Mostrando entradas con la etiqueta ucronías. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ucronías. Mostrar todas las entradas

viernes, 31 de enero de 2020

#TheManintheHighCastle: ¿Qué funcionó y qué no funcionó de la serie?

Durante sus cuatro temporadas, “The Man in The High Castle” nos presentó una fascinante y perturbadora mirada a un mundo dominado por nazis y japoneses tras ganar la Segunda Guerra Mundial. Valía la pena explorar esta distopia surreal, de modo que más que una historia de lucha o revolución, se trató de una de sobrevivencia con pinceladas de ciencia ficción. Veamos qué funcionó y que no funcionó de la serie en general. 



 FUNCIONO: Usar a las cintas como el McGuffin  

El “McGuffin” es un elemento de suspenso que hace que los personajes avancen en la trama, pero que no tiene mayor relevancia en la trama. En “The Man in the High Castle”, el “McGuffin” fueron las cintas del “Hombre del Castillo”. Durante la primera temporada, los japones y los nazis buscaban estas dichosas cintas para censurar su contenido y así evitar su propagación entre los rebeldes. La verdad es que estas cintas fueron la excusa para conocer la composición de este nuevo mundo y el papel de los protagonistas en el mismo. En la segunda temporada, se profundiza sobre la mitología detrás de las cintas, las imágenes que mostraban y que impulsaban a la resistencia eran de otras realidades, pero la importancia de estas cintas jamás llega a superan los arcos principales y dilemas morales de los personajes. 



 NO FUNCIONO: La tercera temporada

 Tanto “The Man in the High Castle” como “The Handmaid's Tale” son ucronías que muestran la perversidad de dos sociedades tecnocráticas basadas en ideológicas que deshumanizan a las minorías. En el caso de “The Man in the High Castle”, las cintas le aportaron un pequeño toque de ciencia ficción, pero en la tercera temporada se introdujo el multiverso y la serie pasó a considerarse por completo como una producción de ciencia ficción. ¿Cuál es el problema? En “The Handmaid's Tale” no se espera que sea una fuerza externa de otro mundo paralelo el que derroque la dictadura, se espera que la revolución venga de las criadas, pero en “The Man in the High Castle”, se colocó a Juliana Crain (Alexa Davalos) como la heroína destinada a salvar a otros mundos ante una inminente amenaza de una invasión nazi. Esta premisa se parecía demasiado al crossover del Arrowverse, “Crisis en Tierra X”, con lo que se alejaba demasiado de lo que originalmente presentaban.



 FUNCIONO: Juliana, la heroína principal 

 La hermana de Juliana Crain, Trudy Walker (Conor Leslie), le entrega en el primer episodio una de las cintas del “Hombre del Castillo”. Trudy es asesinada por los japones por pertenecer a la resistencia. Entonces, Juliana se autoimpone la misión de que la cinta termine en las manos correctas sin imaginarse que ella terminaría siendo la heroína principal de la historia. Cuando recién conocemos a Juliana se trata de una mujer con una vida rutinaria en la zona neutral, pero conforme va a avanzando la historia, su fortaleza se va afianzando pese a las pérdidas que sufre y su determinación termina contagiando a los demás en la lucha contra el régimen. Todos los personajes de la serie y todas las historias están vinculadas a Juliana de una u otra forma. Es en la actriz Alexa Davalos en donde recayó la responsabilidad de ser la figura principal y la verdad es que la serie no habría funcionado si no fuera por ella. 



 NO FUNCIONO: El triángulo amoroso 

 En “The Man in the High Castle” siempre hay tres historias principales: la historia de los nazis representado en John Smith (Rufus Sewell) y su familia, la de la los japoneses en Nobusuke Tagomi (Cary-Hiroyuki Tagawa) y el inspector Kido (Joel de la Fuente) y la resistencia centrado en Juliana Crain (Alexa Davalos), Joe Blake (Luke Kleintank) y Frank Frink (Rupert Evans). Entre los tres últimos se intentó desarrollar un triángulo amoroso que solo aportaba un drama superficial en una serie plagada de dramas emocionales y conflictivos profundos. Sin mencionar que, si bien Joe Blake se ve bien, el personaje era bastante plano. Además, la historia de amor de Juliana y Frank se inició antes de la serie, cuando los conocimos vivían juntos y estaban comprometidos, pero la tragedia que realmente los separó fue el hecho que la familia de él fue aniquilada por los japoneses como represalia porque Juliana desapareció por la cinta. La serie siempre tuvo un punto débil por Joe y estaba empecinado con que su relación con Juliana fuera el atractivo principal de la serie.



