo terrorista Sendero Luminoso hubiera tenido un plan B tras la captura de su cabecilla Abimael Guzmán? 
La pregunta invitaba a la especulación y mi teoría de lo hubiera sucedido se trataba de un enredado trama que quizás fue producto de mi adición a novelas de espías y a mi fascinación por ver el peor escenario posible. Una de mis series favoritas se llama “El hombre del castillo” y esta basada en la novela del mismo nombre de Philip K Dick. La premisa parece responder una de las preguntas más cliché en el mundo; ¿Qué hubiera sucedido que los nazis ganaban la segunda guerra mundial? 
Yo quería hacer algo similar con pero con la historia de mi país y mi mente comenzó a divagar entre las miles de cosas que hubiera sucedido.

Hace unos 4 años atrás, una amiga me hizo una pregunta a mí: 
¿Qué pasaría si te pones a escribir un libro con esas teorías y tonterías que me paras contando?
Y así es como inicio lo que originalmente era “Todos los planes de Santiago Geldres: Volumen 1: Diario de un verdugo”. 

Por largos meses, me puse a llenar las páginas respondiendo las preguntas que estuvieron en mi mente a través de personajes y hechos ficticios. De repente tuve una historia que nació de una pregunta y que se fue alimentando con la realidad peruana, con las noticias de hace 4 años, con consejos y correcciones de amigas cercanas. Como el protagonista de la novela es un periodista lo justo era que el lector junto a Santiago vayan descubriendo la verdad gracias a esa curiosidad innata del periodista que también le hace cuestionarse todo. De ese modo, Santiago comienza investigar a esta misteriosa ONG que lo recluto para ser un verdugo y así se revela las conexiones turbias de esta organización. 



Cuando termine de escribir mi libro, me pregunte ¿qué tal si…alguien más lo lee? ¿Y que tal si lo publico? 

Después de varios años, por fin, mi primera novela “Diario de un verdugo” ha sido publicada por Ediciones Altazor. 


La sinopsis es la siguiente:

"Cansado de su ordinaria y aburrida existencia, Santiago Geldres aceptará la propuesta de la misteriosa organización, Azrael, convirtiéndose así en un ‘verdugo’. En ese inusual trabajo, Santiago dejará a un lado su particular moralidad, impuesta por su madre, para aceptar la oscuridad que siempre lo ha acompañado y al mismo tiempo irá descubriendo el vínculo entre Azrael y la organización terrorista, El Sendo, que planea un inminente retorno triunfal aprovechándose de un país vulnerable obsesionado con olvidar la macabra pesadilla que vivió en una época de terror." 


El libro lo pueden encontrar en las siguientes librerías: Lancom, El Virrey de Lima y de Miraflores y Communitas.

O pueden contactarse conmigo al mail: alegna301@hotmail.com



El booktráiler:


Brief:



Descarga el primer capítulo.

Gracias por la atención.

viernes, 13 de julio de 2018

#LukeCage T2: Todos odian a Mariah

La segunda temporada de “Luke Cage” va más allá de la típica “crisis del héroe” y explora lo que implica no solo ser un héroe, sino un símbolo de una comunidad, porque aunque “Luke Cage” no tenga una identidad secreta, sí tiene un alter ego y Luke Cage, el héroe de Harlem, parece colisionar con Luke Cage, la persona, tanto en el ojo público como en el plano emocional y moral. 



 Al ser una de las series más representativas de la comunidad afroamericana, “Luke Cage” intenta dar una mirada interna reflexiva de los problemas que afecta a este grupo de personas por medio de diálogos extensos que no terminan de cuajar cuando tratan de ahondarse en ideas políticas pero que sí funciona en forma de monólogos. De hecho, los mejores momentos de la serie son exactamente cuando los personajes revelan lo que realmente sienten y lo que son en el contexto de un mundo perjuicioso que ya los ha encasillado. La temporada arranca con un sermón de un pastor, el último rol del gran Reg E. Cathey, que cuestiona la admiración del barrio hacia Luke Cage (Mike Colter). El pastor es nada más y nada menos que el padre desaparecido de Luke y sus sermones y reflexiones marcan el camino para lo que será una entrega rica en el plano filosófico y social. En ese sentido, vemos que las acciones de cada uno de los protagonistas logran plasmar con crudeza el dilema principal de la serie; el poder como fuente de corrupción. 

Yo soy Harlem y Harlem soy yo.

 Antes de ponerse en modo full héroe, vemos cómo es que el propio Luke Cage puede cruzar la línea que separa al héroe del justiciero cuando le dio una paliza a Cockroach Hamilton al intervenir su casa cuando golpeaba a su esposa y su hijo y si no fuera por Claire (Rosario Dawson) no hubiera sido capaz de detenerse y si no fuera por Misty (Simone Missick), la policía se le iba a ir encima. Con todo lo que le pasó a Luke en el pasado, es comprensible que ya no confíe en los policías ni tampoco en el sistema y por eso opere a su propio modo. Entonces, no puede quejarse si es que otros comienzan a hacer lo mismo. De ese modo conocemos al enemigo de turno; Bushmaster (Mustafa Shakir), quien no solo pone en aprietos a Luke Cage por ser tan fuerte como él, sino también lo lleva a dudar sobre su rol en la sociedad. Sabemos que Luke es el clásico héroe que no mata y eso también significa que tiene que salvar a los malos como Mariah (Alfre Woodard), Shade (Theo Rossi) y el propio Bushmaster, no hay sorpresa allí, sin embargo, el conflicto que se presenta para Luke tiene que ver con las implicancias de proteger a estas personas ya que se tratan de las cabecillas del crimen organizado de Harlem, las personas que más daño le han hecho a la ciudad. 



