lunes, 18 de octubre de 2021

#Arrowverse: La crisis después de la crisis y la crisis permanente en la CW

 En el 2012, la CW se estrenó “Arrow”, una serie que narraría la vida de Oliver Queen, más conocido como "Flecha Verde", un héroe con una historia trágica, pero cuya característica más destacable era que su arma principal era una flecha. La producción se inspiró en el “The Dark Knight” de Christopher Nolan, pero al ser un producto de la CW, se le insertó más drama y también se le adicionó innecesarios triángulos amorosos. Pese a sus defectos, “Arrow” se posicionaba como el siguiente “Smallville”, serie emblema de la cadena que duró 10 años y que contó las aventuras del joven Clark Kent antes de convertirse en Superman. Lo que no sabía la CW es que “Arrow” sería el principio de la era dorada de series de héroes. Esta cadena, considerada pequeña entre gigantes como la CBS, NBC y ABC, ni si quiera se imaginaría que “Arrow” lograría algo que “Smallville” intentó hacer pero que no pudo; lanzar un universo televiso. Así nació el “Arrowverse”.

Arrow temporada 1.


 El primer spin off de “Arrow” fue “The Flash”, con Grant Gustin dándole vida al velocista Barry Allen. Con estos dos shows se inició la tradición de los crossovers anuales. A los primeros crossovers de “The Flash” y “Arrow” se le conoció como “Flarrow”. En estos episodios especiales también se hizo costumbre la introducción de nuevos héroes que eventualmente tendrían sus propias series; eso sucedió con “Legends of Tomorrow” y “Batwoman”, quien tuvo un cameo en el crossover “Elseworlds”. A estas series se le agregaría “Supergirl”, que inicialmente fue emitida por la CBS, pero tras su cancelación en su primera temporada, fue revivida por la CW, y más adelante, “Black Lightning”, la primera serie sobre una familia afroamericana de héroes. Si bien es cierto que la cadena CW desde hace un tiempo es sinónimo de producciones mediocres, gracias al “Arrowverso”, la CW tenía un plus que los demás canales no tenía ni podían aspirar a tener, por lo menos no en un corto plazo. Aunque debemos de aclarar que, en ese entonces, la mayor competencia del Arrowverse era “Agents of Shield”, una serie que Marvel prefirió ignorar y mantener separada de su universo cinematográfico. Pero como todas las cosas buenas llegan a su fin. En el 2019, “Arrow” terminó. Y cuando se decía que el final de “Arrow” implicaba también el comienzo del fin del Arrowverso no era una exageración. Tras la emisión del mega crossover “Crisis on Infinite Earths”, que unificó al multiverso de la DC, incluyendo series y películas, el Arrowverso empezó a desmoronarse como si fuera una casa de naipes sostenido principalmente por la serie a la que le debe su construcción. Cuando “Arrow” acabó, todo se cayó a pedazos. 



“Crisis on Infinite Earths” dejó el potencial de un futuro brillante y la promesa de infinititas posibilidades porque ahora todos eran parte de un mismo mundo: la tierra Prime. Pero… luego de la crisis, "The Flash”, “Supergirl”, “Black Lightning”, “Batwoman” y “Legends of Tomorrow” completarían sus temporadas sin ningún cambio significativo más que el hecho que ahora se desarrollaban en el mismo mundo. No habría ni si quiera minicrossovers, lo máximo que se obtuvo fue una mención aquí y otra allá, las clásicas referencias y John Diggle (David Ramsey) apareciendo, solo en un capítulo, como en modo Yoda en ciertas series. En esta nueva Tierra Prime, los superhéroes estaban en el mismo mundo, pero en distintas ciudades y hasta en diferentes tiempos (caso específico de “Legends Of Tomorrow”). Claro que en el caso de “Legends” se podría justificar no esté totalmente conectado con las otras series ya que tienen como base viajar en el tiempo, pero la verdad es que la promesa de un futuro más conectado, que en realidad se traduzca en crossovers, iba a ser casi imposible de cumplir por una explicación muy sencilla: las producciones de estas series son independientes entre sí, pese a “desarrollarse” en la misma tierra. Por ejemplo: la producción de “Black Lightning” se realizaba en Georgia (Estados Unidos) mientras que los demás shows, “The Flash”, “Legends of Tomorrow” y “Supergirl”, graban en Vancouver (Canadá). A esto hay que sumarle, la agenda. Las coordinaciones para que Cress Williams (Jefferson Pierce en “Black Lightning”) grabara sus escenas en el crossover, apareciendo en contadas escenas de la crisis, se hicieron con casi un año de anticipación. 



Cabe recalcar que ni si quiera el hecho de estar en un mismo lugar facilita los crossovers, es decir, solo porque las series se graben en Canadá no significa que los actores estén libres. Los crossovers implican una logística importante que no solo involucra actores (a los cuales se le tiene que pagar), sino también todo un equipo detrás de cámara. Una producción no siempre puede darse el lujo de quedarse sin su protagonista por unos días, por eso, lo máximo que tenemos de esta nueva Tierra Prime son referencias o guiños. Lamentablemente, esto hace que la unificación del multiverso se sienta superficial. 