FUNCIONO: Los paralelos con la historia real 

 Una de los aspectos más fascinantes de “The Man in the High Castle” fueron sus paralelismos con la historia real. La inclusión de estos paralelos nos sirve para recordarnos constantemente que existen ciertos eventos tan cruciales que se replican en cada realidad. En la segunda temporada, John Smith termina evitando un ataque nuclear que habría destruido Estados Unidos y habría iniciado la tercera guerra mundial. Los sucesos de la serie estaban ambientados en la década de los 60, en la vida real, por esos años, en la llamada “Crisis de los misiles” se evitó un enfrentamiento nuclear entre los estadounidenses y los soviéticos. Al final de la tercera temporada, Wyatt Price (Jason O’Mara) se coloca en el mismo edificio de la calle Elm de Dallas, donde Lee Harvey Oswald le disparó al presidente americano John F. Kennedy, para atentar en contra de Heinrich Himmler (Kenneth Tigar), el hombre más poderoso del mundo. El paralelo más importante de la serie es la muerte de John Smith quien termina suicidándose al igual que Adolfo Hitler.



NO FUNCIONO: La ciencia ficción 

Durante las dos primeras temporadas, el único elemento de ciencia ficción en la serie fueron las cintas del “Hombre del Castillo”, que a su vez cumplían el propósito de sembrar la esperanza que el régimen nazi podía ser derrocado, pero jamás se dependió de estas cintas para cambiar la geopolítica de la serie. Las cintas no eran las respuestas sino un símbolo que permitía a la resistencia tener fe y seguir luchando en la adversidad. No obstante, la tercera temporada se llenó de elementos de ciencia ficción; se introdujo un portal que podía viajar entre mundos paralelos, se dio a conocer el concepto del multiverso y se relegó por completo el verdadero objetivo de las cintas. Este viraje implicó demasiadas explicaciones científicas restándole tiempo y espacio a la lucha de la resistencia, los dramas familiares de Smith y la historia emocional de Tagomi atrapado entre su lealtad a su país y su visión de un mundo de paz. 



FUNCIONO: La representación de la minoría 

 La serie se tomó su tiempo en no solo explorar las diversas minorías que coexistían en este mundo, sino también le dieron una importancia vital. En la primera temporada, Frank Frink ocultaba su judaísmo para no meterse en problemas. En una de las escenas más memorables de la serie vemos el bar mitzvah de Frank junto a una comunidad judía que vive escondida pero aferrada a su religión. La secuencia también muestra una ceremonia nazi como una forma de contrastar una religión pacífica y una ideología maligna. En la tercera temporada, tuvimos dos historias que involucraban a una pareja gay y a otra lésbica; dos amores en dos lugares diferentes; uno en la zona neutral y otro en tierra nazi. Finalmente, en la última temporada, se profundizó en la resistencia americana, conformada por ciudadanos afroamericanos que luchaban por la libertad de la zona neutral. Precisamente ellos fueron los que obtuvieron la victoria final frente a los japoneses. 



 NO FUNCIONO: Robert Childan 

 Robert Childan (Brennan Brown) es un personaje importante en la novela “The Man in the High Castle”, pero en la serie su presencia era fastidiosa por su actitud de acomodado, por su obsesión con la cultura japonesa y por sus aires de superioridad ante Frank (Rupert Evans) y Ed (DJ Qualls). Jamás floreció en mi un cariño por este personaje, pero entendía la necesidad de tener un personaje que estuviera al margen del conflicto y que se viera arrastrado por las circunstancias. El problema es que Childan logró sobrevivir a personajes favoritos que fueron asesinados de manera brutal. En la última temporada le dedicaron demasiado tiempo y para colmo fue uno de los pocos que tuvo un final feliz. 



 FUNCIONO: Los Smith

 En la Segunda Guerra Mundial, John Smith (Rufus Sewell) era un soldado americano que luchaba por Estados Unidos, pero una vez que los nazis ganaron la guerra, se unió al régimen por la seguridad de su familia. Smith fue el personaje más complejo y enigmático de la serie, podíamos verlo como un villano o como una víctima que para sobrevivir se volvió un victimario, lo único que teníamos seguro es que todo lo que hacía, incluso las cosas malas, las hacía por su esposa y sus hijos. Las cosas cambiaron por completo cuando Thomas (Quinn Lord), el hijo mayor de Smith, que creció bajo la ideología nazi, se entrega a las autoridades cuando descubre que estaba enfermo. Los nazis hicieron de la muerte de Thomas un ejemplo de patriotismo. La participación de John y Helen (Chelah Horsdal) en estas ceremonias que glorificaban los valores arios mermaron la depresión de Helen. La ausencia de Thomas y el incremento de poder en John produjo una crisis matrimonial. La familia se separa, pero después John las obliga a volver. La hija mayor Jennifer (Genea Charpentier) ahora ya se percata de las injusticias y crímenes de lesa humanidad que cometen el régimen, mientras que por su lado, la hija menor Amy (Gracyn Shinyei) es una fiel seguidora de los ideales del Reich. La serie nos mostró una familia que se acomodó al régimen más por comodidad que convicción y terminó dividida por ese sistema que les dio poder. 



