viernes, 29 de diciembre de 2023

Lo mejor del 2023 en series y películas

Parece un buen momento para hacer mi lista del 2023. Ahora sí debo aclarar que estas son series y películas que vi en el 2023, pero que no necesariamente que la dieron en este año. Aquí va:

MEJORES SERIES


10.- Ted Lasso 
La temporada final de Ted Lasso estuvo marcada por rumores por una posible continuación y spin off.  Incluso fue calificada como un desastre por los medios especializados, pero pese a su  falta de dirección,  logró emocionar y aleccionar. El final fue bizarro, pero adorable, no tan satisfactorio pero dentro de todo aceptable. Ted Lasso siempre fue el Paddington del futbol y no podía quedarse.



9.- Barry 
Esta serie siempre fue una joya de HBO. Perfecta de principio a fin. Un obra maestra de Bill Hader que reflexiona sobre la superficialidad del espectáculo, la glorificación de la violencia y la explotación de los traumas. 



8.- Ahsoka
Sorry, soy una fan de Star Wars. Me pones a Anakin y me doy por satisfecha, pero esta serie fue más allá. Se llama "Ahsoka" pero en la práctica fue una nueva temporada de Rebels en live action. Quizás no sea perfecta, pero mi yo del pasado está feliz que Ezra haya vuelto a casa.




7.- Extraordinary 
Es una comedia británica sobre un mundo donde todos tienen poderes extraordinarios excepto una mujer. Cuando digo comedia británica siempre resalto su humor crudo por momentos e inocente en otros. Es una serie muy ligera con un soundtrack extraordinario también.



6.- Abbott Elementary 
Es otro serie que al igual de Ted Lasso te recuerda que aun hay esperanza en el mundo. Te hace apreciar el esfuerzo de los profesores que, con poco, logran causar un impacto en sus estudiantes. La segunda temporada es mejor que la primera y pese a que algunos personajes son tan insoportables, los terminas adorando a todos. Sin mencionar que tienen a su Jim y Pam, pero lo mejor de la serie es su humor lleno de referencias, astucia y corazón.




5. GenV / Loki / Invincible 
Pongo estas series juntas porque en plena fatiga de los héroes han logrado salirse del molde y destacar exactamente por eso. La clave no está en las historias (porque siempre será la misma; el bien vs. el mal), sino en cómo las desarrollas y en este caso, cada una de estas series intentó hacer algo diferente y esa es la razón por la que en un año llena de series de héroes muy mediocres, estas destacan.




4. Daisy Jones and TheSix 
Una serie sobre una banda ficticia inspirada en el tormentoso triangulo amoroso al interior de Mac Fleetwood suena como un hit. Buenos actores, buena narrativa, un gran soundtrack original. El final, que básicamente es el mismo de HIMYM pero mejor, reinvindica una historia de amor interrumpida por los malos tiempos, los excesos y el rock.



3.- The Last of us 
Debo admitir que tenía miedo de esta adaptación y no le encontraba ningún sentido a una serie porque el juego ya te cuenta toda la historia y lo puedes jugar siendo tú el personaje principal. Pero... la serie le ha dado una nueva dimensión. La historia ha cobrado una nueva profundidad con un marcado énfasis en la soledad, la desolación y la empatía. El capítulo de la historia de Bill y Frank es fácilmente uno de los mejores del año.



2. Fleishman is in trouble 
 La historia de un hombre en plena crisis cuarentona en realidad termina siendo la historia de una mujer que sufre de depresión funcional tras un trauma emocional. Además de contar con un excelente elenco, buen guion y un final  muy ambiguo. El bonus de la serie es el regreso de los crazy eyes de Claire Danes, aunque para ser justos, esta mujer es una gran actriz, pocas pueden lograr lo que ella hace. En todos los papeles complicados, logra construirlo con capas de humanidad no comprendida. 




1. Succession 
Esta es la mejor serie de la década y su última temporada fue sublime. No hay final feliz, hay final justo y coherente. Quienes han seguido esta serie desde el comienzo sabe que no había modo en que los hijos salieran triunfando porque no son gente seria.



