miércoles, 30 de octubre de 2019

#LegionFx: El final de una serie de Schrödinger

En pleno auge del boom de las series de superhéroes, “Legion” de Noah Hawley se presentó como un extraño placer de los ojos gracias a su icónico lenguaje audiovisual lleno de colores sicodélicos y música variada. Contar con un protagonista como David Haller, un poderoso mutante que sufre varias enfermedades mentales, les dio pie para crear una narrativa obtusa e innovadora. Tres bizarras temporadas después, “Legion” se despidió, quizás de manera tímida, pero con el mérito de imponerse como una de las series más originales más allá de su género. 



 La serie “Legion” tuvo una existencia bastante discreta. Pese a contar con actores de un peso importante, como Dan Stevens y una extraordinaria Aubrey Plaza, nunca contó con una gran audiencia ni tampoco se volvió en un fenómeno mundial, pero sí gozó de la confianza absoluta de FX materializada en libertad creativa. Las tres temporadas fueron halagadas por la crítica especializada por su marcada diferencia con las demás series del mismo género de héroes. Mientras otras producciones tenían una estructura definida, lo característico de “Legion” era una narrativa caótica que reflejaba el estado de su figura principal, un esquizofrénico que confundía lo que es real con sus propios delirios y alucinaciones. Sin embargo, ese mismo estilo a veces le pasaba la cuenta ya que parecía más interesado en su propia estética audiovisual que en contar una historia sólida o por lo menos medianamente coherente. Además, en cada temporada se ratifica una tendencia repetitiva en una larga escala. 




 El inadvertido final de “Legion”

 Para el final de la segunda temporada, “Legion” había hecho que su protagonista se transformara en el antagonista de su propia serie. Para poder detener los planes de David, que se supone destruirían el mundo, los buenos (Syd y los demás) y los malos (la organización y Farouk) se alían para dar de caza a David. Y como para hacernos la vida más complicada, a una trama que de por sí es confusa, la serie decidió agregarle viajes en el tiempo a su última temporada. El plan de David, con la ayuda de Switch (Lauren Tsai), una mutante que tiene el poder de viajar en el tiempo, consistía en viajar al pasado evitar la confrontación de su padre, Charles Xavier (Harry Loyd) y Farouk (Navid Negahban), y matar a Farouk para que jamás se aloje en su mente. 



 Los ocho episodios de la temporada final vuelven a ofrecer lo mejor y lo peor de la serie; una estética brillante, una estructura no lineal, batallas surreales, un ritmo pausado y episodios encapsulados. Es innegable que cada episodio de “Legion” tiene la posibilidad de ser un verdadero arte audiovisual o un episodio de relleno que aparentemente no aporta nada al arco general. Por ejemplo, todo “Chapter 25” se desarrolla en un plano astral donde Syd (Rachel Keller) es criada por Oliver (Jemaine Clement) y Melanie (Jean Smart). La composición del capítulo lo presenta como una suerte un cuento de hadas. Alguien podría argumentar que hay paralelos y metáforas entre el lobo, interpretado por el magistral Jason Mantzoukas, y David, pero lo más rescatable del episodio es la batalla de rap entre el Lobo y Oliver, un guiño a las batallas musicales de Farouk y David. 


Por su lado, el mejor episodio de la temporada es “Chapter 22” que cuenta la historia de amor entre Charles Xavier y Gabrielle (Stephanie Corneliussen), los padres de David. Ya conocemos a Xavier por los comics y por las películas de “X-Men”, que no tienen conexión con la serie, en “Legion”, la personalidad del Xavier no cambia varía mucho con la diferencia que esta vez lo vemos en una dinámica familiar. Xavier conoce a Gabrielle en un centro psiquiátrico, tal como David conoció a Syd, aunque en esta ocasión es Gabrielle la que carga el peso de sus traumas producto de la guerra. Entonces, entendemos que David como hijo de Gabriele y Xavier hereda los poderes de su padre y las enfermedades de su madre. La curiosidad de Xavier de encontrar otros mutantes como él lo lleva a separarse de su mujer que acaba de tener al bebé David. Lo que da paso a la historia que ya conocida; Farouk se enfrenta a Xavier, Xavier lo encierra en un plano astral y después Farouk se introduce en la mente de David. 



 Al final, después de varias batallas y viajes en el tiempo, Farouk del presente convence a Farouk del pasado a dejar en paz a David. El Farouk del presente quiere a David a su propio modo y ha llegado a una tregua con Xavier y David para que David obtenga lo que quería desde un principio; cambiar el pasado. Antes de eso, Farouk del presente conversó con Xavier revelándole la verdad de quién se ha convertido David y después el propio David confronta a su padre reclamándole por su abandono. En paralelo, Switch transporta a Syd a donde se encuentra Gabrielle y la convence de quedarse con el bebé David y sobre todo amarlo y protegerlo. Al constituirse una nueva línea de tiempo, en la cual David no fue dado en adopción y en cambio fue criado por sus padres biológico, todo comienza a desvanecerse y los últimos en desaparecer son David y Syd quienes están contemplando al bebé David. Cambiar el pasado significa un nuevo chance para David, por lo que Syd le aconseja que sea un buen chico. Después suena “Happy Jack” de The Who, la primera canción que escuchamos en la primera secuencia del primer episodio que nos presentó un resumen de la complicada vida de David; de un bebé pasó a ser un adolescente problemático que evidenciaba rasgos de paranoia y esquizofrenia.