NO FUNCIONO: La muerte de Tagomi y la desaparición de personajes secundarios 

Ya en la tercera temporada se fue reduciendo el rol de Nobusuke Tagomi (Cary-Hiroyuki Tagawa) para darle prioridad a la ciencia ficción, pero nadie esperaba que el actor no apareciera en la última temporada y su personaje tuviera un final tan abrupto al ser asesinado en un atentado elaborado por su propio gobierno. La serie se beneficiaba al contar con personaje tan especial y espiritual como Tagomi ya que antes de las explicaciones científicas era él quien explicaba la conexión entre los mundos. En la temporada final, también desaparecen por completo Ed McCarthy (DJ Qualls), Nicole Domer (Bella Heathcote) y Thlema Harris (Laura Mennell). Se puede concluir por lo menos para Domer y Harris las cosas no terminaron bien ya que fueron arrestadas por estar en club privado. Es probable que los nazis aniquilaran a Thelma mientras que Nicole fue enviada a “reeducarse”. Por su lado, vamos a imaginar que por lo menos Ed se quedó feliz con su vaquero.



 FUNCIONO: La composición audiovisual 

 En la serie, Estados Unidos está dividido en tres: Los estados pacíficos japoneses, la zona neutral y el Great Reich Nazi. Cada una de estos lugares contó con una cinematografía diferente con colores y estilos marcados. Las imágenes de monumentos americanos con esvásticas pueden resultar chocantes, pero son necesarias en una historia que muestra la peor línea del tiempo que pudo tener el mundo. La composición audiovisual de “The Man in the High Castle” es extraordinaria y logra balancear mundo alternativo con una sensación realista.



lunes, 27 de enero de 2020

#TheManintheHighCastle T4: De cómo la ciencia ficción le falló a la historia

A veces series muy buenas terminan muy mal. Lamentablemente, ese es el caso de “The Man in the High Castle”. La premisa de esta producción siempre ha sido su mayor fortaleza porque es fascinantemente inquietante el modo en el que se han imaginado un mundo en el que los nazis ganaron la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, a partir de la tercera temporada, se decidió priorizar la ciencia ficción alejándose de la distopia surreal. En ese contexto, la última entrega de la serie resulta incompleta, frustrante y ajeno a la atmósfera que construyeron durante sus cuatro temporadas. Acompáñame a analizar esta triste historia. 



La tercera temporada terminó con el cliffhanger de Juliana Crain (Alexa Davalos) saltando a un mundo paralelo en el que Estados Unidos ayudó a ganar la Segunda Guerra Mundial. Ella se queda en ese mundo durante un par de meses y comparte una amistad con la familia Smith. En esta realidad, Thomas (Quinn Lord) no está enfermo y tiene una excelente relación con sus padres. Luego de darse cuenta que los nazis pueden viajar a este mundo, Juliana regresa con la misión de asesinar a John Smith (Rufus Sewell). Por su parte, Smith viene espiando a Thomas y lidiando con la separación de su esposa y sus hijas quienes han estado viviendo en la zona neutral. En la serie por lo general hay tres historias madres; ya hemos explicado dos de ellas, la tercera historia es la parte que más me gustó, pues, estuvo enfocada en un grupo conformado por afroamericanos que lucha por su propia revolución y con esfuerzo logra que Japón se retire del país. En una serie como “The Man in The High Castle” no hay mucho espacio para la justicia y la alegría, pero esta comunidad con poco y con fe lograron hacer posible esa victoria que la serie le debía a sus espectadores.



 La parte más paticoja de la temporada está centrada en sus protagonistas. Se suponía que Juliana Crain iba a ser la gran salvadora del multiverso, pero el personaje sufrió un cambio radical hasta el punto de volverse irreconocible en su forma de actuar. Se puede entender que los eventos de la propia serie la hayan vuelto dura, pero aquí parecía que la distancia se debía una historia que no estaba bien escrita ni argumentada. Junto a Wyatt (Jason O’Mara), Juliana lidera el ataque hacia el tren de los nazis que iba a camino a la base donde se encontraba el portal que cruza dimensiones. Si bien, Juliana es testigo de la muerte de Smith, su final se siente apresurado, sin coherencia y sin punche. Poco digno para ser la figura principal de la serie y más decepcionante aun porque según las cintas del “Hombre del Castillo”, ella debía era la clave para salvar ese mundo. 