MEJORES PELICULAS

5.- Spider Man Across the Spider Verse 
Era una de las películas más esperadas del año. Esta es la primera parte y aunque acaba en un cliffhanger no deja de ser una de las producciones más ambiciosas en el mundo del entretenimiento. Le daña un poco el drama detrás de cámara con las acusaciones de los animadores, quienes fueron explotados por el estudio para poder alcanzar la fecha de estreno, pero si se notó el nivel de detalle en la animación sostenido por una gran historia que giraba al rededor del multiverso de Spiderman. Eso sí, estuvo un pelín por debajo de la primera.


4.- No hard feelings
Una comedia como las que se hacían antes. Políticamente incorrecta, con una premisa polémica, con una Jennifer Lawrence destacable... y que aboca a los 80s. 




3.- Barbie
Como fenómeno cultural, vale la pena mencionarlo. La película va perdiendo fuerza si la vuelves a ver más de dos veces, pero la lección queda: es difícil ser una mujer en el mundo... y en ese mundo mundo, la gente le presta más atención a Ken y su campaña para llevarse el Oscar 



2.- El Triangulo de la Tristeza / Saltburn
Las coloco juntas porque creo que las dos profundizan en el mundo oscuro de la clase privilegiada y hermosa "contaminada" por un evento/persona. Abigail y Oliver ven una oportunidad y la aprovechan. Ambas contienen escenas incomodas y polémicas; la escena del bote y del baño, pero sus finales te dejaran pensando un buen rato.



1.- The worst person in the world
Una película sobre una crisis existencial que te puede provocar una crisis existencial. ¿De qué se trata? Se trata de la vida, de la indecisión, de la complejidad humana y de cómo uno puede sentirse como la peor persona del mundo solo por tomar una decisión que no puede ser calificada como correcta o incorrecta.



miércoles, 20 de diciembre de 2023

Adiós al amigo y al capitán

Un sábado en la noche de octubre se reportaba que el mundo se había quedado sin un amigo y en diciembre nos topamos con la triste noticia que el mejor Capitán de Brooklyn partió al más allá. Las muertes de Matthew Perry y Andre Braugher han caído como un balde de agua fría para quienes gozamos de sus talentos, nos reímos con ellos y nos conmovimos con sus personajes por varios años gracias a “Friends” y “Brooklyn Nine Nine”. Ambos actores gozaban de una versatilidad dominando tanto la comedia física, los tiempos y el drama; y quedarán permanentes en la mente colectiva como Chandler Bing y Raymond Holt, papeles que en teoría debieron ser personajes pesados, pero el carisma de sus intérpretes los convirtió en los favoritos y en el alma de sus shows. 


Perry y el “seguir adelante” 

Imposible no mencionar a “Friends” cuando se habla de la carrera de Perry, es su trabajo más conocido, más popular y global. Pero retrocedamos un poco, su primer papel en el mundo de las series fue de un chico problemático en “Berverly Hills”, un atleta popular al que todo el mundo admira, pero que, tras no poder entrar a la universidad que quería, quiso suicidarse. Durante muchos años, Perry fue ese ser popular que el mundo admiraba y en silencio batallaba con la adicción y la depresión. En su libro “Amigos, amantes y aquello tan terrible” ha confesado sus problemas, sus demonios y también nos ha dicho que podemos verificar en qué temporada estuvo tomando alcohol o píldoras debido a su peso. Cuando estaba flaco eran píldoras y cuando estaba gordo, alcohol. Después de “Friends”, Matty tuvo tan mala suerte que las demás series que protagonizaba no sobrevivieron la primera temporada.