 La conclusión es abierta a interpretaciones. Quizás David tuvo una mejor vida gracias a sus padres o tal vez no, teniendo en cuenta que nada garantiza que su estabilidad mental. No obstante, lo importante es que no solo David obtuvo su segunda oportunidad, también los demás, especialmente Syd ya que no volvería a conocer a David ni tampoco pasaría por el calvario de ser traicionada por él. 



Vale la pena mencionar que si bien Aubrey Plaza no estuvo presente en toda la temporada final, hay una escena en el “Chapter 23” en la que experiencia toda la vida de su hija desde que nació hasta que murió de vieja. Cuando David ofrece borrar su dolor, ella prefiere conservarlo. Hay que recordar que en “Legion”, Plaza ha tenido las escenas más divertidas y estrambóticas como Lenny, musical incluido, además, ha muerto en diferentes oportunidades así que elegir el dolor y el recuerdo es un momento conmovedor. 



 Así terminó “Legion”, una serie que fue más allá del prisma de las adaptaciones de superhéroes tanto en el plano temático como estético. Habría que preguntarse si es que volveremos a ver algo remotamente parecido luego de la adquisición de Fox por parte de Disney y la respuesta sería un probable no. En un balance, “Legion” era como el experimento del gato de Schrödinger en el sentido que era bueno y malo a la vez. Dependía de quién lo viera para considerarlo de un modo u otro. Pero sí algo podemos estar de acuerdo era que se trataba de una serie única en su naturaleza, tan extravagante como especial.

lunes, 21 de octubre de 2019

#TheHandmaidsTale T3: Las protagonistas 1x1

En la segunda temporada, “The Handmaid’s Tale” parecía gozar del sadismo impregnado en sus escenas hasta el punto que fue acusada de ser un “porno de tortura”. En la tercera temporada, a pesar de terminar en una nota raramente optimista, la narrativa masoquista no cambió y continuó desafiando la capacidad de aguante del espectador. Para bien o para mal, la serie sabe que el sufrimiento saca lo mejor de su elenco. Este es el uno a uno de las protagonistas de la tercera temporada.



 -Hell June!: La razón por la que la serie no quiere pasar mucho tiempo lejos de Elisabeth Moss es porque la mujer carga con la serie aun cuando la historia no siempre la favorezca. “The Handmaid’s Tale” se ha especializado en retratar del dolor de una forma artística, no es que sea totalmente explicito con la violencia, pero lo decora de una manera armoniosa. En esa composición, las tomas cerradas y los primeros planos de Moss, nos hacen ponernos en su lugar y junto a ella somos testigos de cosas repugnantes, incomodas e indignantes. Por ejemplo, en “Heroic”, June casi pierde la cordura tras pasar semanas acompañando a una criada con muerte cerebral que estaba siendo mantenida con vida para que dé a luz. Al igual que June, los espectadores también nos sentimos sofocados por lo aséptico del cuarto del hospital y por el trato inhumano de los doctores y de los demás con la criada Natalie (Ashleigh LaThrop). 



Si bien es cierto no todos los episodios son como “Heroic”, en todos tenemos a Elisabeth Moss brillando en medio de la miseria. Ya en los últimos capítulos, la June de Moss se siente más cómoda encabezando una misión casi suicida para salvar a los niños de Gilead trasladándolos a Canadá. La operación “Mayday” también es para vengarse de ese gobierno que ha hecho de su vida un infierno. Una característica que se ha incrustado en June es una retorcida perversidad. No puedes sobrevivir un lugar tan siniestro como Gilead sin contagiarte de la oscuridad y June ya está infectada. Ella es la razón por la que las criadas aislaron a Natalie lo que ocasionó que tuviera un brote de locura que terminó con los guardias disparándole. Asimismo, June eliminó los obstáculos que se cruzaron en su camino sin tener un ápice de remordimiento; dejó morir a Eleanor porque su inestabilidad podía poner en riesgo sus planes, manipuló y utilizó al Comandante Lawrence porque le era conveniente, mató al Comandante Winslow (Christopher Meloni) y a un guarda sin dudar y por necesidad, pero su victoria al final es empírica porque si bien los niños están a salvo aún falta su hija Hannah, la razón por la que se empecina en quedarse en Gilead. A diferencia de las temporadas anteriores, la próxima parece que tendrá a una June más activa y como cabeza de una resistencia que parece resistir en las penumbras. Lo mejor de todo es que después de dos temporadas de preguntarnos “Why, June, Why?” finalmente estamos de su lado con el grito “Hell June, hell!” 



-Emily, el retrato de una refugiada: El personaje de Alexis Bledel representa a los refugiados, a los sobrevivientes de dictaduras o gobiernos represivos, a los que lograron salir del infierno y como tal aún tiene muchas traumas emocionales y cicatrices físicas y psicológicas. El reencuentro con su esposa Sylvia (Clea DuVall) y su hijo en Canadá nos dio uno de los pocos momentos felices de la serie, pero como de “The Handmaid’s Tale” se trata, aún falta mucho para que Emily pueda reintegrarse a la familia o sentirse segura en un nuevo país. Cualquiera pensaría que esta temporada, Bledel tendría un trabajo más sencillo lejos de las torturas de Gilead, pero a Emily en realidad le toca una historia con una fuerte carga emocional. Emily es como un soldado que ha vuelto ha regresado de una guerra que aún no ha acabado.