Tú eres la elegida, se supone que debías salvar el multiverso

 Antes de su final, la serie marcó una diferencia entre los dos John Smith de realidades diferentes. El John Smith del mundo normal era un esposo ejemplar, un padre admirado y un simple trabajador, en resumen, una persona común y corriente. Este Smith le dijo a Guiliana que decidió conseguir un trabajo normal después de la guerra por temor a lo que podría convertirse ya que no sería capaz de detenerse. Eso es lo que vemos en el Smith que conocemos, pues, luego que se pasó a los nazis por conveniencia, fue escalando en el poder hasta que fue consumido por su lado oscuro. En los últimos episodios, Smith se alía con Wilhelm Goertzmann (Marc Rissmann) para generar un golpe de estado, aniquilar al Reichsführer Heinrich Himmler (Kenneth Tigar) y asumir el rol de America Nazi. Si antes era posible considerar a Smith no como un malo, porque las cosas que hacía las hacía por su familia, ahora se reveló como el villano principal. Y la verdad es que siempre lo fue, pero ahora está más claro. Es el propio Smith que decide poner en marcha la “Fase 5”, la construcción de bases de concentración para exterminar a rebeldes y personas no arias, y es el propio Smith el que decide poner a su mujer en el tren que será atacado por Juliana. Antes de que esto suceda, Smith le revela a su esposa que su plan es secuestrar al Thomas del otro mundo. Helen (Chelah Horsdal) se opone y tienen una gran discusión. De la relación honesta que nos mostró la serie desde el comienzo ahora no queda nada, los dos son extraños y piensan totalmente diferente, tal vez, siempre ha sido así, pero recién ahora se dan cuenta de cómo son las cosas realmente. Entonces, el tren es atacado por Juliana y compañía, Helen muere en el acto, Smith sobrevive, pero luego se suicida antes de que Juliana lo mate.


Durante toda la serie, Smith siempre fue un personaje en conflicto consigo mismo, pero ahora ha muerto - en un paralelo al suicidio real de Hitler - se ha dejado claro que Smith dejó que el régimen nazi le diera todo a costa de su propia familia. No solo era el poder que consumió a Smith, sino también la ideología, teniendo en cuenta que la muerte de su hijo Thomas fue porque se entregó al partido luego de enterarse que estaba enfermo y su hija menor sigue como corderito las reglas del estado. En uno de los paralelismos más crueles de la serie, Smith ve cómo Thomas se enlista al ejército americano para luchar por su país así como alguna vez un Thomas enfermo se entregó al régimen. 

El chico era un patriota en todas las realidades. 


Dos minutos menos

 Esta última temporada fue escrita de forma incongruente. Sin explicación dejaron de aparecer personajes importantes de la serie, como Ed McCarthy (DJ Qualls) y Nicke Becker (Bella Heathcote), no sabemos por qué, pero podemos asumir que no sobrevivieron el chasquido de Thamos al igual que Nobusuke Tagomi (Cary-Hiroyuki Tagawa). (Este es un mejor final que el que le dieron en la propia serie). También, por alguna razón, se le dio un tiempo innecesario a la historia de Robert Childan (Brennan Brown), un tipo que es como la cucaracha de la serie, siempre sobrevive cuando no debería y que para colmo tuvo un final feliz.



 Una historia subvalorada le tocó al inspector Kido (Joel de la Fuente) que giraba alrededor de la lealtad a su país o a su hijo que sufría de traumas de la guerra. “The Man in the High Castle” siempre que encuentra un modo de incluir paralelos karmáticos y de esa forma, Kido estuvo a punto de morir en un cuarto de gas, el mismo en el que él eliminó a la familia de Frank Frink (Rubert Evans) en la primera temporada. Para el final, Kido jura lealtad a los Yakusa, que tuvieron apariciones breves pero memorables, canjeando su libertad por la de su hijo. 

Los dos personajes más odiados de la serie

 Si le restamos los dos minutos finales a “The Man in the High Castle”, quizás la serie habría tenido una despedida medianamente apropiada, pero en los últimos segundos, Juliana y su gente llegan al portal justo cuando se está abriendo. Allí, Juliana se reencuentra con “El hombre del Castillo”, Hawthorne Abendsen (Stephen Root). De repente miles de personas comienzan a ingresar a este mundo. No está claro quiénes son ni por qué vienen. En esta confusión, Abendsen decide ir hacia el portal quizás con la esperanza de encontrar una versión viva de su esposa que decidió suicidarse mientras los dos estaban capturados por Smith. El final es demasiado ambiguo tanto que arruina por completo una última temporada que de por sí sola dejaba mucho que desear. 


El director y productor ejecutivo Daniel Percival dijo en una entrevista para EW que parte de la intensión del final es que invitaba a la audiencia a tener una interpretación de lo que veían en pantalla. Quizás también debió admitir que el viraje a la ciencia ficción le falló a la historia y melló el final. En otro momento, Percival da a entender que una de las interpretaciones del final es que estos dos mundos podrían fusionarse, lo que no tiene mucho sentido, pero bueno, en fin, si el final está abierto a interpretación, entonces, la serie terminó dos minutos antes.