La crisis después de la crisis 

Cuando la temporada 2019-2020 llegaba a su fin, el Arrowverso enfrentaría la primera de varias crisis después de la “Crisis”: la abrupta salida de Ruby Rose, protagonista de “Batwoman”. En primera instancia, la producción decidió que no iba a reemplazar a su figura principal, simplemente, conseguirían una nueva. El manto de Batwoman eventualmente fue tomado por Ryan Wilder, un personaje original que creó la serie por necesidad y que fue interpretado por Javicia Leslie. La inclusión de Ryan significó una especie de reboot de la misma serie cuya narrativa giraba alrededor de Kate Kane, como era lógico. Sin embargo, varias entrevistas después de la “Crisis” indicaban que la amistad de Batwoman y Supergirl iba a tener una mayor relevancia en el futuro ya que ellas iban a tomar el lugar de Arrow y Flash en los nuevos crossovers. Claro, ahora podemos confirmar que se trataba más de una idea que no podría concretarse no solo por el cambio de protagonistas en “Batwoman”, sino porque “Supergirl” también llegaría a su final. 



En el caso de “Batwoman”, más adelante, la producción sacaría de la manga un plot twist interesante; Kate seguía viva y sería interpretada por una nueva actriz, Wallis Day, a quien ya vimos en “Krypton”, pero antes de que esto suceda, para la temporada dos se había planeado un crossover con la nueva serie de Superman…. Pero el crossover fue cancelado por la pandemia desatada por el COVID-19.

La crisis de la pandemia 

 La pandemia es la mayor crisis mundial que hayamos vivido en la historia actual. La industria del entretenimiento tuvo que detenerse por un par de meses. Por eso, “The Flash”, “Supergirl” y “Batwoman” no terminaron de grabar sus finales de temporadas. Cuando la producción se reanudó, ya era una nueva temporada, y se tuvieron que acomodar a las nuevas normas de bioseguridad. En ese periodo, la CW decidió que sería mejor que el Arrowverso pasara a llamarse el CWverso, pero dado que fue una decisión estúpida, el mundo decidió ignorarlo. En septiembre del 2020, la CW confirmó que la sexta temporada sería la última de “Supergirl”. La decisión coincidió con el embarazo de Melissa Benoist. De modo que la decisión parecía haber sido pactada por el canal, los productores y la protagonista. 




La crisis eterna de Supergirl 

 Desde que “Supergirl” se mudó a la CW sufre un eterno conflicto consigo misma ya que, aunque tiene como título “Supergirl”, la serie nunca parecía girar alrededor de ella y siempre hay alguien más que se robaba el show; primero fue Cat Grant, luego fue Superman, Alex, Lena Luthor, Mon-El, Lex Luthor, Nia, etc…Iniciando un mal pie en la CW, “Supergirl” también tropezó con la misma piedra que arruinó varias temporadas de “Arrow” y “The Flash”; tener demasiados personajes secundarios y convertirlos en superhéroes, con trajes y poderes. Ya que si bien se entiende en el caso de “Arrow”, porque se trata de un hombre con un arco que necesita soporte, en el caso de “Supergirl” no tiene coherencia. Supergirl tiene los mismos poderes que Superman y Superman no tiene un equipo que pelee con él. A todo eso hay que agregarle un problema extraño que padece “Supergirl”, como todas las series del Arrowverso, “Supergirl” está en el medio de la guerra de shippers, pero a diferencia de las otras series que le hacen caso al fandom más popular (Olicity y WestAllen), los guionistas de “Supergirl” no tienen ni idea cómo darle un interés amoroso a Kara ni tampoco saben escribir a una heroína soltera, entonces, mientras los demás personajes se enamoran y tienen relaciones estables, Kara/Supergirl solo está enfocada en “salvar” el mundo, pero debido a que Supergirl es increíblemente poderosa, los guionistas tampoco pueden escribir una amenaza que se sienta real. 



Una de las virtudes de “Supergirl”, durante sus dos primeras temporadas, era su habilidad de tomar posiciones políticas. Mientras “Arrow” era oscuro y realista (a su modo), “The Flash” se apoyaba en la fantasía de los metahumanos, el mayor fuerte de “Supergirl” eran sus paralelos tratando a los aliens como una alegoría de minorías maltratadas por la sociedad. No siempre era sutil, pero tenía una posición. Para la tercera temporada, los guionistas decidieron rendirse y simplemente repetir la misma idea en cada dialogo en lugar de desarrollar una historia que apoye su posición. Siguiendo la inconsistencia que le caracteriza, la última temporada de “Supergirl” no parece corregir ningún defecto previo e incluso ni si quiera parece haberse percatado que se trata de su última temporada y en sentido, cada episodio se siente genérico y sin emoción. Tampoco ayuda mucho que, durante la primera parte de la última temporada, su estrella haya estado ausente por su embarazo, pero el resto de su temporada, en lugar de reivindicarse, sigue sin presentar una evolución como personaje y como serie. Lo que es más triste es que personajes secundarios terminan opacando a la protagonista y también quitándole tiempo valioso para despedirse de manera apropiada. Mientras que “Arrow” hizo de sus últimos episodios una carta de amor para el fan que lo siguió durante 8 años con una historia que giraba alrededor de su héroe y el impacto que tuvo en la vida de los demás, “Supergirl” persigue tótems para enfrentar a una enemiga que ya sabemos que derrotará. Es como si la propia serie no estuviera consciente de que se va a acabar. Con ese preámbulo, el final se avizora apresurado y sin consistencia. 