Dentro de todos sus trabajos, quizás exista uno que pasa desapercibido pero es uno que ahorita es una suerte de consuelo tras su ausencia. Se trata de la subestimada “Go on” que sigue la vida de un hombre que queda viudo tras un accidente y es obligado a ir a una terapia de duelo para “seguir adelante”. Este grupo está lleno de “raritos”, cada uno ha sufrido una pérdida, y entre todos se acompañan a convivir con su dolor. En uno de los episodios, Ryan King, el personaje de Perry, revela que uno de sus problemas es que siempre se despierta a las 3 am, hora en la que su esposa se volteaba y lo golpeaba. Eso lo fastidia y piensa que siempre será así, jamás podrá dormir una noche completa y siempre pensará a las 3 am en su mujer. Tras varios días con ese grupo de terapia que tanto lo irrita, finalmente, puede dormir tranquilo. Es un episodio simple y bonito que enfatiza en el proceso del luto. Que mala suerte que “Go on” no pudo despegar jamás, sin embargo, queda como parte del legado, siendo uno de los más sensibles, y pese a su poco tiempo, aportó un poco de risas y esperanza. 


Andre, el robotico corazón de Brooklyn Nine Nine 

Este año, para ponerme al día, vi la última temporada de “The Good Fight” con la grata sorpresa que Braugher se había unido al elenco. El nuevo personaje que el actor encarnaría sería el casi antónimo de lo que fue al capital Holt en cuanto a personalidad pero compartían el mismo ángel, mientras Holt era recatado, estricto y fiel a la ley, Ri'Chard Lane era un hombre extravagante, poderoso, colorido y con intereses propios. Ingresó como el nuevo socio de la firma de Liz y Diana, una especie de competencia y obstáculo para las mujeres en su lucha por no cambiar los objetivos del buffet, pero terminó siendo un aliado. En el sexto episodio de la última temporada, Ri’Chard revela que tenía planeado apoderarse de la firma y deshacerse de Diane y Liz, pero tras los eventos de ese episodio, en donde todo el equipo luchó contra el tiempo para salvarle la vida a su sobrino, había cambiado de opinión. La frase más destacable del capítulo es "Estoy inspirada y depresiva por el esfuerzo que toma seguir con vida" en alusión al periplo que se encaminó para mantener con vida a una persona enferma. Del episodio se desprendieron un montón de temas, desde el problema de las donaciones de órganos, la burocracia en las pruebas médicas, el racismo en la financiación de estudios y muchos, mucho más. Una lucha más a la que se enfrentaron Diane y compañía y en esos momentos difíciles, Ri'Chard se dio cuenta de la calidad de sus empleados. Sin dejar su extravagancia de lado, decide confiar en ellos y así logran salvar la vida de su familiar. Es uno de los episodios más memorables de la última temporada.



Antes de llegar a “Brooklyn Nine Nine”, donde compartió papeles con Andy Samberg, Terry Crews, Joe Lo Truglio, entre otros, Andre era un actor de teatro que no tenía experiencia en comedia y a pesar de estar acompañado por actores especializados, pudo, en muchos casos, opacarlos. Para destacar no solo que Andre decidió salir de su zona de confort para pasarse a la comedia, sino también que lo hizo para darle vida a un personaje negro, policía y homosexual, con una personalidad casi robotica que terminó siendo no solo el alma de la serie sino también como un icono de la comunidad LGTB. La escena que más me gusta de Brooklyn es cuando le agradece a Rosa por su valentía tras salir del closet con su familia. Ya es admirable esa habilidad para alternar entre momentos serios y cómicos, notable tanto en "Brooklyn Nine Nine" como en "The Good Fight", sino la capacidad de empatizar más allá de la pantalla de televisión. 


 La vida después de… 

En el 2020, en un mundo plagado de pérdidas por una interminable pandemia, Netflix estrenó “After Life”, otra producción que tiene como centro el luto de un viudo. Sí, la premisa es igual a la que “Go on”, y no, tranquilos, Ricky Gervais, el autor y protagonista de “After Life”, está vivo y sano. “Go on” y “After Life” son dos historias que contienen un sentimentalismo optimista dentro de una temática dolorosa, aunque el relato de Tony es más extremista ya que se trata de un personaje más cerrado, Tony y Ryan se habrían llevado bien pues, dominan el sarcasmo y comparten la misma profesión (comunicadores) y además, sufrieron la misma tragedia. A diferencia de “Go on”, “After Life” fue una serie limitada que tuvo una conclusión. A lo largo de la serie vimos los recuerdos de Tony, pudimos sentir su depresión, pero jamás lo vemos compartir algo profundo, solo intercambiar ironías con los demás y burlarse constantemente con su hermano. El capítulo final de “After Life” es la vida propia. Tony intenta seguir el último consejo de Lisa, su esposa; “Be kind, be happy, be Tony”. Entonces, lo vemos intentar aliviar la vida de los demás con el dinero que le dejó Lisa y después, en una feria, la vida pasa, las personas se conocen, se reencuentran, se juntan, se acompañan, se separan. Tony camina por la feria acompañado por su perro… poco a poco se desvanece su perro y se desvanece él. Es la vida que pasa… y no la podemos detener. 