También puedes leer:

jueves, 9 de mayo de 2019

#AvengersEndgame: El mundo después del chasquido de Thanos

La primera escena de la película “Avengers Endgame” muestra a Clint Barton (Jeremy Renner) con su familia segundos antes que el chasquido de Thanos (Josh Brolin) desaparezca a la mitad de la población incluyendo a su esposa y sus hijos. Después vemos a los propios héroes expresar sentimientos de frustración y depresión porque no pudieron impedir que Thanos consiga las gemas del Infinito con la cual lograría ejecutar su plan maestro de “devolverle el equilibrio” al universo eliminando la mitad de sus series vivos. Sin embargo, en toda la película solo hemos tenido una visión limitada del nuevo mundo después que Thanos ejecutara su objetivo, pero sabemos que el nivel de afectación no tuvo precedentes y fue más allá del trauma global. Ampliemos un poco ese desolador panorama. 



 En “The Leftovers”, un día el 2% de la población desaparece. La serie no está interesada en buscar explicaciones ni tampoco en proveer ninguna respuesta, lo que le importa son las consecuencias psicológicas. A los personajes de “The Leftovers” solo les queda sobrevivir en un nuevo mundo sombrío, desesperanzado y atormentado. La depresión, la frustración, la culpa, la ansiedad, las crisis existenciales y la incertidumbre es el pan de cada día desde la abrupta desaparición. Muchos de los personajes en la serie se refugian en su fe, otros la cuestionan, se crean nuevos grupos de apoyo y consuelo, algunos se aprovechan de la nueva situación para lucrar y hay quienes siguen buscando respuestas a pesar que nunca encontrarán ninguna.


La secta denominada “The Guilty Remnant” está convencida que la desaparición del 2% de la población mundial fue una prueba del poder de Dios y es lo que se conoce “The Rapture”, la creencia cristiana de que Jesús descenderá a la tierra para buscar a sus fieles discípulos y juntos ascenderán al reino de los cielos. Los miembros de “The Guilty Remnant” piensan que están proclamando su fe y por eso se visten de blanco, fuman, acosan y torturan psicológicamente al mundo. Se han auto impuesto la misión que nadie jamás pueda olvidar, lo que es ridículo porque realmente nadie puede olvidar, lo que pasó, y por siempre y para siempre el elefante blanco de la desaparición estará presente junto a la ausencia perpetua de la mitad de la población que es un constante recuerdo de que algo así podría volver a suceder en cualquier momento. Un panorama tan oscuro se ve en el escenario planteado por “The Leftovers” en donde solo el 2% de la población la que desaparece y no el 50% como en “Endgame”. 



Nosotros no vimos las consecuencias inmediatas de la desaparición de la mitad del mundo pero la vista habría sido caótica. Una de las frases más clásicas del periodismo para informar el impacto de algún evento es que el día comenzó como cualquier otro. Pues, mientras los “Vengadores” luchaban contra el ejército de Thanos en Wakanda, el día se desarrollaba de manera ordinaria en el resto del mundo hasta que las personas comenzaron a desvanecerse generando miedo y confusión en primera instancia. Solo imaginemos que algunas de las víctimas del chasquido de Thanos fueron pilotos, choferes, simples personas que estaban manejando algún medio de transporte o estaban realizando alguna actividad de vida o muerte, se registraría miles de accidentes. Los hospitales tendrían que apresurarse en atender su propia situación crítica ya que muchos médicos y enfermeras desaparecieron cuando estaban operando o atendiendo pacientes. A esto hay que sumarle que no habría suficiente personal para atender todas las emergencias que se reporten. Algo similar vimos en el primer episodio de "Flashforward" donde todo el mundo se desvanece por dos minutos ocasionando centenares de emergencia a nivel mundial. Pero como en el mundo de "Endgame" no se tiene ninguna información sobre lo sucedido, solo se sabe que algo malo pasó, la gente desapareció y nadie puede asegurar que ese extraño fenómeno no va a volver a suceder. El pánico se generaliza… y recién vamos a conocer las terribles ramificaciones del triunfo de Thanos. 




 El padre de Gamora estaba preocupado porque en un universo superpoblado tarde o temprano se quedaría sin recursos, pero, no tomó en cuenta las consecuencias económicas, sociales y políticas. El día después de la desaparición, la realidad se hace más cruda. Las bolsas de todo el mundo se desploman iniciando una crisis económica global que podría tardar años en recuperarse si es que llega a hacerlo. Comienzan a llegar los primeros reportes del daño colateral de la desaparición, pero aún tomaría un tiempo a las empresas saber con exactitud los trabajadores que sobrevivieron y los que perdieron. La electricidad y el agua potable entrarían colapsarían por falta de personal. Lo que se sabe es que la industria ha perdido demasiados colaboradores para funcionar, las obras de infraestructura se verían detenidas de manera indeterminada al igual que la producción a nivel mundial. Los pescadores se acaban de percatar que no hay muchos peces en el mar, los agricultores notarían que la mayoría de árboles ha desaparecido. Y es que al eliminar la mitad de vida significa que también se mató al 50% de la fauna y flora del mundo. Lo que significa que las especies sobrevivientes inmediatamente estarían en peligro de extinción porque no pronto no tendrían a su alcance qué cazar o como alimentarse. 