La crisis de Black Lightning 

En enero del 2020, la CW también anunció que “Black Lightning” concluiría en su cuarta temporada. La serie protagonizada por Cress Williams nunca tuvo el crédito que se merecía, pese a ser una de las propuestas más interesantes de la CW. A diferencias de las otras series del Arrowverso, “Black Lightning” poseía una dinámica familiar acogedora y un héroe experimentado que sale del retiro cuando su cuidad se ve infestadas por mafia. En sus dos primeras temporadas tocó problemas sociales relevantes a la comunidad afroamericana. Lo genial de “Black Lightning” es que siempre tuvo una identidad propia que marcaba la diferencia con otras series incluso teniendo puntos en común. Por ejemplo, en el Arrowverso, que el equipo del héroe (cualquier héroe, Arrow, Flash, Supergirl) tenga poderes no tiene mucho sentido, no obstante, en “Black Lightning” que las hijas de Jeff tuvieran poderes, sí tenía todo el sentido del mundo porque no era algo que ellas deseaban, era algo que estaba en su ADN. De hecho, durante la primera temporada, Anissa (Nafessa Williams) y Jennifer (China Anne McClain) no están al tanto que su papá es Black Lightning y cuando lo descubren no se vuelven parte de su “equipo”, es más, el único soporte que tiene Jeff es Peter Gamby (James Remar). Después, porque por supuesto que iban a tropezar con la misma piedra, el equipo de Black Lightning comienza a crecer para incorporar a su propia familia y a otros personajes. 



El principal problema de la serie reside en Grace (Chantal Thuy), el interés amoroso de la Anissa. El personaje como tal tiene la misma consistencia que la narrativa de "Supergirl". Pero no es como si “Black Lightning” no supiera escribir historias de amor. Vamos, la CW consideró, por un breve momento, darle un spin off a Painkiller, uno de los personajes más complejos de la serie y él era el 50% de Painkiller y Thunder que eran algo así como Romeo y Julieta con poderes del Arrowverso, con una historia trágica y llena de obstáculos. Khalil Payne (Jordan Calloway) era un estudiante brillante hasta que fue herido de bala y quedó inválido, para volver a caminar se somete a un experimento y se vuelve una máquina de matar. En la tercera temporada, Khalil es reprogramado, esta vez por el ASA, y su misión principal es matar a los Pierce. Desde entonces, Painkiller (el asesino) y Khalil viven en un mismo cerebro y no puede acercarse a los Pierce porque podría dañarlos. La evolución de Khalil es increíble porque paso de ser un interés amoroso a ser uno de los villanos de la temporada para después buscar redención. En cambio, Grace… solo está allí por Anissa y aunque la serie hace el esfuerzo para darnos algún tipo de historia, no tiene buenos resultados, sus escenas son confusa porque ni ellos mismos saben cuál es el deal con Grace y eso es frustrantes. Pese a eso, Grace no perjudica a Anissa en ningún sentido. Anissa es un gran personaje y la serie entiende que ella es una de las protagonistas y Grace es parte del paquete. 



 “Black Lightning” pierde su identidad en la tercera y la cuarta temporada porque se aleja de su pueblo, no es que se desarrolle en otro lugar, solo que el pueblo se vuelve irreconocible porque es invadido por un grupo secreto gubernamental. Toda la historia del ASA y el inevitable retorno de Tobais es ridículamente decepcionante. De hecho, aquello que hacía que la serie fuera especial fue desapareciendo en cada episodio, pero para no quedar mal, pues, en el último minuto, todo se arregla. Eso hace que la serie termine de una manera apurada, incoherente por partes y sin un momento fuerte. El mayor riesgo que corre la última temporada fue el recasting temporal de Jennifer, pero fuera de eso, no hay sorpresas ni cambios de juegos. Lo único rescatable de la temporada final fue el episodio “Painkiller” ya que se trataba de un capítulo estuvo diseñado para ser la prueba de ensayo del spin off. Tenía un estilo diferente, mejor color, una historia más compacta y alejada del desorden de lo que era “Black Lightning”, pero relacionado a la familia Pierce porque Painkiller tenía que rescatar a Anissa. Había escenas que se desarrollaban en la cabeza de Khalil donde lo veíamos interactuar con Painkiller. Lamentablemente, la CW decidió negarle la luz verde y “Black Lightning” terminó sin pena ni gloria y sin tampoco un spin off que siga su legado. 

Superman and Lois, la nueva esperanza de la CW 

El gran estreno de este año fue “Superman and Lois”, una serie refrescantemente buena y lo suficientemente nostálgica y original como para ser la nueva serie emblemática de la CW. Esta serie, que parece una mezcla correcta de “Smallville” y “Black Lightning” con la fotografía de Zack Snyder, nos presenta una faceta poco vista del hombre de Acero; su vida familiar. Por esas características y por su calidad, superior en casi todos los sentidos a las demás en el Arrowverso, no parece ser de la CW. Y es que justamente, no es de la CW. “Superman and Lois” es una serie producida por HBO Max pero emitida por la CW. Durante sus primeros episodios, y pese a ser técnicamente el resultado de la “Crisis”, “Superman and Lois” parecía estar desconectado del Arrowverso. Incluso se dice que el piloto incluía una foto de Supergirl, pero esta fue removida como para mantener esta serie en su propia atmósfera. Si no fuera por el cameo de Diggle (David Ramsey), Superman y Lois bien podrían haberse desarrollado en su propio mundo y no habría queja. 



El plan original antes de la pandemia era que “Superman and Lois” tuviera un crossover en su primera temporada con “Batwoman”, pero el virus lo impidió, lo que en retrospectivas podemos considerarlo como una de las pocas consecuencias positivas del parón. Y si antes, “Supergirl” y “Batwoman” iban a ser la nueva columna vertebral de la nueva fase del Arrowverso tras la crisis, ahora, “Superman and Lois” es la única que lo sostiene. 

¿Nuevas crisis?