Como si necesitáramos más razones para odiar a Mariah, la bronca de Bushmaster no es tanto con Luke Cage si no con ella porque es la responsable de la muerte de su familia. Y si no fuera porque Bushmaster es consumido por su vendetta contra Mariah hasta podría ser considerado el "The Pushiner" de los haitanos. Él aniquila a las cabecillas de las bandas criminales más importantes de Harlem y al rededores pero en la racha final, Bushmaster se deteriora por completo. De todas formas, lo importante es que el odio por Mariah, que termina siendo universal, lleva a alianzas inesperadas. Hasta este punto, Mariah era una política habilidosa que se consideraba a sí misma el mal menor necesario de Harlem ya que debido a sus relaciones con otras mafias mantiene una tensa calma en el barrio. Mientras va a avanzando la temporada, Mariah deja de lado la política y abraza el lado oscuro y para a ser oficialmente "La reina" de Harlem. Black Mariah es una de las villanas más gratificantes del mundo televisivo de Marvel, es mucho más brutal que Bushmaster aunque no tenga ninguna fuerza sobrenatural y tiene la habilidad de salirse con las suyas gracias a su poder. La excelencia de Alfre Woodard se adueña de la serie cada vez que aparece en pantalla. 

La Reina. Woodard goza de la extraña destreza de sexualizar sus diálogos amenazantes, una táctica inusual que logra incomodar y excitar a sus enemigos. 

Como suele suceder en todas las series, la roba escena de “Luke Cage” es Misty Knight. Luego de perder un brazo en “Defenders”, Misty comienza la temporada acomodándose a esa nueva vida, pero un encuentro con Colleen Wing (Jessica Henwick) y una pelea en el bar revive esa personalidad luchadora que tanto la caracterizó en la primera temporada. Misty Knight es la respuesta a las diatribas internas de Luke, el héroe y símbolo de Harlem. Mientras que los prejuicios y la desconfianza por un sistema corrupto hacen que Luke Cage asuma la protección de Harlem sin tener en cuenta las leyes, Misty encuentra un modo de encontrar justicia a pesar del sistema podrido. Mientras que Luke Cage cuenta con el apoyo del barrio, Misty trabaja sola en una comisaria infectada por la indiferencia y la corrupción. A pesar de la tentación, porque hay un momento en el que Misty considera plantear evidencia falsa a Cockroach, ella misma reflexiona y no lo hace, mientras que Claire es la que detiene a Luke cuando está por cruzar la línea y Luke acepta el club que es parte de la herencia que deja Mariah, y que a su vez, es la representación del poder del barrio. Así, de una forma poética, Luke asume su posición del nuevo Rey de Harlem, una suerte de nuevo Mariah, y Misty se consolida como la heroína anónima de Harlem. 


Es innegable que “Luke Cage” tiene el mejor soundtrack de todas las series de Marvel. En esa segunda temporada, aprovechando la presentación de los artistas en el club tenemos una especie de videoclips en los capítulos y la edición hace que las canciones complementen la narrativa. Otro punto a favor de “Luke Cage” es que las series de Marvel por lo general comienzan a cerrar su temporada en el capítulo 10 y se estira innecesariamente hasta el 13, pero en el décimo episodio, Danny Rant/ “Iron Fist” es el invitado especial y este “bromance" le da un nuevo impulso al trama. “Luke Cage” funciona muy bien solo, pero “Iron Fist” lo necesita para caer menos antipático. A través de Luke, se ha arreglado y nivelado varios aspectos de la personalidad de Danny que antes molestaban y lo han llamado “madurez”. La segunda temporada ha optado por pulir lo que le salió bien en su primera entrega y creo que es la primera vez que no le sobran los 13 episodios de la temporada. El giro final con Luke Cage rechazando ver a Claire después de haber despedir a Misty antes de reunirse con los líderes de las otras mafias promete una tercera temporada mucho más conflictiva.


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jueves, 5 de julio de 2018

#Legion T2 de Schrödinger: ¿Puede una serie ser buena y mala a la vez?

Desde su primera temporada, ver “Legion” es una placer para los ojos. Si Alfred Hitchcock, Wes Anderson y Stanley Kubrirck tuviera un hijo sería Noah Hawley, pues, es él quien construye la serie una narrativa que se apoya en colores, canciones, simbolismos y metáforas con los estilos que caracterizan a Hitchcock, (el suspenso y el terror), Wes Anderson, (la rareza como virtud) y Kubrick (el surrealismo lleno de colores vivos). Con esas tendencias, Hawley construye un cómic audiovisual único en su naturaleza que explora la mente de David Haller (Dan Stevens), el mutante más poderoso del mundo, y sin embargo, ese también parece ser su karma y es que por momentos, el estilo de la serie opaca su propia historia que quiere contar. 