 En el plano político, tomemos como ejemplo a Venezuela, digamos que uno de los desaparecidos es Nicolás Maduro, Juan Guaidó sería oficialmente el presidente interino y podría convocar a nuevas elecciones con lo que queda del país llanero. No obstante, también se podría presentar el mismo escenario pero al revés; un dictador podría acceder fácilmente al poder sin necesidad de un golpe de Estado. En ese sentido, aunque en algunas dictaduras podrían verse derrocadas, las democracias estarían en peligro y para poder mantener el orden muchos de ellos recurrirían a decretar Estado de Emergencia. La ONU se reuniría de emergencia con las autoridades sobrevivientes pero no tendrían ni la menor idea de qué hacer o por dónde comenzar. 



 Los “Vengadores” saben que Thanos extinguió a la mitad de seres vivos, pero eso nadie lo sabe. Las víctimas fueron al azar con lo que existirían criminales y delincuentes que aprovecharían el pánico para saquear y cometer otras fechorías. Como el dinero ha dejado de tener importancia, las especulaciones sobre el desabastecimiento de alimentos es el principal miedo de la población y se trata de una crisis se vendría más adelante, pero todavía no. El mundo aún sigue en shock. Lo que se avecina es peor, Thanos no tomó en cuenta la naturaleza humana ya que tenía la intención de conservar el recurso para todos, pero la misma gente pelearía por esos recursos. Más problemas y más crisis. En algunos lugares se reinstala con éxito la ley y el orden, pero en otros rincones del planeta parece regir la ley de jungla. 



 Es posible que tras discutirlo internamente los “Vengadores” llegan al acuerdo que lo mejor es que el resto del mundo conozca que Thanos es el responsable de toda esta situación. Además, también lo hacen para evitar que las teorías de conspiración sigan difundiéndose. Tal vez se ahorren la información de las gemas del infinito en caso algún villano los esté escuchando. Entonces James "Rhodey" Rhodes (Don Cheadle) junto a Thunderbolt Ross (William Hurt) y otros altos mandos militares brindan una conferencia de prensa. Todavía Tony Stark (Robert Downey Jr.) ni Nebula (Karen Gillan) han regresado a la tierra así que no pueden saber dónde está Thanos y lo que hará después. Rhodey no puede contestar muchas preguntas. Solo se limita a un comunicado breve. Las reacciones serían variadas; desde la solidaridad con los héroes, el resentimiento y la decepción. Los mismos héroes son figuras que ocasionan polarización desde que se aprobó "El acuerdo de Sokovia". Los creyentes no le darían la razón a Rhodes y asumirían que la desaparición fue fenómeno conocido como “The Rapture”. No dudo que existiría un grupo que le rinda pleitesía a Thanos porque lo ven como un dios. 



 Como lo vimos brevemente en “Endgame”, Rhodey estaría a la disposición del U.S. Air Force que en el espíritu americano solidario que los caracterizaría "apoyarían" al resto del mundo, es decir, apoyarían a sus socios estratégicos. Tony Stark regresa a la tierra pero ya no es más Ironman. No obstante, las tecnologías Stark colaborarían de alguna forma para llegar a los continentes más afectados, especialmente, África y Asia. Y es que Thanos tampoco se percató que las crisis siempre golpean más fuerte a la gente más pobre. Por su parte, Natasha Romanoff (Scarlett Johansson) se encarga de coordinar reuniones permanentes con Nebula, Capitana Marvel (Brie Larson), Rocket (Bradley Cooper), Rhodey y Okoye (Danai Gurira) para conocer la situación a una escala universal. Para entonces, Wakanda ya estaría asumiendo de liderazgo que le corresponde como una de las naciones más poderosas y tecnológicamente avanzada del planeta. 


 Steve Rogers (Chris Evans) encabezaría el primer grupo de apoyo para ayudar en el proceso de luto. Sobre todo después que la tasa de suicidios incrementara en los últimos meses porque muchas personas prefirieron tomar esa fatal decisión tras perder a sus familias en la desaparición. Del mismo modo, se iniciaría la construcción de monumentos en memoria de los desaparecidos, un paso importante para lidiar con el duelo es la aceptación y el mundo ya está llegando a esa etapa. En Sudamérica se acentuarían los problemas sociales. Nace la leyenda urbana de Ronin, un hombre que está tomando la justicia por sus manos y está aniquilando a los malditos que sobrevivieron el chasquido de Thanos. 



