En realidad el único comentario que tengo de la tercera temporada de "Grace and Frankie" es que ha sido la mejor temporada de la serie. Esta comedia de Netflix ha intentado balancear su humor con una gran cuota dramática durante dos temporadas y finalmente ha perfeccionado su fórmula. El humor no está en los tramas sino en la dinámica y cuando tienes como protagonista Jane Fonda y Lily Tomlin en realidad no necesitas esforzarte mucho para conseguir momentos tan hilarantes como conmovedores.
La conexión entre las actrices y la amistad entre sus personajes es la base de cada una de las historias, sin embargo, más que explorar la amistad entre ambas, ahora vemos el fortalecimiento del vínculo y una devota complicidad.
La razón por la que me gusta Grace y Frankie es que todos tenemos un amigo (a) que es nuestro cómplice en alguna travesura o alguien a quien nos gusta sacar de quicio solo porque sí. Sin tomar en cuenta la edad, Grace y Frankie personifican una amistad con el cual cualquier puede verse identificado.
Grace le da estabilidad y seguridad a Frankie mientras que Frankie impulsa ese lado loco de Grace que siempre ha reprimido. En esta temporada, Grace y Frankie buscan desarrollar su negocio después de haber creado “vibrador para mujeres adultas mayores”, un paso coherente considerando que en la segunda temporada estuvo dedicado al sexo después de los 70’s. Obviamente, el hecho que veamos a dos mujeres adultas hablando de masturbación llevó a situaciones muy graciosas por la incomodidad ya que se trata de un tema "tabu".
Toda la aventura del negocio de Grace y Frankie le puso la cuota jocosa a la temporada y la parte cautivadora fue la reconciliación de Grace con Frankie luego de que se pelearan porque Grace usó su arma en la casa que comparten.
Las estrellas del show son Grace y Frankie así que aunque tenemos otras historias, ninguna es tan geniales como el hecho de ver a dos leyendas compartiendo pantalla, sin embargo, hay que mencionar que Sol tuvo que lidiar con su decisión de retirarse del trabajo y Robert tuvo una pequeña crisis después de salir del closet con su insoportable madre. Pese a que Sol y Robert son la pareja gay en la serie, de una manera infantil Grace y Frankie actúan como si fueran un matrimonio viejo. De todas formas, por medio de Robert podemos ver el daño que le causó vivir una doble vida durante tantos años y el propio conflicto interior que tiene por ser gay debido a sus creencias religiosas. Me gusto que ambos temas hayan tenido una resolución muy satisfactoria.
Aunque no soy muy fan del arco de los hijos, espero que no malogren a Brianna intentando "normalizarla", puede tener una relación seria pero vamos, la mujer nunca quiso hijos ni un esposo. Por su parte, todos veíamos venir la separación de Mallory y su ausente esposo Mitch y espero que ahora que Coyote está sobrio algo pueda pasar entre los dos y respecto la novia de Bud, creo que es el mejor complemento del neurótico de Bud. Finalmente, la serie termina con Grace y Frankie en un globo aerostático luego que Grace aconseja a Frankie mudarse con su novio, esto pese a que Grace no puede vivir sin Frankie y viceversa. He reído y he llorado con los 13 episodios de la tercera temporada y realmente espero que Netflix le de otra temporada más y si la calidad se mantiene, les den muchas más...