Está en la naturaleza de “The Handmaid’s Tale” tener un ritmo lento, componer de manera estética e hipnótica la miseria de Gilead y el martirio de la vida de las criadas. Hay quienes han calificado a la serie como “porno de tortura” y quienes han defendido la rudeza de escenas que vemos porque estas se registran en la vida real. Se puede decir que la serie necesita hacernos sentir incómodos, impotentes e incluso asqueados, no obstante, la pregunta ahora es hasta cuándo, teniendo en cuenta que en la segunda temporada, “The Handmaids tale” se topó con su talón de Aquiles.
El problema principal de la serie se hizo evidente cuando después de luchar por salir de Gilead, June (Elisabeth Moss) decidió quedarse por su hija Hannah pese a que tenía el chance de huir con su otra hija Nicole a Canadá. Hay cierta lógica emocional en la decisión de June, pero también se reveló un secreto a voces y es que si June sale de Gilead, ya no hay más qué contar, por lo menos, para “The Handmaid’s Tale” porque para ellos la serie es June/Elisabeth Moss. Por supuesto, este problema tiene una solución muy simple, pero eso implicaría trasladar el protagonismo a otro personaje que no sea June. De hecho, en la segunda temporada, parecía que los personajes que no teníamos en pantalla tenían una mejor historia que June considerando que las Marthas organizaron un plan para ayudar a escapar a June y Emily (Alexis Bledel) y otro grupo de las criadas organizaron un atentado. En otras palabras, se desarrolló fuera de la pantalla el comienzo de la revolución que podría terminar con la caída de Gilead y la razón por la que no lo vimos es porque “The Handmaid’s Tale” está empecinado con hacer de June la heroína de la historia.
Y finalmente pasó algo
La tercera temporada continúa traumándonos con lo horripilante que es Gilead siendo el viaje a Washington (“Household) uno de los momentos más escalofriantes y sórdidos de la serie al presentar una criada con la boca cosida con metal. Asimismo, en “Heroic” pasamos un episodio muy claustrofóbico con June acompañando a una criada que está siendo mantenida con vida pese a tener muerte cerebral solo para que dé a luz. También seguimos confirmarnos lo terribles que son el comandante Fred Waterford (Joseph Fiennes) y su esposa Serena Joy (Yvonne Strahovski), pues, aprovechándose que la bebé Nicole llegó a Canadá de manera ilegal, Waterford pretende utilizarla para impulsar su carrera política logrando establecer una mesa de negociación con diferentes países y Serena presiona a Fred para buscar un modo de estar en la vida de Nicole.
Pregunta al aire: ¿Cómo come?
El episodio más claustrofóbico: "Heroic"
A la par tenemos a una de las pocas personas decentes de Gilead; Eleanor Lawrence (Julie Dretzin), la mujer del enigmático Comandante Joseph Lawrence (Bradley Whitford), el hombre que creó Gilead, y cuyo castigo es mantenerse en un lugar donde su esposa que es mentalmente inestable no puede tener el cuidado médico que necesita. Con un halo de misterio, Lawrence ayudó a escapar a Emily y después se convirtió en un aliado estratégico para June.
En el centro de la historia de nuevo está June y su plan Mayday que tiene como objetivo sacar a los niños de Gilead con ayuda de Lawrence, de las Marthas y de las criadas. Esta historia quizás sea una respuesta a la crítica de la temporada pasada cuando daban vueltas sobre su misma cola y parecía que lo único que quería la serie es seguir explorando la brutalidad de Gilead. Ahora se cuenta con un propósito claro; June es la cabeza de la resistencia y tiene un plan. En pocas palabras, por lo menos pasó algo. Al final de la temporada, June logra poner a los niños en un avión a Canadá, aunque después le disparan y las criadas la encuentran medio viva a pleno bosque al día siguiente.
La frase de la temporada: "But maybe We're stronger the we think we are"
Oh, Canadá
Canadá era el lugar seguro para los que lograban escapar Gilead, pero en la tercera temporada vimos su lado “oscuro” o mejor dicho, su lado político. Debido a su aplicada “diplomacia”, Canadá se vio a obligado a caer en el juego de Fred accediendo al dialogo y negociando términos para que solucionar la crisis ocasionada por la bebé Nicole. Tal vez se prestaron a la pantomima para obtener información sobre Gilead o quizás la serie quiso presentar un retrato de los gobiernos democráticos que se reúnen con representantes de dictaduras ignorando el sufrimiento del pueblo.
El momento más satisfactorio de la temporada (y de la serie) es cuando Fred es arrestado por las autoridades de Canadá luego de ser traicionado por Serena, que había logrado un trato con el gobierno para poder estar cerca de Nicole, y luego Fred traiciona a Serena y ella es arrestada por haber forzado a Nick a tener sexo con June para que se embarace. Ratificando una vez más que son de lo peor. Lo importante es que por primera vez en mucho tiempo la serie hizo un énfasis en que la justicia tarda, pero llega.
El momento más satisfactorio de la serie
¿Y ahora qué?
Obviamente, June no va a morir y su historia continuara en la cuarta temporada. Por fin, “The Handmaid’s Tale” logró lo que tanto se propuso desde la primera temporada e hizo de June una revolucionaria dispuesta a matar y morir por la causa. June mató a la esposa del comandante Lawrence porque suponía un peligro para su plan, también mató al comandante George Winslow (Christopher Meloni) y estuvo dispuesta a sacrificarse para que los niños tuvieran el chance de escapar. En el plano narrativo, la decisión de June de quedarse tiene más coherencia; se queda por Hannah pero también para derrocar a Gilead. Ahora sí podemos decir con toda certeza que ella es la lideresa que las criadas merecen y necesitan. Y más cuando lo que se viene son las repercusiones del plan Mayday.
Mientras Hulu quiera continuar con la serie no veremos a Gilead caer pronto. Con una narrativa que avanza a paso de tortuga y que se especializa en la crudeza estética, lo que se avecina luego que Giliead se despierte sin niños no va a ser nada bonito. Asimismo, si bien Gilead está más aislada que nunca y sus líderes más oportunistas, como Winslow y Waterford, ya no están, eso no significa que no pueda llegar alguien mucho más radical y enfermizo al poder. La tercera temporada ha sido bastante consistente a lo que “The Handmaid’s Tale” nos tiene acostumbrados, pero ya en sus últimos episodios, con “Sacrifice” y especialmente con “Mayday”, el panorama lúgubre de la serie gozó de brillos de esperanza, pequeñas victorias y acabó de una forma optimista con los niños llegando a Canadá y una Martha revelándole a Luke (O. T. Fagbenle) que June lo hizo posible. Por supuesto, ya vendrá la oscuridad de nuevo.
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