Como suele hacer anualmente, la CW ha renovado a la mayoría de sus series, entre ellas las del “Arrowverso”, por lo que “The Flash” regresara para una octava temporada, “Legends of Tomorrow” para una séptima, “Batwoman” para una tercera y “Superman and Lois” para una segunda, respectivamente. Sin embargo, todo parece indicar a que va a pasar un buen tiempo antes que tengamos otro megacrossover, pero sí tendremos un minicrossover. Esto de por sí es una buena noticia, aunque llega en un momento donde la gente está tan desilusionada con “The Flash” que el poco hype que hay se disminuye cuando recordamos lo que hicieron en el bodrio de la temporada siete. De hecho, desde hace un tiempo, “The Flash” perdió su chispa en la segunda temporada y desde entonces no ha sido capaz de recuperarla, es más tiene una crisis permanente de calidad y de identidad y comete siempre los mismos errores. Lo que hace esta situación más incomoda es el hecho que es el único show del Arrowverso que sobrevivirá más allá del 2021. Si lo pensamos bien, tras la crisis, al igual que Oliver Queen se convirtió en el Spectro, el Arrowverso se transformó en la Tierra Prime, o tierra CW, mejor dicho, y con ese título, considerando los estándares de la propia CW y su eterna batalla con la calidad de sus producciones, pues, no se puede esperar nada bueno. Para su mala suerte, llegaron otras crisis, ficticias, reales y mundiales, todas estas crisis han tenido como resultado que esta Tierra CW no haya podido explorar su potencial. Pero como cada crisis es también una oportunidad, en el caso de “Superman and Lois” eso lo beneficia bastante, pues, les permite seguir haciendo lo suyo alejado de los demás, mientras que las otras series sobreviviente del Arrowverso siguen en su camino cometiendo los mismos errores de siempre.... excepto “Legends of Tomorrow” que se ha vuelto demasiado loco para encajar con los demás.

viernes, 26 de marzo de 2021

#SnyderCut: El paragón de la justicia

Se podrá decir mucho sobre el “Snyder Cut”. Por supuesto, la opinión que se tenga sobre esta nueva y extensa versión de 4 horas de duración de “Liga de la Justicia” depende mucho de la subjetividad y de lo familiarizado que estamos con la formula impuesta por Marvel en lo que películas de superhéroes se trata, pero también de lo que sabemos de la historia detrás del denominado “Snyder Cut”. Lo que es cierto es que el “Snyder Cut” está ligado a una multitud de casualidades, entre batallas internas de poder, una tragedia familiar y el oportunismo de HBO Max, todo eso hace que este lanzamiento sea un triunfo extraño, único e irrepetible, tanto de Zack Snyder, de sus fieles seguidores y también, por qué no aceptarlo, de HBO Max




En un extenso artículo de Vanity Fair titulado "La Liga de la Justicia: La impactante, emocionante y desgarradora historia real del #TheSnyderCut" y en el video “la verdadera historia y polémica detrás del “SnyderCut” del Monitor Geek, se detallan los pormenores y el contexto en el cual surgió esta nueva versión de “La Liga de la Justicia”. El conflicto entre visiones de Zack Snyder y el estudio Warner Brothers fue un secreto a voces en la industria. Snyder no es el primer director que tuvo que luchar para prevalezca su visión, pero para su mala suerte, “Batman v Superman: el origen de la justicia” recibió malas críticas y un recibimiento tibio en el cine. En ese sentido, el estudio realmente necesitaba que “La Liga de la Justicia” reivindicara el magullado universo cinematográfico de la DC. En ese momento, en la Warner Brothers existía una lucha de poder ya que por un lado estaban la DC, los directivos del estudio, los productores y por el otro, Zack Snyder. Los enfrentamientos eran constantes y pese a la resiliencia de Snyder, el estudio le perdió la fe, pero Snyder no dejó de pelear hasta que su hija, Autumn, se suicidó. Es entonces que Zack Snyder decide dar un paso al costado y concentrarse en su luto. 



No es la primera vez que un director abandona un proyecto, pero generalmente, no es tan público. La WB decidió vender la narrativa que tras su tragedia familiar, Snyder le había dejado la posta a Joss Whedon, el creador de “Buffy” y “Firefly”, que venía de dirigir “Avengers” y “Age of Ultron”. Para el estudio, Whedon “arreglaría” “La Liga de la Justicia” y eso significaría un reboot del universo cinematográfico de la DC. En teoría, Whedon iba a complementar la visión de Snyder, pero en la práctica, Whedon rehizo la película, mando a volver a grabar ciertas escenas y agregó otras historias. Aquí es donde se origina el famoso caso del “mustachegate”, lo que debió ser un mal augurio. Como se sabe, el “mustachegate” se refiere a la barba de Henry Cavill en “Mission Impossible”. El estudio de Paramount prohibió a Cavill afeitarse, lo que complicaba los reshoots de “La Liga de la Justicia”, por lo que la Warner Brothers tuvo que borrar digitalmente esa barba, algo que costó muy caro y que no quedó tan bien que digamos. El ”mustachegate” sería una de las tantas razones por la cual “La liga de la Justicia” de Joss Whedon fracasó terriblemente. Ante las malas críticas, la WB sacó cuerpo e incluso Whedon también. Lo que sea que habíamos visto era un Frankstein extraño de Whedon y de Snyder. Lo que habíamos visto era culpa de la WB. Ante los ojos de sus fervientes fanáticos, Snyder era el “David” de la Goliat de la WB y la Goliat había cometido un gran error; había destrozado la versión de Snyder. Entonces, se comenzó una campaña a su favor porque estaba claro que Whedon no había continuado la visión de Snyder. “Relase The Snyder Cut” llegó a ser uno de esos movimientos en internet que consigue lo que quiere a través de la presión. El fandom, como el mismo Snyder lo ha aceptado, está compuesto por de todo, hay toxicidad, sí, pero también solidaridad. Se alquiló una pantalla en Nueva York demandando el Snyder Cut, pero la mitad del dinero que se gasto fue para una fundación en prevención del suicidio.