 La única que entiende por lo que Emily ha pasado, por ella misma lo ha vivido, es Moira (Samira Wiley). En “Under his eyes”, las dos se encuentran y conversan sobre su vida antes de Gilead y después van a una manifestación juntas en protesta contra el gobierno canadiense que ha iniciado negociaciones con Gilead por la bebé Nicole. Por atacar a uno de los ministros, ambas terminan en la cárcel. Tras las rejas, comparten un dialogo sincero respecto a lo que tuvieron que hacer para sobrevivir a Gilead, Emily revela que mató a una esposa en las colonias y Moira retorna el favor confesando que mató a un Comandante. En esta escena, Bledel muestra a una Emily estoica que no se arrepiente de sus acciones, pero que sí teme en lo que Gilead podría haberla convertido, intuyendo el miedo de Emily, Moira responde que ella cree que son buenas. La serie necesita más escenas con Bledel y Wiley juntas ya que comparten una dinámica interesante que demuestra que salir de Gilead no significa liberarte de Gilead. Además, la historia se alejaría un poco del horror hacia la resiliencia de estas dos mujeres dándole aire al espectador. En el final de temporada, “Mayday”, Emily junto a Moria y Luke forman parte de los voluntarios que ayudan en la transición a las mujeres que logran salir de Gilead.



- La historia de origen de la tía Lydia: El personaje de Ann Dowd es uno de los más fascinantes de “The Handmaid’s Tale” básicamente porque mientras todos la vemos como una villana, ella se cree una heroína y una fiel creyente. De ese modo, la tía Lydia justifica sus acciones porque cree que lo que hace es correcto. En la tercera temporada, el episodio “Unfit” estuvo centrado en la “historia de origen” de Lydia y tuvo con claros paralelos entre Noelle, la madre soltera a la que Lydia ayuda y después traiciona, con June, pues, en ambos casos, Lydia pretende castigarlas para que aprendan la lección, sean buenas madres, pero sobre todo, sigan sus indicaciones. 



La relación que tiene la tía Lydia con las criadas es bastante compleja, es como una profesora que muestra su “cariño” con torturas aleccionadoras. La mujer puede ser bastante cruel, y lo es, sobre todo con sus criadas predilectas June y Janine, pero también siente cierta debilidad por ellas. Las pocas veces en las que Lydia baja su guardia es por ellas dos, a una le dio un parche para que no se sintiera fea y a la otra la acompañó Washington en donde se notó impresionada al ver a cómo eran tratadas las demás criadas. Dowd hace un fantástico trabajo con un personaje tan aberrante en todos los episodios, incluyendo “Unfit”, pero vamos, no es que Lydia necesitaba una historia de origen. No estamos viendo el génesis de una villana. Lydia siempre ha sido un personaje consistente y fácilmente podíamos adivinar que sus reacciones represivas se dan frente a lo que considera no es correcto en el comportamiento de una mujer. El gobierno de Gilead le dio lo que tanto anhelaba; un propósito claro, que en conjunto con el poder para imponer sus distorsionadas creencias, le dio la luz verde para ser tan desalmada como quisiera siempre bajo el argumento de aplicar disciplina para moldear a las criadas. En la próxima temporada será interesante ver qué pasara cuando se entere lo que pasó con los niños de Gilead, sobre todo teniendo en cuenta que quizás la más genuina relación que ha tenido ha sido con sus alumnos cuando era profesora. Yo creo que será muy difícil que algún día Lydia le dé la espalda a Gilead, y con lo sucedido al final de la temporada, podría volverse más brutal que nunca. 



-El enigma de Lawrence. Desde que vi “Get Out” se me hace difícil confiar en los personajes de Bradley Whitford, pero el Comandante Lawrence no podía ser tan malo verdad teniendo en cuenta al final de la segunda temporada ayudó a escapar a Emily y a June, aunque ella haya decidido quedarse. En la tercera temporada, poco pudimos descifrar al críptico personaje de Whitford. Esto es lo que sabemos de él: se trata del creador de Gilead, o sea, es el responsable de ese sistema diseñado en donde la mujer es relegada a ser la acompañante fiel y donde la criada solo es un objeto que debe procrear, pero lo más importante de Lawrence no es su poder, sino su kriptonita; Eleonor (Julie Dretzin), su esposa.


No está claro si la razón de la inestabilidad mental de Eleonor es producto del lugar, de la culpabilidad o si siempre estuvo enferma, como sea, ella se queda por él y él no puede salir de Gilead porque sería acusado de crímenes de lesa humanidad. Tampoco se sabe si es que Lawrence se arrepiente de su creación porque abrió los ojos o por simple conveniencia o lo siente por el estado de su mujer, pero cuando June es designada como su criada, parece que él mismo sabía que los problemas llegarían con ella. En ese sentido, la relación de June con Lawrence es simbiótica hasta evolucionar a una alianza estratégica e hipnótica. Después de perder a su mujer, ayuda a June en su plan de sacar a los niños de Gilead. Whitford rodea a Lawrence de un hermetismo impenetrable con una agenda indescifrable, sabemos lo que hace, pero no sabemos por qué. Tampoco sabemos qué fue de él tras ayudar a June ni qué será de él en la cuarta temporada. 