 El complejo mesiánico no le permitió a Thanos ver más allá de sus propias narices porque resulta que desaparecer la mitad de la plantas causa una afectación enorme al ambiente con lo que el calentamiento global seguiría siendo un gran problema. Pero ¡hey! tal vez este nuevo mundo sí entiende la necesidad de cuidar el planeta sobre todo después de todo lo que perdieron. Los ecosistemas ya sufrieron demasiado. 



Con el paso del tiempo, los meses y los años, el mundo evitó caer en el anarquismo total y ha aprendido a adaptarse a una nueva realidad… una que se ve nuevamente alterada con el acto heroico de Tony Stark de sacrificarse para devolver a la vida a la mitad del universo. Entonces, tendríamos otro tipo de ramificaciones pero esa ya es otra historia.


miércoles, 2 de diciembre de 2015

8 datos sobre #TheManIntheHighCastle


8.- The Man in the High Castle es una adaptación de la novela del mismo nombre

La serie es una adaptación de la novela, "The Man in the High Castle", de Philip K. Dick, que desarrolla la idea de lo que hubiera ocurrido si es que los nazis y sus aliados hubieran ganado la Segunda Guerra Mundial. Pero no se trata de un libro cualquiera, es el libro que cambio el género literario de la ficción de especulación hasta el punto de ganar el Hugo Award for Best Novel, uno de los premios más prestigiosos en lo que literatura se refiere.



7.- The Man in the High Castle encontró su hogar en Amazon

Adaptar una novela tan controversial como "The Man In the High Castle" no iba a ser fácil, ni tampoco encontrar el medio que iba a transmitirlo.  Este proyecto pasó por diferentes canales incluyendo plataformas como Netflix y Hulu. Finalmente, Amazon aceptó el reto y el primer episodio fue el episodio más visto de toda su cartelera de series. "The Man in the High Castle" es uno de los mejores shows de Amazon y también uno de los más vistos.



6.- Ridley Scott, el productor ejecutivo de The Man in the High Castle

La serie es hermosa visualmente hablando y sumamente impactante por el uso de esvásticas y propaganda nazi en el contexto de la serie, todo eso se lo debemos al productor ejecutivo Ridley Scott, quien sucede que es uno de los mayores directores y productores de Hollywood.



5.- Un mundo conflictivo

El mundo habría sido completamente diferente si los nazis y japoneses hubieran ganado la guerra mundial y la serie intenta ser lo más realista posible (considerando los estándares planteados por el libro). En ese sentido, Estados Unidos sería dividido en tres zonas; una de los nazis Great Nazi Reich, otra de los japoneses, Japanese Pacific States y una zona neutra que está entre los dos.



4.- Los protagonistas

La serie se enfoca en 5 personajes principales:
-Juliana Crain (Alexa Davalos), una joven que tras la muerte de su hermana intenta encontrar respuestas y termina involucrándose en varias conspiraciones.
-Frank Frink (Rupert Evans), el novio de Juliana, nieto de un judío, que termina pagando las consecuencias de las decisiones de Juliana.
-Joe Blake (Luke Kleintank), un carismático joven con un secreto oscuro que se cruza en la vida de Juliana.
-John Smith (Rufus Sewell), un comandante nazi.
-Nobusuke Tagomi (Cary-Hiroyuki Tagawa), el ministro de comercio del Estado Pacifico de Japón que advierte una futura guerra tras la muerte de Hitler.



3.- Secuencias que son obras maestras

No hay duda que "The Man in the High Castle" es una de las mejores series del 2015 y ya hemos dicho que su fotografía es impresionante, pero la composición en ciertas secuencias, sobre todo en los últimos minutos en casi todos los episodios, son verdaderas obras de arte, pues generalmente son intensos momentos llenos de paralelismo trágico, excelente actuación, una soundtrack inquietante y una tensión palpable.



2.- Polémica publicidad

Como parte de su campaña de promoción de la serie, se decidió colocar simbología nazi en el metro de Nueva York, lo que, obviamente, ocasionó la indignación de los usuarios, muchos de ellos judíos. No fue la jugada más inteligente, pero hay que recordar que la gente que hace este tipo de publicidad, no es la misma que produce la serie.



1.- No es apología nazi

El hecho que "The Man in the High Castle" presente una realidad donde los nazis y los japoneses tengan predominio de Estados Unidos es una idea inquietante, terrorifica y hasta traumatizante, pero también interesante. La serie es brutalmente cruel y oscura, nos muestra un panorama desolador y violento producto de las dos dictaduras que se vive en toda América. No profundiza en las ideologías ni las glorifica, solo se encarga de hacernos entender que el mundo está mejor como está en la actualidad, razón por la cual debemos venerar la democracia y la libertad que gozamos.



sábado, 28 de noviembre de 2015

#TheManInTheHighCastle: Introducción a un mundo nuevo (y con suerte un nuevo género)

Debo confesar que me encantan las ucronías así que cuando escuche de “The Man in the High Castle”, una de las producciones más ambiciosas de Amazon Studios para este año, me llamó la atención de inmediato. Se trata de la adaptación de la novela del mismo nombre de Philip K. Dick que muestra la historia de una realidad alterna en donde los nazis y sus aliados ganaron la Segunda Guerra Mundial, lo que conllevó a la división de Estados Unidos en tres estados; el lado japonés, Pacific States of America, The Greater Nazi Reich y la “zona neutral”. 

