jueves, 5 de julio de 2018

#Legion T2 de Schrödinger: ¿Puede una serie ser buena y mala a la vez?

Desde su primera temporada, ver “Legion” es una placer para los ojos. Si Alfred Hitchcock, Wes Anderson y Stanley Kubrirck tuviera un hijo sería Noah Hawley, pues, es él quien construye la serie una narrativa que se apoya en colores, canciones, simbolismos y metáforas con los estilos que caracterizan a Hitchcock, (el suspenso y el terror), Wes Anderson, (la rareza como virtud) y Kubrick (el surrealismo lleno de colores vivos). Con esas tendencias, Hawley construye un cómic audiovisual único en su naturaleza que explora la mente de David Haller (Dan Stevens), el mutante más poderoso del mundo, y sin embargo, ese también parece ser su karma y es que por momentos, el estilo de la serie opaca su propia historia que quiere contar. 




 “Legion” tiene la mala costumbre de ser repetitiva, si avanza un paso, retrocede dos y se tarda para avanzar el trama principal dos episodios en promedio. Este problema fue mi principal crítica en la primera temporada, pero no solo se hace más evidente en la segunda sino que se acentúa porque ahora ha tenido 11 episodios en lugar de 8 por demanda de FX. Se podría decir que "este problema" no es en realidad un problema como tal, todo es a apropósito, considerando que “Legion” retrata enfermedades mentales y “la locura es seguir haciendo lo mismo esperando resultados diferentes”, entonces, que algunos de los episodios lleguen al mismo en el que comenzaron sin avanzar el trama es una decisión deliberada. No obstante, la historia de "Legion" avanza, lento pero avanza, y ni si quiera la espectacularidad audiovisual ni los pequeños cortos narrados por Jon Hanm pueden disimular los episodios rellenos y los repetitivos podemos reconocerlos al final de verlos.



 Hablemos por un momento del "Chapter 14", obviamente se trata de un episodio de relleno y a la vez, es quizás el episodio de David más importante porque vemos cómo es que lidia con el dolor de perder a su hermana. En un intento de escapar su cruel realidad, David busca otras realidades donde su hermana siga viva, pero en las otras líneas de tiempo, o es controlado por The Shadow King o es consumido por su soledad y pobreza o simplemente Syd y Amy no son felices. Independientemente de que se trate de un episodio fascinante se encuentra encapsulado y aislado del arco principal y al final del episodio terminamos en el mismo punto que el capítulo anterior. 



La segunda temporada de "Legion" prometía una batalla épica entre el mutante más poderoso del mundo, David, y Farouk (Navid Negahban), el otro mutante más poderoso de mundo que estuvo insertado como un virus en el cerebro de David desde que nació, y al menos en el plano audiovisual, cumplió, pero hay que admitir que Farouk no es tan interesante como villano o por lo menos, la persona no se siente ni la mitad de amenazante que fue The Shadow King cuando utilizaba el cuerpo de Lenny o cuando se aparecía en la imaginación de David. En ese sentido, en el juego del gato y el ratón de los héroes con el villano se hizo un doble esfuerzo por verse cool; una batalla de bailes y confrontaciones alucinantes en planos astrales, composiciones audiovisuales con bastante sustancia pero sin mucha consistencia. 



 Durante esta temporada, Noah Hawley recibió críticas por el modo en el que ha escrito a sus personajes femeninos, solo Kerry (Amber Midthunder) puede salvarse del trato de “damisela en peligro” que recibió Syd (Rachel Keller) o el “no puedo vivir porque mi hombre no está” de Melanie (Jean Smart). Ahora sabemos que por lo menos en el caso de Syd se trata de una decisión premeditada porque si David es degradado del héroe al villano, la serie necesita una heroína y esa Syd, para bien o para mal. Entonces, esta temporada nos ha presentado su historia de origen y su llamado a acción al darse cuenta que David es el malo del cuento. Ella misma ya nos había advertido que una guerra no se gana con amor. Esta idea es interesante porque presenta un contraste armonioso que comenzó con David enamorándose de Syd con “she's a rainbow” de fondo y terminó con ella desilusionándose de David rompiendo el espejismo que el enamoramiento proyecta. 


 El viraje de David se apega más a los cómics y si bien la serie no es fiel a su material de origen los ha introducido en forma de "easter egg", así tenemos la imagen de David en modo "Legion" y la múltiples personalidades de David en una sola escena. 

No sé si puedo juzgar a "Legion" como buena o como mala, sí puedo admitir que después de ver algunos de los episodios de la segunda temporada me albergó una sensación agridulce, no necesariamente porque se trate de una producción mala porque no lo es, al contrario, es la serie más hipnótica en el mundo seriéfilo actual, sino porque creo que la espectacularidad visual no puede sustituir una historia, debería complementarla como lo hizo en la primera entrega. Supongo que es cuestión de gustos. "Chapter 14" sin tener una relevancia mayor de "Legion" es mi elección como el mejor capítulo de la temporada. 



Respecto a la serie siento que por momentos es muy astuta para su propio beneficio y por otros siento que se apoya demasiado en su estructura de "no se va a entender pero se ve cool". Quizás "Legion" es nuestra Lenny (Aubrey Plaza) y se divierte con nosotros, le gusta confudirnos de manera descarada y nos guiñe el ojo reemplazando el clásico “previamente” con un “aparentemente” para recordarnos que no podemos confiar en David pero tampoco en la propia serie. En “Legion”, el delirio comienza con una idea, pero la historia es un camino, no un destino, por eso, nos han llevado a diferentes viajes mentales y planos astrales, nos ha mostrado que la lucha más que externa es interna y que va más allá del bien y el mal.


También puedes leer:

No hay comentarios:

Publicar un comentario