 Durante estos días he estado pensando mucho en estas tres series, en la vida, esa misma que logró retratar Ricky Gervais con tanta franqueza, y en cómo, a pesar de lo abrupto de sus partidas, el amigo Perry y el capitán Braugher dejaron que su arte se quede con nosotros, solo que ahora tendrán un nuevo estatus; un recuerdo, un refugio, un consuelo, un regalo, una compañía. Solo queda agradecer por las risas y las lecciones.

viernes, 24 de noviembre de 2023

#Hunters: ¡Shalom, cazadores!

Cuando recién se estrenó “Hunters”, por allá en el 2020 (hace una eternidad), lo que se sabía era que era una serie sobre cazadores de nazis y que Jordan Peele era uno de los productores. Por lo que se daba por hecho que iba a ser exagerada, oscura y rara, pero las mejores palabras para describirla son “díscola y discreta”. Díscola por la cantidad de géneros que mezcla para contar su historia y discreta porque no ha tenido mucho rebote pese a ser una de las joyas de Prime. “Hunters” cuenta con una premisa cool, puede ser tanto meta como densa, creativa y plana, sentimentalmente dura, violentamente cruda y moralmente gris. Es una serie que vale la pena verla. 



El elenco: su mayor fortaleza 

Encabezado por Al Pacino y con caras conocidas como Logan Lerman (yo lo recuerdo más por “Jack and Bobby” pero tu lo recuerdas por “The Perks of Being a Wallflower”), Josh Radnor (el popular “Ted Mosby” de “How I met your mother” y a quien le han dado el trado de Henry Cavill en Misión Imposible con un bigote extravagante para alejarlo un poco de su personaje emblema), Carol Kane (la loquilla de Lilian de “Unbreakable Kimmy Schmidt”), Jerrika Hinton (la pesada de Stephanie en Greys Anatomy), Lena Olin (la mejor villana de “Alias”) y Saul Rubinek, entre todos, “Hunters” se nutre de las habilidades de cada uno de estos actores y también de sus trabajos previos, pues, aquí los vemos en roles completamente diferentes a la imagen que tenemos de ellos. Además, el guión de la serie cuenta con diálogos muy flojos que intentan ser sutiles pero terminan enredados en las metáforas que intentan crear, sin embargo, lo interesante de todos los personajes, incluyendo los cazadores y la coronel, son que son únicos en su naturaleza y están moralmente corruptos cegados por sus misiones vengativas y, en el caso de la coronel, en búsqueda de la reivindicación de su ideología. 



Flashbacks: Las historias de orígenes 

Al ser todos los protagonistas cazadores de nazis, la serie tiene que profundizar a lo largo de la primera y parte de la segunda temporada la historia de cada uno de ellos y de cómo los nazis marcaron sus vidas de una manera cruel. Todas son historias trágicas de “origen” de los antihéroes,, pero la más importante es la de Ruth, cuya vida y muerte desencadenó los eventos de la primera temporada. En términos comiqueros, ella es “el tío Ben” de Jonah y su camino del héroe comenzó el momento en que la encontró muerta, solo que no se fue por el lado de Spiderman sino por el de The Punisher. Dentro de todas las tragedias, la más sentida es la de Murray y Mindy, cuyo hijo fue arrebatado de sus manos y asesinado a sangre fría por los nazis. Ese evento hizo que una pareja de judíos terminaran como cazadores. Hay un lado sádico y para nada sano en eso de que los cazadores maten a los nazis del mismo modo que los nazis mataron a los judíos. La serie pudo irse por el lado fácil de considerar estas venganzas como una justicia poética, pero no lo hace, son producto del trauma que vivieron y que los caza de por vida. Millie Morris, el personaje de Hinton, quien es una policía afroamericana, tiene una línea donde revela que los nazis quedarán libres así hagan una investigación correcta y lleguen a capturarlos, esto es “gracias” al sistema americano y las conexiones de los nazis, entonces, se entiende que si los cazadores jamás podrían obtener una justicia real, su forma de justicia, aunque injustificable legalmente, se vuelve aceptable ante sus propios ojos. 