 “Legion” tiene la mala costumbre de ser repetitiva, si avanza un paso, retrocede dos y se tarda para avanzar el trama principal dos episodios en promedio. Este problema fue mi principal crítica en la primera temporada, pero no solo se hace más evidente en la segunda sino que se acentúa porque ahora ha tenido 11 episodios en lugar de 8 por demanda de FX. Se podría decir que "este problema" no es en realidad un problema como tal, todo es a apropósito, considerando que “Legion” retrata enfermedades mentales y “la locura es seguir haciendo lo mismo esperando resultados diferentes”, entonces, que algunos de los episodios lleguen al mismo en el que comenzaron sin avanzar el trama es una decisión deliberada. No obstante, la historia de "Legion" avanza, lento pero avanza, y ni si quiera la espectacularidad audiovisual ni los pequeños cortos narrados por Jon Hanm pueden disimular los episodios rellenos y los repetitivos podemos reconocerlos al final de verlos.



 Hablemos por un momento del "Chapter 14", obviamente se trata de un episodio de relleno y a la vez, es quizás el episodio de David más importante porque vemos cómo es que lidia con el dolor de perder a su hermana. En un intento de escapar su cruel realidad, David busca otras realidades donde su hermana siga viva, pero en las otras líneas de tiempo, o es controlado por The Shadow King o es consumido por su soledad y pobreza o simplemente Syd y Amy no son felices. Independientemente de que se trate de un episodio fascinante se encuentra encapsulado y aislado del arco principal y al final del episodio terminamos en el mismo punto que el capítulo anterior. 



La segunda temporada de "Legion" prometía una batalla épica entre el mutante más poderoso del mundo, David, y Farouk (Navid Negahban), el otro mutante más poderoso de mundo que estuvo insertado como un virus en el cerebro de David desde que nació, y al menos en el plano audiovisual, cumplió, pero hay que admitir que Farouk no es tan interesante como villano o por lo menos, la persona no se siente ni la mitad de amenazante que fue The Shadow King cuando utilizaba el cuerpo de Lenny o cuando se aparecía en la imaginación de David. En ese sentido, en el juego del gato y el ratón de los héroes con el villano se hizo un doble esfuerzo por verse cool; una batalla de bailes y confrontaciones alucinantes en planos astrales, composiciones audiovisuales con bastante sustancia pero sin mucha consistencia. 



 Durante esta temporada, Noah Hawley recibió críticas por el modo en el que ha escrito a sus personajes femeninos, solo Kerry (Amber Midthunder) puede salvarse del trato de “damisela en peligro” que recibió Syd (Rachel Keller) o el “no puedo vivir porque mi hombre no está” de Melanie (Jean Smart). Ahora sabemos que por lo menos en el caso de Syd se trata de una decisión premeditada porque si David es degradado del héroe al villano, la serie necesita una heroína y esa Syd, para bien o para mal. Entonces, esta temporada nos ha presentado su historia de origen y su llamado a acción al darse cuenta que David es el malo del cuento. Ella misma ya nos había advertido que una guerra no se gana con amor. Esta idea es interesante porque presenta un contraste armonioso que comenzó con David enamorándose de Syd con “she's a rainbow” de fondo y terminó con ella desilusionándose de David rompiendo el espejismo que el enamoramiento proyecta. 


 El viraje de David se apega más a los cómics y si bien la serie no es fiel a su material de origen los ha introducido en forma de "easter egg", así tenemos la imagen de David en modo "Legion" y la múltiples personalidades de David en una sola escena. 

No sé si puedo juzgar a "Legion" como buena o como mala, sí puedo admitir que después de ver algunos de los episodios de la segunda temporada me albergó una sensación agridulce, no necesariamente porque se trate de una producción mala porque no lo es, al contrario, es la serie más hipnótica en el mundo seriéfilo actual, sino porque creo que la espectacularidad visual no puede sustituir una historia, debería complementarla como lo hizo en la primera entrega. Supongo que es cuestión de gustos. "Chapter 14" sin tener una relevancia mayor de "Legion" es mi elección como el mejor capítulo de la temporada. 



Respecto a la serie siento que por momentos es muy astuta para su propio beneficio y por otros siento que se apoya demasiado en su estructura de "no se va a entender pero se ve cool". Quizás "Legion" es nuestra Lenny (Aubrey Plaza) y se divierte con nosotros, le gusta confudirnos de manera descarada y nos guiñe el ojo reemplazando el clásico “previamente” con un “aparentemente” para recordarnos que no podemos confiar en David pero tampoco en la propia serie. En “Legion”, el delirio comienza con una idea, pero la historia es un camino, no un destino, por eso, nos han llevado a diferentes viajes mentales y planos astrales, nos ha mostrado que la lucha más que externa es interna y que va más allá del bien y el mal.


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