Si pudiéramos definir un momento en que las estrellas comenzaron a alinearse a favor de Snyder diría que fue cuando Ray Fisher (Cyborg) denunció los maltratos que había sufrido por parte de Whedon. Además, también acusó a los directivos de la WB de proteger a su nuevo director, aunque esa protección era más interés que convicción. Joss Whedon no “salvó” a la DC. Whedon hizo lo que sabe hacer, lo “whendorizo”; le metió colores y chistes pin pon. Ahora tras ver el “Snyder Cut”, es bastante evidente que todo lo incomodo de “La Liga de la Justicia” de Whedon fue producto de Whedon y aquella formula que le funcionó a Marvel no puede aplicarse a todas las películas esperando el mismo resultado. Lo que siempre ha necesitado la DC era diferenciarse de Marvel y, sin embargo, Whedon no conoce otro estilo más que el suyo. Las denuncias de Whedon se intensificarían a principios de este año con una carta escrita por Charisma Carpenter, la recordada Cordelia Chase en "Buffy" y "Angel", pero ese ya es otro tema. Para entonces, Whedon por su propio comportamiento, por sus propios clichés, estaba al otro lado del espectro, ya no era el director admirado, sino un cliché andando, ya no era ese creador genio, era un machista, pero, sobre todo, era responsable del fracaso de “La Liga de la Justicia”. El estudio también se convirtió en el enemigo principal de los fanáticos, pues, habían privado a Snyder de su visión. La campaña siguió adelante y cada vez tenían más apoyo, incluso del propio Snyder. En la Red Carpet de “La Liga de la Justicia”, Snyder le dijo a Kevin Smith que un modo de retribución que tuvo ante el aprecio expresado por la campaña del “Snyder Cut” fue publicar fotos y detrás de cámaras de la película, pero jamás se imaginó que el Snyder Cut pudiera ser una realidad. 




Y tenía razón, pues, que un director presente su montaje extendido suele sucede, pero que un director que ha tenido problemas por la interferencia del estudio sea capaz de mostrar su producto como siempre quiso es un caso imposible. De hecho, David Ayer, el director de “Suicide Squad”, que también vio mellada su visión por interferencia del estudio, también quiso hacer su campaña, pero no funcionó.



¿Por qué funcionó la campaña del “Snyder Cut”? 

 Para entender esto es necesario saber que Snyder es uno de los directores más amables de Hollywood. "En un momento de historias de creadores abusivos, Snyder es una anomalía", dice la nota de Vanity Fair. Esto es algo repetitivo, diversos actores y gente de producción han destacado el ambiente laboral del set con Snyder, en especial los involucrados en “La Liga de la Justicia", lo que contrasta con las experiencias que tuvo el mismo equipo con Whedon. Entonces, cuando algo malo le pasa a alguien bueno genera emociones más fuertes, cuando una injusticia le toca a alguien bueno, pues, necesita reivindicación. A esto hay que añadirle que el 2020 fue un año anómalo. Se desató una pandemia que llevó a acelerar los planes de las plataformas streaming y HBO lanzó HBO Max, que no es HBO GO, en realidad, aun hay mucha confusión respecto a HBO Max, pero el punto es que HBO Max no tenía mucho que ofrecer y tampoco contaba con el tiempo suficiente para desarrollar nuevos proyectos. En este contexto, Warner vio el potencial del “Snyder Cut” sobre todo por la publicidad gratuita y la oportunidad de hacer algo sin precedentes en su nueva plataforma. Es un win-win para todos. De ese modo, el “Snyder Cut” pasa de ser una anécdota a una de esas historias de resiliencia y reivindicación que tanto que encantan a Hollywood porque el “Snyder Cut” es básicamente la justicia divina solidarizándose con Snyder. 




 Nunca sabremos si es que esos críticos que ahora le dan un buen review al Snyder Cut, les habría gustado igual si no se supiera el periplo de Snyder. Lo cierto es que esas cosas tan Snyder que sacaban de quicio a sus críticos, como los slow motion, el estilo barroco, la solemnidad hortera, los planos estéticos, pero sombríos, ahora son vistos con otros ojos, quizás porque en comparación tiene más coherencia que la versión de Whedon. El mayor mérito del “Snyder Cut”, como lo señala este articulo de Slate, es que se atreve a arriesgar y se aleja bastante de las películas de Marvel. “La Liga de la Justicia de Zack Snyder” es un blockbuster con una personalidad, algo sumamente importante, pues, de las 20 películas de Marvel, solo la primera de “Ironman”, “Avengers”, “El Soldado de Invierno”, “Guardianes de la Galaxia” y “Thor Ragnarok” y “Pantera Negra” destacan por su personalidad, lo que Slate describe como “idiosincrasias y riesgos que indican las huellas dactilares de alguien en toda una obra de arte en lugar de un producto corporativo pulido y pulido”. En otras palabras, son las huellas del director lo que hace cool una película.  Para bien o para mal, Snyder puso los cimentos del universo cinematográfico de la DC y lo hizo con una propuesta que parecía ser la antítesis de lo que presentaba Marvel, su competencia más directa. Mientras que los héroes de Marvel eran personas con poderes extraordinarios, los de Snyder eran dioses que necesitaban reconectarse con su humanidad. Cabe resalta que Snyder es de esos directores que goza de un estilo propio, pero cuyas películas siempre terminan siendo vapuleadas por los críticos y ocasionando discordia entre los fanáticos. El “Snyder Cut” es un proyecto personal de Snyder pero también es una muestra de que pequeños detalles pueden cambiar una película, de ese modo, Cyborg se convierte en el corazón de la película, no se cosifica a Wonder Woman y la historia se siente más orgánica. ¿Tiene Fanservice? Por supuesto que sí, pero… ¿qué película de héroe no tiene un fanservice? Si fuera así, ahora mismo no habría un boom de cuentas en Youtube explicando los dichosos easter eggs. Sin embargo, el mejor guiño de la película no nace de un comic; se encuentra en un cartel que tiene como mensaje “Tú no estás solo”. Flash no está solo. Tampoco lo está Zack. Ni tu tampoco. Todos conocemos el contexto. Es difícil separar la historia detrás de la película de la propia película en especial cuando al final de la película aparece “Para Autumn”. 