-Fred y Serena, karma is a bitch: En la segunda temporada parecía que Serena (Yvonne Strahovski) podía tener algún tipo de redención gracias al nacimiento de la bebé Nicole. En la recta final, tras sufrir los castigos de Gilead en carne propia, Serena hizo un enorme sacrificio al dejarla ir, pero no, la tercera temporada ratificó que es una terrible persona. Asimismo, Fred Waterford (Joseph Fiennes) es otra porquería de hombre que solo ve su propio beneficio incluso cuando eso significa perjudicar a su esposa. El arco principal de esta pareja estaba relacionado a la bebé Nicole, mientras Serena quería recuperarla a como dé lugar, Fred utilizaba la situación para avanzar en su carrera política. 



Como los villanos principales de la serie, el matrimonio Waterford se salió con la suya demasiadas veces, durante dos temporadas, no obstante, al final de la tercera el karma finalmente los alcanzó. Serena hizo un trató con el gobierno de Canadá entregando a Fred para poder estar cerca a Nicole y ya en Canadá, Fred delató a Serena con lo que ella también fue arrestada. Los dos se traicionaron entre sí. Realmente son una pareja hecha en el infierno. 



- Las martas, mi deus ex machina favorito: Siento que la serie misma no quiere ahondar mucho en las Marthas, pero lo que vimos es suficiente para ratificar que ellas son las verdaderas heroínas de la serie. Cuando la situación se pone imposible para nuestra protagonista, ellas llegan a su rescate. Hasta cierto punto diría que las Marthas son el “deux ex machina” favorito de la serie, pero eso es porque los productores prefieren que pasen desapercibidas como su estatus habitual en Gilead. No obstante, creo que si alguna vez llega a caer Gilead, gran parte del crédito será por el trabajo de hormiga de las Marthas. 



-Las criadas, el ejército ha despertado: La frase más icónica de la serie fue mencionada por June al final de la primera temporada: “Nunca deberían habernos dado uniformes si no querían que fuéramos un ejército”. Pero en realidad nosotros nunca hemos visto a un ejército per se. Hay una resistencia dentro de las criadas, pero como la historia siempre se enfoca en June, la resistencia está en un tercer plano. Sabemos que las criadas son unidas, están dispuestas a protegerse entre sí y también son capaces de a aislar al enemigo, como lo vimos con Natalie, pero en “Mayday” como nunca la frase de June se hizo realidad y tuvimos a un ejército en modo activado. Las criadas decidieron quedarse para proteger a June que había decidido ponerse como carne de cañón para que los niños pudieran salir de Gilead. En la secuencia final, al día siguiente de la operación “Mayday”, ese ejercito de mujeres con sus características túnicas rojas rescatan a June. En la cuarta temporada veremos si el ejército de criadas despertó por completo o solo por un momento. 



- Stabler gets stap! Seamos honestos, Christopher Meloni ocupa un espacio en nuestro corazón por darle vida a Elliot Stabler en “Law & Order SVU”. Tanto años lejos de la serie y aun sigo viéndolo como Stabler. En “The Handmaid’s Tale”, Meloni hizo del comandante George Winslow, uno de los hombres más poderosos de Gilead. Se hizo fácil odiar a Winslow desde el principio porque era demasiado ampuloso y se llevaba bien con Fred, razón suficiente para sospechar de alguien. Y más cuando Winslow felicita a Waterford por su estrategia política al utilizar a la bebé Nicole poner entre la espada y la pared a Canadá. La muerte de Winslow a manos del lapicero de June fue uno de los momentos más ridículos de la serie, pero si June no lo apuñalaba lo hacía yo. 


-Ay Canadá: Luego que Emily y la bebé Nicole llegaron a Canadá, pensamos erróneamente que estaban a salvo, pero el calvario continuaría debido a que Gilead reclamó que la bebé sea devuelta a sus “padres” y que se deporte a los traidores que lograron escapar la opresión. En realidad, Waterford ejecutó toda una campaña para victimizarse ante los ojos de la comunidad internacional. Entonces, Suiza se propuso como intermediario para solucionar la crisis desatada por el caso de la bebé Nicole. Al gobierno canadiense no le queda otra opción más que sentarse en una mesa de negociación con Gilead. Obviamente, esta situación no cae muy bien en los canadienses ni en los americanos en esas tierras. Los refugiados no entienden por qué el país que los acogió, y que conocen de las barbaridades que suceden en Gilead, se sientan a dialogar buscando “soluciones diplomáticas”. Por supuesto, Canadá en la ficción de la serie retrata de manera realista la forma en la que gobiernos reales tratan con dictaduras y autocracias pese al sufrimiento de su propia gente. Veamos por ejemplo, el papel bochornoso y pasivo que la ONU ha tenido frente a la crisis de Venezuela. Del mismo modo, la historia de Canadá también muestra la vulnerabilidad de los refugiados y la inacción del país que los recibe para protegerlos. Al final, como para darnos una cuota de esperanza, los niños y niñas de Gilead llegan a Canadá, aunque aún falta por ver la reacción de Gilead.


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martes, 15 de octubre de 2019

#TheHandmaidsTale T3: Brillos de esperanza y pequeñas victorias

Está en la naturaleza de “The Handmaid’s Tale” tener un ritmo lento, componer de manera estética e hipnótica la miseria de Gilead y el martirio de la vida de las criadas. Hay quienes han calificado a la serie como “porno de tortura” y quienes han defendido la rudeza de escenas que vemos porque estas se registran en la vida real. Se puede decir que la serie necesita hacernos sentir incómodos, impotentes e incluso asqueados, no obstante, la pregunta ahora es hasta cuándo, teniendo en cuenta que en la segunda temporada, “The Handmaids tale” se topó con su talón de Aquiles.