Aquí el mapa para una mejor conpremsión. 

La resistencia en tierra de nazis

“The Man in the high Castle” es una de aquellas series que llama la atención por su espectacular argumento, pero si esta no es bien ejecutada, toda el potencial se va por la borda. Felizmente, este no es el caso,  porque incluso el propio intro es asombroso e impactante, lo que hace que te enganches de inmediato. El elenco es otro punto a su  favor, porque básicamente, nos sirven para introducirnos en dos dictaduras, cuya única diferencia es la cultura. Los japoneses y los alemanes están obligados a comportarse de manera diplomática, pero se puede ver que en cualquier momento la alianza puede terminar de desquebrajarse, ya que cada uno actúa en pos de sus propios intereses. Dentro de la historia tenemos a Juliana Crain (Alexa Davalos) que es una suerte de luz de esperanza, pero no porque sea “especial” o “la elegida", si no porque después de ver la película prohibida “The Man in the High Castle”, que muestra cómo hubiera sido el mundo si es que Estados Unidos hubiera ayudado a los aliados a ganar la Segunda Guerra Mundial, comienza a buscar un propósito, lo que la lleva a emprender un viaje peligroso, debo mencionar que la película se la dio su hermanastra quien luego fue asesinada a manos de la policía japonesa.  


Siempre hay una chica, ¿verdad?

Después también tenemos a Joe Blake (Luke Kleintank más recordado como Finn en "Bones"), un carismático joven que se cruza en el camino de Juliana, podría profundizar más en el tema, pero creo que entraría en el terreno del spoiler y esta serie es demasiado buena para arruinarla. Lo que sí diré es que el patriotismo está presente de una manera sutil y tímida. Toda la serie nos muestra una sociedad distópica donde no hay héroes, solo  personas, algunas conformes con vivir sin derechos ni libertades y que lo único que quieren es no tener problemas, pero también hay rebeldes pertenecientes a la “Resistencia Americana” que buscan un modo de regresar a la libertad de antes de la guerra y trabajan de manera anónima porque tanto los nazis como los japonés, los ven como traidores a la patria. En un territorio donde las reglas las ponen los dictadores, no hay ningún tipo de procedimiento, ni mucho menos justicia y esta nueva sociedad parece haberse acostumbrado a agachar la cabeza.

Conoce a Joe Blake

"The Man in the high castle" no es apología nazi


Siempre he dicho que la fotografía de "Gotham" es hermosa y que vería esa serie así fuera mala, solo por la belleza de su fotografía. "The Man in the High Castle" tiene una fotografía similar, en cuanto a su tono sombrío que genera un ambiente de incertidumbre que invita a la introducción de un nuevo mundo que impresiona por sus escenarios llenos de propaganda nazi. Ese es el punto de la polémica, obvio que es chocante ver la esvástica en lugares icónicos americanos, pero se entiende el contexto en que se desarrolla la serie. No es una publicidad gratuita, hay que hacer énfasis que no se trata de una apología a los nazis, de hecho, critica su política y desde el principio evidencia el terrible panorama en el que hubiéramos vivido si es que ellos hubieran ganado la guerra y sus implicancias; la extinción de judíos, la suspensión de derechos humanos, la asignación de trabajo sin opción a elección, etc. Se trata de un mundo en donde la libertad es solo un recuerdo y donde la nueva generación de jóvenes no tiene aspiraciones porque no sabe lo que es vivir en un mundo libre. 

Realmente eran fanáticos de la esvástica... está en todos lados en la serie.

En conclusión, “The Man in the High Castle” es altamente recomendable porque ha plasmado de manera realista (de una manera perturbadora) su historia, tan completa como controversial, en un nuevo mundo predominado por los nazis y los japoneses,  y aunque el trama avanza lento, está lleno de giros y secuencias igual de extraordinarias que la premisa principal. Este año ha habido muy buenas series, especialmente de Netflix, pero “The Man in the High Castle” se corona como la más original y única en su naturaleza y es que no ha habido ninguna serie que profundice en realizar ejercicios contrafácticos de historias alternativas que pudieron suceder. Irónicamente, sí hemos tenido varios episodios “Qué tal si…” en donde se explora el escenario “Qué hubiera pasado sí”, pero volviendo a “The Man in the High Castle” esperemos que así como el libro definió el género en la literatura de versiones alternativas de la historia, la serie abra las puertas a este tipo de ficción especulativo.