Joe Manganiello (Deadstroke) calificó al Snyder Cut como un “experimento sin precedentesen la historia del cine, pero la verdad es que la WB jamás habría permitido el estreno de una película de 4 horas en el cine, sí en una plataforma streaming. Si la gente ve una temporada completa en un día, bien puede aguantar 4 horas. Por el momento, todos están disfrutando este evento raro y único, aunque la WB ya puso el freno descartando haya una secuela de Snyder, eso no ha impedido que la campaña “Restore the Snyderverse” haya resurgido en las redes. El actor Joe Morton, que le dio vida al Dr. Silas Stone, considera que la industria debe escuchar más a las campañas y debe “darle a la gente lo que quiere”. Pero según los estándares de la WB, la versión de Josh Whedon es canon, mientras que la de Snyder no. Además, la WB ha pedido que se refieran al Snyder Cut como “La Liga de la Justicia de Zack Snyder”. Decisiones que no se entienden y que no tienen sentido. 




Lo de Zack Snyder es un caso extraño. Si no fuera real, bien podría ser la premisa de una película de héroes, a la que tanto nos tiene acostumbrados Hollywood, esa donde el protagonista tiene una misión, pero se enfrenta a diferentes obstáculos y personas que frenan su esfuerzo, y cuando parecía que las cosas no podían ir peor, una tragedia personal lo obliga de alejarse de ese proyecto, después de un tiempo, las circunstancias se alinearon para que él pueda completar su misión, pero ya no se trata de solo una misión, es un proyecto personal. Por el momento, Zack, el director predilecto del internet, ha sido reivindicado, y hasta va a lanzar una versión en blanco y negro de su “Liga de la Justicia”.

martes, 16 de marzo de 2021

#GreysAnatomy: La insuperable muerte de Lucy Knight

El 11 de marzo, la semana pasada, “Grey’s Anatomy” volvió a matar a uno más de sus tantos doctores. Los que vamos siguiendo esta serie por más de una década ya estamos acostumbrados a estos “doctorcidios”, son algo así como su jugada favorita, su cliché preferido, su megahit. Así que ya estamos preparados; sabemos que alguien en algún momento morirá; puede ser en el primer episodio de la temporada, a la mitad de la temporada, en el regreso de la mitad de temporada o al final de temporada, como cliffhanger, la cosa es que alguien tiene que morir. La última víctima de “Grey’s” es Andrew DeLuca (Giacomo Gianniotti) y su muerte, pues, evoca demasiado a la muerte más impactante en las series médicas, una muerte que parece haber inspirado esta tendencia pero que nunca, no importa cuánto se intente replicar, jamás se podrá superar el impacto que tuvo esta muerte. Estoy hablando por supuesto de la muerte de Lucy Knight (Kellie Martin) en “ER”. 



Mucho antes que “Grey’s” convirtiera el matar médicos de la manera más karmática posible en algo habitual, en el 2000, “ER” emitió un episodio que hasta el día de hoy atormenta al espectador por mostrar uno de los momentos más chocantes en la historia de la televisión. “ER”, la serie médica más popular del momento, llegaba a un poco más de la mitad de su sexta temporada sin ningún giro inquietante, lo que era lógico, pues, su estilo se apoyaba en el realismo de la vida de los doctores de emergencia de un hospital. Quizás por eso, el episodio “Be Still My Heart” impactó tanto y es que entre los casos de emergencias que se vio en el capítulo, el que se tratara a un paciente esquizofrénico pasaba desapercibido. No había ningún misterio médico, ninguna conexión emocional, el máximo problema que había causado este paciente fue una breve discusión entre Lucy y John Carter (Noah Wyle). Sin embargo, el final del episodio nos presenta una escena traumatizante; el paciente termina apuñalando a Carter por la espalda y cuando este cae al piso, se nos revela que Lucy también ha sido apuñalada y que ha estado desangrándose durante un largo tiempo en el piso de esa habitación. La iluminación, la tensión, la actuación, el manejo del tiempo y muchas cosas más hacen de este momento “la escena” del episodio. Lucy agonizando y Carter perdiendo la consciencia es uno de los recuerdos más profundos y dolorosos de “ER”, que, hasta ese momento, no había tenido ninguna muerte tan impactante o si quiera brutal de sus médicos. 