 El problema principal de la serie se hizo evidente cuando después de luchar por salir de Gilead, June (Elisabeth Moss) decidió quedarse por su hija Hannah pese a que tenía el chance de huir con su otra hija Nicole a Canadá. Hay cierta lógica emocional en la decisión de June, pero también se reveló un secreto a voces y es que si June sale de Gilead, ya no hay más qué contar, por lo menos, para “The Handmaid’s Tale” porque para ellos la serie es June/Elisabeth Moss. Por supuesto, este problema tiene una solución muy simple, pero eso implicaría trasladar el protagonismo a otro personaje que no sea June. De hecho, en la segunda temporada, parecía que los personajes que no teníamos en pantalla tenían una mejor historia que June considerando que las Marthas organizaron un plan para ayudar a escapar a June y Emily (Alexis Bledel) y otro grupo de las criadas organizaron un atentado. En otras palabras, se desarrolló fuera de la pantalla el comienzo de la revolución que podría terminar con la caída de Gilead y la razón por la que no lo vimos es porque “The Handmaid’s Tale” está empecinado con hacer de June la heroína de la historia. 



Y finalmente pasó algo 

 La tercera temporada continúa traumándonos con lo horripilante que es Gilead siendo el viaje a Washington (“Household) uno de los momentos más escalofriantes y sórdidos de la serie al presentar una criada con la boca cosida con metal. Asimismo, en “Heroic” pasamos un episodio muy claustrofóbico con June acompañando a una criada que está siendo mantenida con vida pese a tener muerte cerebral solo para que dé a luz. También seguimos confirmarnos lo terribles que son el comandante Fred Waterford (Joseph Fiennes) y su esposa Serena Joy (Yvonne Strahovski), pues, aprovechándose que la bebé Nicole llegó a Canadá de manera ilegal, Waterford pretende utilizarla para impulsar su carrera política logrando establecer una mesa de negociación con diferentes países y Serena presiona a Fred para buscar un modo de estar en la vida de Nicole. 

Pregunta al aire: ¿Cómo come?

El episodio más claustrofóbico: "Heroic"


 A la par tenemos a una de las pocas personas decentes de Gilead; Eleanor Lawrence (Julie Dretzin), la mujer del enigmático Comandante Joseph Lawrence (Bradley Whitford), el hombre que creó Gilead, y cuyo castigo es mantenerse en un lugar donde su esposa que es mentalmente inestable no puede tener el cuidado médico que necesita. Con un halo de misterio, Lawrence ayudó a escapar a Emily y después se convirtió en un aliado estratégico para June. En el centro de la historia de nuevo está June y su plan Mayday que tiene como objetivo sacar a los niños de Gilead con ayuda de Lawrence, de las Marthas y de las criadas. Esta historia quizás sea una respuesta a la crítica de la temporada pasada cuando daban vueltas sobre su misma cola y parecía que lo único que quería la serie es seguir explorando la brutalidad de Gilead. Ahora se cuenta con un propósito claro; June es la cabeza de la resistencia y tiene un plan. En pocas palabras, por lo menos pasó algo. Al final de la temporada, June logra poner a los niños en un avión a Canadá, aunque después le disparan y las criadas la encuentran medio viva a pleno bosque al día siguiente. 

 La frase de la temporada: "But maybe We're stronger the we think we are"


 Oh, Canadá 

 Canadá era el lugar seguro para los que lograban escapar Gilead, pero en la tercera temporada vimos su lado “oscuro” o mejor dicho, su lado político. Debido a su aplicada “diplomacia”, Canadá se vio a obligado a caer en el juego de Fred accediendo al dialogo y negociando términos para que solucionar la crisis ocasionada por la bebé Nicole. Tal vez se prestaron a la pantomima para obtener información sobre Gilead o quizás la serie quiso presentar un retrato de los gobiernos democráticos que se reúnen con representantes de dictaduras ignorando el sufrimiento del pueblo. El momento más satisfactorio de la temporada (y de la serie) es cuando Fred es arrestado por las autoridades de Canadá luego de ser traicionado por Serena, que había logrado un trato con el gobierno para poder estar cerca de Nicole, y luego Fred traiciona a Serena y ella es arrestada por haber forzado a Nick a tener sexo con June para que se embarace. Ratificando una vez más que son de lo peor. Lo importante es que por primera vez en mucho tiempo la serie hizo un énfasis en que la justicia tarda, pero llega. 

El momento más satisfactorio de la serie


¿Y ahora qué? 

 Obviamente, June no va a morir y su historia continuara en la cuarta temporada. Por fin, “The Handmaid’s Tale” logró lo que tanto se propuso desde la primera temporada e hizo de June una revolucionaria dispuesta a matar y morir por la causa. June mató a la esposa del comandante Lawrence porque suponía un peligro para su plan, también mató al comandante George Winslow (Christopher Meloni) y estuvo dispuesta a sacrificarse para que los niños tuvieran el chance de escapar. En el plano narrativo, la decisión de June de quedarse tiene más coherencia; se queda por Hannah pero también para derrocar a Gilead. Ahora sí podemos decir con toda certeza que ella es la lideresa que las criadas merecen y necesitan. Y más cuando lo que se viene son las repercusiones del plan Mayday. 