El episodio siguiente “All in the Family”, la continuación de “Be Still My Heart”, comienza con la fiesta de San Valentín que es interrumpida luego que la Dra. Weiver (Laura Innes) descubre a Carter y Lucy en el piso desangrándose. El título del episodio hace referencia a lo que sucede después, todo el equipo médico se aboca a salvar a los dos. “Todo en familia”. Todo el esfuerzo, la desesperación y también la pena. Este episodio tiene la escena más desgarradora cuando Lucy termina muriendo antes de poder ser operada por segunda vez. La historia de la muerte de Lucy Knight cambió por completo “ER” y marcó un antes y un después en cuanto a muertes ficticias en series médicas. “ER” cruzó la línea; hizo lo impensable y desde entonces, nadie estaba seguro y los médicos podían morir de manera brutal. Aunque es imposible teorizar cuál hubiera sido el impacto si este capítulo hubiera sido emitido en tiempos de redes sociales, se sabe que más de 30 millones de personas vieron el episodio “All in the Family” en vivo y en directo y aun hoy, 20 años después, seguimos hablando de la muerte de Lucy como uno de los momentos más épicos de una serie que duró 15 años. En una reciente entrevista para Entertainment, Kelly Martin aseguró; 

“Definitivamente es un momento en el tiempo de la televisión que nunca podrá repetirse. Nunca volverá a ser así. Definitivamente no pensé en lo traumático que sería para la gente”.
 20 años después, se sabe que Kelly Martin decidió renunciar a la serie tras la muerte de su propia hermana en la vida real. Así que se construyó la historia de la partida de Lucy, la cual impactó significativamente en la historia de Carter, no obstante, nadie se podría haber imaginado que su salida se iba a convertir en uno de los momentos más importantes de la serie. 



Hay ciertos paralelos entre Andrew DeLuca y Lucy Knight. Lucy era una de los personajes secundarios favoritos de la serie y lo mismo se puede decir de DeLuca, los dos tuvieron una relación especial con sus mentores, Carter y Meredith, y los dos murieron en el hospital rodeados de doctores amigos que luchaban por salvarlos. Sin embargo, la gran diferencia de estas muertes es que, gracias a la escena de la playa, la partida de DeLuca no se siente tan traumática y en un año lleno de pérdidas mundiales con una pandemia que no termina nunca, ver a DeLuca reencontrarse con su madre en aquella playa/limbo es reconfortante porque al menos sabemos que alguien lo espera en el más allá y que no se fue solo. Mientras que en “ER”, no hay ninguna escena reconfortante respecto a la muerte de Lucy y la última escena que tenemos de ella es su cuerpo en una fría camilla del hospital. 



 De hecho, la incorporación de la playa, una suerte de limbo entre la vida y la muerte, en esta temporada de “Grey’s Antomy”, además de ser la excusa perfecta para no tener a su protagonista en coma toda la temporada, da un cierre sobrenatural a la historia de DeLuca. Sin mencionar que la playa/limbo es una libertad creativa que nos ha permitido volver a ver a los dos personajes más populares de la serie y que, en su momento, murieron de manera atroz, Derek y George, quienes sorpresivamente regresaron para reencontrarse con Meredith. Ahora, no ha tenido que pasar 20 años para saber que la muerte de DeLuca estuvo preparada para el final de la temporada 16, pero debido a la pandemia se paralizó la producción y la historia tuvo que postergarse. Sin la pandemia, no habríamos tenido la playa y sin la playa, pues, no habríamos tenido ese reencuentro que le deja un sabor agridulce a la muerte de DeLuca.



De todas las muertes en “Grey’s”, la de DeLuca es la más parecida que hemos tenido a la de Lucy Knight, ambos fueron apuñalados, aunque en circunstancias diferentes, pero no se trata de la más impactante. Por supuesto, aquí interviene la subjetividad, la muerte de George (T.R. Knight) casi hizo que deje de ver “Grey’s”, la de Derek (Patrick Dempsey), me fue indiferente, pero sí llegó a “romper el internet”, pese a que minutos antes ya se había filtrado la salida del actor de la serie, lo que en el mundo de Shondaland, es sinónimo de muerte, pero la de Lucy Knight, me tocó de una manera diferente y eso que lo vi en una de las tantas repeticiones que la WB emitía la serie por las tardes, pero en ese tiempo no habían redes sociales y por eso los spoilers estaban contenidos. Entonces, si bien seguía la serie que iba por la décima u onceava temporada sin Lucy, no sabía el por qué Lucy ya no estaba y jamás imaginé que una muerte pudiera tener tantas repercusiones en cuanto a historia, no solamente en la conmoción de suceso sino en el impacto psicológico que tuvo en Carter, cuyas consecuencias emocionales y físicas tras el apuñalamiento seguirían hasta el final de la serie. 



 Con 356 episodios y contando, “Grey’s” superó los 331 episodios emitidos de “ER” y le quitó el récord de serie médica más longeva de la televisión americana. En el récord de la tasa de mortalidad de doctores, ambas series están casi empatadas, aunque “ER” aún conserva la muerte más sádica gracias al helicóptero que mató al Dr. Romano. En el raking de las muertes más tristes de “Grey’s” se abre un espacio más para DeLuca, pero es posible que no alcance el top 5; cuyos espacios están reservados para Denny, Lexie, George, Mark y Derek. No quiero decir que “Grey’s” se está quedando sin médicos para matar, porque siempre pueden introducir personajes nuevos, no obstante, hay un gran chance que la decimoséptima temporada podría ser la temporada final. Según la showrunner de la serie Krista Vernoff, se está aproximando al final de temporada como a un potencial final de la serie. Y con los cameos que se han dado esta temporada, especialmente, el de Derek, se siente que la serie se está despidiendo. Así que no nos sorprendamos si la última víctima de la serie sea su heroína principal Meredith Grey después de una larga batalla contra el COVID-19... que si bien impactará y conmocionará, no superará la muerte de Lucy Knight.

miércoles, 10 de marzo de 2021

#KimmyvsTheReverend: Selecciona tu aventura

En el 2018, la pionera de las plataformas de streaming, Netflix, decidió dar un paso más allá para diferenciarse por completo de su cada vez más incrementada competencia. Para esto, presentó con bombos y platinos un episodio interactivo de la serie del momento “Black Mirror” que prometía, en primera instancia, ser el futuro de las series. Por ese entonces, “Black Mirror”, una de las producciones distópicas más populares en los últimos tiempos, comenzaba a tropezarse con una piedra gigante llamada "realidad" y es que esa mirada sórdida y siniestra de futuro deshumanizado que nos presentaba en cada episodio, cada vez se sentía más como una advertencia y no como ciencia ficción hasta el punto que la serie fue sobrepasada por acontecimientos reales. En un mundo cada vez más “Black Mirror”, “Black Mirror” decayó en calidad, pero aun contaba con ese plus de brindarnos giros alucinantes que nos rompían la cabeza, por supuesto, eso fue antes que esos giros se transformaran en un cliché predecible. Entonces, el capítulo interactivo funcionaría en teoría porque iba involucrar al propio espectador. En otras palabras; el espectador tenía el poder y podía ser parte de ese truco mágico del giro inesperado. 





Pero la teoría es una cosa y la realidad es otra. 

Black Mirror: Bandersnatch”, el episodio interactivo de “Black Mirror”, se admira más por el esfuerzo de querer concretar una idea revolucionaria que al igual que los autos voladores en “Volver al Futuro”, anhelamos que algún día se den, pero que con los prototipos de autos voladores que tenemos en la actualidad, agradecemos que todavía sean solo una buena idea. Lo mejor que se puede decir de “Bandersnatch” es que se sintió como un videojuego sin acción donde lo más interesante era descubrir ese giro marca “Black Mirror”. La comparación con los videojuegos es más que apropiada, incluso la propia historia expresaba gritos ese paralelo; “Bandersnatch” giraba alrededor de Stefan Butler, un joven que comienza a trabajar en una compañía de videojuegos en los 80’s y que se obsesiona en desarrollar un videojuego donde el jugador tiene la opción de elegir su propio camino. Y los momentos en el que el espectador tenía que elegir entre una opción u otra era casi como poner pausa a al juego, literalmente, Stefan se quedaba como congelado. 




En marzo del 2018, Netflix anunció que “Unbreakable Kimmy Schmidt” también tendría su especial interactivo, el cual se estrenaría en el apocalíptico 2020. El especial de Kimmy Schmidt se dejó disfrutar mucho más que “Bandersnatch”. Ya sé, obviamente, dirán que son cosas diferentes, las dos series no podían ser más diferentes entre sí, pues, una es una comedia y el otro es el spoiler alert del mundo real y quizás ese sea el punto. “Bandersnatch” era demasiado serio como para que la interacción funcione y tal vez, eso explica por qué “Kimmy Schmidt vs El reverendo” no se siente como un videojuego, sino como lo que es; una comedia. En cuanto a historia, “Kimmy Schmidt vs El reverendo” seguía la aventura de Kimmy (Ellie Kemper) en busca de las otras mujeres que fueron secuestradas por el reverendo (Jon Hamm), días antes de casarse con el príncipe Frederick (Daniel Radcliffe). Si uno elegía que Kimmy se case en lugar de ir a salvar a las víctimas del reverendo, el especial interactivo terminaba rápidamente. Pero a diferencia de “Bandersnatch”, los momentos en donde el espectador tiene que escoger entre una acción u otra no son pausas sino guiños humorísticos.



De hecho, el humor y la propia historia estaba consciente que la interacción con el espectador es parte de la broma. Cada elección del espectador tenía como recompensa una excentricidad clásica de Kimmy Schmidt y si tomábamos la decisión “incorrecta”, pues, también éramos “corregidos” por los mismos personajes porque estábamos eligiendo algo que no estaba acorde con lo que conocemos de Kimmy, Titus, Jaqueline, Lilian, ect. Y si bien, el humor le da un plus, tampoco estoy diciendo que todo especial interactivo necesita ser comedia, solo que tiene el chance de funcionar mejor, pero tampoco depende de eso. Un ejemplo es el especial interactivo “You vs. Wild”, en donde lo llamativo era poner a Bear Grylls en situaciones peligrosas. Nosotros elegíamos el camino que tomaba, lo que tenía que comer y su “supervivencia” dependía de nuestras decisiones y los que tenemos un lado oscuro queríamos verlo sufrir, mientras que los que tenían un espíritu más explorador, formaron parte de una aventura. Esa es la gracia de estas producciones, que uno seleccione su aventura, pero para esto, la aventura tiene que ser más que interesante, tiene que no solo atrapar al espectador, sino que envolverlo mucho más que una serie normal porque en una serie normal puedes chequear el celular, pero en una serie interactiva no deberías hacerlo.



 Pese a las críticas, creo que “Bandersnatch” fue la prueba beta que Netflix necesitaba para distinguirse, hasta el momento, es la única plataforma que ha producido varios especiales internactivos, pero era claro que no estaban buscando marcar una tendencia. Este tipo de producciones llevan más tiempo para desarrollarse, por eso, a Kimmy le tocó estrenarse en el año 2020, un año lleno de dolor debido a las pérdidas humanas por la pandemia ocasionada por el covid-19, un año clasotrofóbico en el que las plataformas se volvieron una válvula de escape de una realidad triste. De hecho, las series más vistas durante la pandemia han sido comedias. En ese sentido,  el especial interactivo de Netflix terminó siendo una de las mejores producciones en ese nefasto 2020. Tal vez es algo así como el ejemplo a seguir para futuras producciones interactivas que no es lo mismo que ser el futuro de las series. Está claro que el futuro de las series no estaría en la interacción, por lo menos todavía no y es posible que no lo sea nunca.