Mientras Hulu quiera continuar con la serie no veremos a Gilead caer pronto. Con una narrativa que avanza a paso de tortuga y que se especializa en la crudeza estética, lo que se avecina luego que Giliead se despierte sin niños no va a ser nada bonito. Asimismo, si bien Gilead está más aislada que nunca y sus líderes más oportunistas, como Winslow y Waterford, ya no están, eso no significa que no pueda llegar alguien mucho más radical y enfermizo al poder. La tercera temporada ha sido bastante consistente a lo que “The Handmaid’s Tale” nos tiene acostumbrados, pero ya en sus últimos episodios, con “Sacrifice” y especialmente con “Mayday”, el panorama lúgubre de la serie gozó de brillos de esperanza, pequeñas victorias y acabó de una forma optimista con los niños llegando a Canadá y una Martha revelándole a Luke (O. T. Fagbenle) que June lo hizo posible. Por supuesto, ya vendrá la oscuridad de nuevo.

lunes, 7 de octubre de 2019

#GreysAnatomy: 16 años de vigencia

Se estrenó en Estados Unidos, la decimosexta temporada de “Grey’s Anatomy”. Actualmente, “Grey” ya superó a “ER” en números de episodios y es la serie médica más longeva en la historia. Con más de 15 años al aire, muchos podrán decir que sus mejores historias están en el pasado, pero no es así. Krista Vernoff, showrunner de la serie desde la temporada 14, ha seguido el camino trazado de Shonda Rhimes quien también ha insertado problemas sociales y hasta políticos en “Greys Anatomy”. Aquí los momentos más poderosos de las últimas temporadas.



 -Un sistema roto 

En el último capítulo de la temporada 15, “Jump into the Fog”, Andrew DeLuca (Giacomo Gianniotti) termina en la cárcel por proteger a Meredith Grey (Ellen Pompeo) ante las autoridades. La doctora utilizó el seguro de su hija para cubrir los gastos de la cirugía de una niña que no tenía los medios para pagar al hospital y su novio decidió cubrirla cuando el caso se descubrió. Como Meredith es una mujer terca y tenaz, confesó su verdad y en la nueva temporada no solo está enfrentando las consecuencias de sus acciones, sino que ha decidido escribir sobre las injusticias que ve en el sistema médico ya que las personas con menos recursos no pueden tratarse. 



 -El pasadizo del resguardo 

 El momento más icónico de la temporada aparece en el episodio “Silent All These Years”. Jo Wilson (Camilla Luddington) trata a una mujer que ha sido abusada sexualmente a la par que se revela que ella misma es producto de una violación. “Grey’s Anatomy” se ha caracterizado porque sus doctores empatizan con el paciente hasta el punto que muchas veces van más allá de lo que está establecido profesionalmente por el bien de ellos. Cuando Jo se da cuenta del verdadero sufrimiento de la mujer hasta todo lo posible para estar a su lado y acompañarla por el frío proceso de obtención de evidencias por si algún día decide presentar una denuncia. La mujer no quiere ver a ningún hombre y por eso es tratada solo por mujeres. Casi al final del episodio, las enfermeras y doctoras forman una fila para resguardar a la paciente en su traslado a la sala de operaciones. El mensaje es claro; ella no está sola. Al final del episodio, Teddy Altman le dice que a Jo que la forma en la que actuó debería ser parte del protocolo para este tipo de casos ya que el protocolo actual además de revictimizar a las víctimas no tiene en cuenta el momento traumático y las emociones que tiene que enfrentar una mujer antes de presentar una denuncia.



 -El perdón necesario

“Good Shepherd" fue el episodio centrado en Amelia, uno de los personajes más complejos de “Grey’s Anatomy”. Si hay algo que ha marcado la vida de Amelia (Caterina Scorsone) es la tragedia; ella vio morir a su papá cuando era solo una niña, perdió a su pareja, tuvo un bebé que falleció porque nació sin cerebro y su hermano falleció en un accidente automovilístico. Además de todo eso, siempre ha tenido una relación complicada con su familia. Al final del capítulo, Mamá Sheperd tiene una conversación sincera como Amelia y se disculpa por haberla alejado después de la muerte de su esposo. “If you don’t think you’re worthy of love, you’re wrong” (Si no crees que mereces amor, estás equivocada), se trató de una frase poderosa que Amelia necesitaba escuchar ya que siempre de una u otra forma ella sabotea todas sus relaciones al creer que está rota. Quizás esta disculpas sea el punto de partida para construir una mejor relación con Mamá Sheperd. 



 -La conversación con Tucker 

En la temporada 14, el capítulo “Personal Jesus”, los doctores tuvieron que tratar a un niño afroamericano baleado por un policía que creía que estaba robando cuando lo que hacía en realidad era meterse a su casa tras haberse olvidado sus llames. De ese modo, se abordó el prejuicio y el abuso policial, un problema muy sentido en EEUU. Al final del episodio, Miranda Bailey (Chandra Wilson) tiene “la conversación” con su hijo Tucker para que sepa cómo reaccionar si es detenido por la policía. 



 En “Personal Jesus” también comenzó la “crisis de fe” de April Kepner (Sarah Drew). Si bien se trata de un arco bastante irregular, de cara a la abrupta salida de la actriz de la serie, la reconciliación de April con su religión se dio luego de una conversación deontológica con un rabino. 



 -Dejando ir a una soñadora 

 En “Beautiful Dreamer”, dos agentes de ICE buscan a Sam Bello (Jeanine Mason) para deportarla. Meredith y Bailey evitan que las autoridades la encuentren argumentando que está en la sala de operaciones, mientras tanto van buscando una manera de solucionar el problema de los papeles de Bello, pero al ver que es legalmente imposible Bello termina en un avión a Suiza para trabajar con Cristina Yang. El episodio sirvió como despedida a la actriz, quien se iría a protagonizar “Roswell New Mexico” tras su breve participación en “Grey’s Anatomy”, pero el personaje Sam Bello sirvió como la representación de los denominados “soñadores”, aquellos jóvenes y niños sin documentos y papeles a los que se les solía permitir residir legalmente en Estados Unidos. El capitulo se dio en medio de la decisión de Donald Trump de eliminar la ley que protegía a los “soñadores” y que tendría como consecuencia la deportación de jóvenes y niños a países que no conocen. 


 -El arco “MeToo” 

Una historia importante en toda la temporada 14 fue el legado oscuro de Harper Avery, el abuelo de Jackson, pues él acosó sexualmente a varias doctoras y su fundación lo ayudo a ocultar todo. El escándalo Avery se convirtió en una pesadilla de relaciones públicas para la familia de Jackson (Jesse Williams) y para el propio hospital. La resolución de esta historia quiere aportar un poco de positivismo tras un periodo negro, Jackson decide cambiarle de nombre a la fundación Avery y crear un nuevo legado sostenido en el profesionalismo de su madre Catherine Fox ( Debbie Allen). El movimiento “MeToo” obviamente inspiró este arco enfatizando que casos de abusos de poder se pueden encontrar en todas las profesiones incluyendo la noble profesión de la medicina.



 -Enfrentando el pasado 

En la temporada 13, “True Colors” comenzó una de las historias más intensas de la serie: la confrontación de Jo con su exesposo quien la maltrató durante años. Jo tuvo que cambiarse de nombre para alejarse de Paul (Matthew Morrison) y verlo de nuevo la afecta demasiado, pero no se deja amilanar ya que sabe que lo que le pasó a ella le está pasando a la nueva pareja de él. Quizás esta historia peca de fantasiosa ya que Paul muere tras golpearse la cabeza, pero la serie brilló en el plano psicológico mostrando las cicatrices emocionales que trae el abuso doméstico incluso muchos años después de haberlas vivido.


-La importancia de la salud mental

 En la temporada 15, Jo vuelve a caer en una depresión fuerte tras enterarse de su origen al buscar a su madre biológica y enterarse que es producto de una violación. Meredith la alienta a buscar ayuda profesional. Ya antes en varias temporadas hemos visto a Bailey lidiar con la ansiedad y también varios personajes como Jo han caído en depresión y otros han sufrido de estrés post traumático, especialmente, Owen (Kevin McKidd), producto de su tiempo en la guerra. Se ha hecho énfasis en todas estas historias de la importancia de un tratamiento profesional en la salud mental. 



En una era donde cada mes aparecen nuevas series que se convierten en fenómenos efímeros, pocas son las series han traspasado la barrera de los 10 años y son mucho menos las que han logrado mantenerse vigentes en un mismo horario estrenando un episodio por semana sin desgastarse. De hecho, solo “Grey’s Anatomy” y “Law & Order SVU” comparten el record de ser las series más longevas sobreviviendo la transición a la era digital y manteniendo el ritmo de un promedio de 20 episodios por temporada. 16 años y contando, “Grey’s Anatomy” no solo sigue vigente, sino que aprovecha sus tramas para reflexionar sobre temas importantes. Antes de su quinceañero, ABC ya había renovado la serie por dos temporadas más, la 16 y la 17, y todo dependerá de las negociaciones para ver si continuará o no, pero todo parece indicar que “Greys” aún tiene que cuerda que jalar y dramas que explorar.

miércoles, 2 de octubre de 2019

#Yesterday: El mundo sin los Beatles, pero con su música

La película "Yesterday" del director Danny Boyle cuenta la historia de Jack Malik (Hamish Patel), un músico sin éxito que, luego de un fenómeno mundial, parece que es el único que recuerda la música de los Beatles y aprovechándose del magistral repertorio de los cuatro de Liverpool, Jack se vuelve famoso. 


 Al ser una rom-com, "Yesterday" no profundiza demasiado en un mundo sin los Beatles, más bien su humor se vale de referencias y guiños de los Beatles en un mundo sin ellos. Los mejores momentos de la cinta están relacionados a las búsquedas de Jack en Google de cosas que no existen como consecuencia de la ausencia de los Fab Four. El dilema principal de la película es que Jack quiere ser reconocido por su talento, pero solo se convierte en una sensación cuando presenta las canciones de los Beatles como si fueran suyas. Entonces, el éxito llega, pero él se siente como un fraude porque obviamente las canciones, consideradas excelentes composiciones, no son de su creación. 



 La película termina con un final feliz con dos giros interesantes; un John Lennon de más de 70 años hace un pequeño pero importante cameo y jamás realmente puede revertirse ese fenómeno mundial que eliminó a los Beatles de la historia. En un concierto, Jack confiesa que no es autor de ninguna de las canciones y las libera de forma gratuita para que puedan ser disfrutadas por todos. Y por supuesto, Jack le declara su amor a Ellie (Lily James), su mejor amiga y representante, y se queda con ella. 



 El legado de los Beatles 

“El Comercio” hizo un artículo sobre las cinco cosas que no hubiesen existido si no fueran por los Beatles, entre los cuales se encuentran el rock de estadios, el disco como objeto artístico y las técnicas de grabación. En el mismo sentido, en la película “Yesterday”, con los Beatles desaparecen la Coca-Cola y los cigarros. ¿Por qué? Uno puede teorizar que sin los Beatles ninguno de estos objetos hubiera alcanzado la popularidad necesaria para sobrevivir. Coca-Cola, adherida a los grandes momentos de la cultura pop, habría perdido de manera contundente su eterna batalla marketera con Pepsi y respecto a los cigarros, pues, es probable que nadie hubiese puesto de moda el cigarro como un producto masivo. El punto de estas misteriosas desapariciones es enfatizar que el nivel de influencia de esta legendaria banda va más allá de la música, aunque la música siempre va a ser su legado principal. 



 El primer tema que toca y canta Jack en la película es “Yesteday”, el nombre de la cinta, y lo hace porque le acaban de regalar una nueva guitarra. Para Jack, “una buena guitarra amerita una buena canción”, la frase denota la admiración de Jack tanto por la canción como por la banda. Quizás la música de los Beatles es la razón por la que Jack decidió ser un cantautor porque una buena banda es capaz de inspirar y alentar a nuevos artistas. Más adelante, el filme vuelve a resaltar la relevancia de los Beatles en la escala musical luego que Jack descubre que Oasis también ha desaparecido. Los hermanos Noel y Liam Gallagher consideran que su banda es el heredero artístico del cuarteto de Liverpool. La influencia de los Beatles en Oasis es innegable, la música de Oasis suena como la de los Beatles y su estética recuerda al estilo mítico de los Fab Four. Hace unos años, Noel Gallagher se atrevió decir que ellos iban a ser más grandes que los Beatles. Por eso, obviamente, en la película, los Beatles no existen y tampoco ellos. El momento en el que Jack busca Oasis en Google y salen puras imágenes de ocasos es un chiste muy elegante. 



 Una de las secuencias más graciosas de la cinta muestra al equipo de la disquera criticando los títulos de los discos más famosos de los Beatles y la razón por la que esos conceptos no funcionarían el día de hoy; “Sargent Peppers Lonely Hearts Club Band” es muy largo, “Abbey Road” solo es una calle y “White” podría ser considerado “racista”, y sin embargo, las canciones y el gusto por las mismas se mantienen atemporales y universales sin importar el contexto en el que se escuchan. ¿Por qué? La respuesta es sencilla; el mensaje esencial, el alma de la música de los Beatles, pueden ser resumidas en tres palabras: amor, paz y felicidad. La mayoría de las canciones de los Beatles logran trasmitir esas tres palabras a quien lo escuche. 


La ucronía de Lennon 

Siendo una película sobre los Beatles, cualquiera pensaría que se iba a aprovechar la ocasión para juntar a los dos sobrevivientes de la banda, Ringo Starr y Paul McCartney, no obstante, aunque hay mención, solo podemos ver un pie de cada uno de ellos. Una explicación podría ser que la simple presencia de ambos iba a ser un factor distractor dentro de la película y también se hubiera restado el elemento mágico de ese mundo sin los Beatles.


Siguiendo la línea de la película, si los Beatles no existieron como tal, significa que Lennon no hubiera muerto tras ser baleado por Mark Chapman. En la película, ver de nuevo a John Lennon (Robert Carlyle), quien tiene ahora 78 años, es reconfortante, pero al mismo tiempo la escena va acompañada con cierta controversia. El encuentro de John con Jack es un paralelo a un encuentro similar que tuvo John con un veterano de Vietnam, un momento inédito revelado en el documental “John y Yoko: Above us only sky” que se puede ver en Netflix. En ambos encuentros, el ficticio y el real, Lennon compartió un momento sincero con estas dos personas completamente extrañas a él y transmitió un poco de sabiduría a través de su simpleza intrínseca.





 La ucronía de Lennon que presenta “Yesterday” es una imagen poderosa que nos hubiera gustado ver en la realidad, pero que solo es posible en la ficción. Si cada película tiene un momento crucial que es recordado, en “Yesterday” ese momento es Lennon, un Lennon que jamás fue famoso, que jamás compuso “Imagine”, pero que sobre todo jamás fue asesinado. Sin ahondar mucho en su vida, Lennon da a entender que ha sido feliz en todo este tiempo y que esa felicidad ha tenido como base las cosas sencillas de la vida. La reflexión de Lennon es la epifanía que Jack necesitaba para entender lo que quiere realmente en la vida y por eso confiesa la verdad y tras declararle su amor a Ellie sienta cabeza con ella. 



La otra cara de la moneda de “Yesterday” podría ser la novela “Karma instantáneo para John Lennon” de Arturo Delgado Galimberti que tiene como centro a un John Lennon que vive bajo la sombra de Paul McCartney, quien es asesinado por un fanático enfermo. Este Lennon está en plena crisis existencial porque su arte no es apreciado y porque no supo apreciar las cosas sencillas de la vida. Se trata de otra ucronía interesante que vale la pena mencionar y recomendar. 


La otra cara de Yesterday: Karma instantáneo para John Lennon

 “Yesterday” se deja disfrutar por su simpleza y por su rebeldía al no seguir los patrones establecidos, en otra película se habría deshecho el fenómeno mundial y restablecido a los Beatles, pero aquí se prefiere dejar de lado las explicaciones, para centrarse en el verdadero corazón de la encinta; la música de los Beatles y a las cosas sencillas de la vida.