La revelación que cambia la serie 

 (Advertencia de spoiler) 

El último episodio de la primera temporada resuelve una revelación que lo cambia todo y nos demuestra lo capo que es Al Pacino. Su personaje Meyer Offerman siempre se sintió extraño, no es que actuara mal, sino que había algo que no cuadraba en su interpretación. Podríamos justificarlo por la edad de Al Pacino o porque Meyer es un personaje traumado y paranoico por las atrocidades que vio y vivió en el campo de concentración. Pero el giro es muy inteligente; Meyer no es Meyer sino el “doctor”, aquel nazi que lo torturó y terminó con su vida, y se transformó en él para cobrar la indemnización y huir de la justicia. Tras rencontrarse con Ruth años después, Meyer/el doctor comenzó a cazar a los suyos para ocultar su identidad. El descubrimiento es un shock total. Jonah lo mata y después le revela al grupo la verdad, lo que obviamente, cae como agua fría y rompe al grupo. El hombre que les dio sentido a su vida, que les prometió “justicia”, que los “arregló”, que los sostuvo en tiempos difíciles, que les dio una misión… era el enemigo. El final no te deja ni un solo momento para procesar lo que acaba de suceder, pese a que dejan demasiados cliffhangers, la resolución de la historia de doctor cierra la temporada dejando un sabor agridulce. Jonah se ha vengado por Ruth. Los cazadores pensaron que habían ganado puesto que habían dado caza a una larga lista de nazi, pero se trata de una guerra que no tiene fin, los nazis siguen allí y para remate; la última escena del episodio vuelve a dejarnos fríos: Él, el big bad del mundo, sigue vivo. 


Una moderada segunda temporada 

La primera temporada fue una mezcolanza de géneros, podía tener un musical, créditos de cómics, meter una secuencia documental, ser comedia negra y tener mucha violencia, pero ya en su segunda temporada le bajó las revoluciones a ese estilo particular, reservando las locuras para momentos claves, pero en general, trato de tener un tono serio y oscuro. Después de cerrar el arco de Meyer, por alguna razón, la serie siguió contando con Al Pacino, se entiende porque es un gran actor, pese a que narrativamente ya había dado todo lo que tenía que dar. Los flashbacks con la presencia de Meyer aportaron muy poco a la historia en general de la segunda temporada. La serie ya tenía un reemplazo de renombre; Jennifer Jason Leigh se unió al elenco para hacer de Chava, la hermana perdida de Ruby, y quien sería la nueva líder de los cazadores en una última misión: Atrapar a Hitler. 



Cazando a Hitler 

En los viajes en el tiempo, hay un punto de anclaje, un evento tan gigante que no puedes cambiar; es el destino. En “Hunters” no hay viajes en el tiempo, pero el capítulo 6 de la segunda temporada, cuenta con la secuencia más poderosa en toda su existencia; Adolf Hitler será llevado a la justicia tras ser capturado por los cazadores y lo llevan a un pasadizo secreto donde lo obligan a caminar entre las víctimas de sus crímenes. Antes de ser atrapado, Hitler se quiso suicidar para evitar que alguien más lo matara, esa acción está basada en una de las teorías más aceptadas sobre la muerte de Adolf Hitler, de quien se dice que se suicidó junto a su esposa Eva Braun el 30 de abril de 1945, en el búnker de la Cancillería del Reich en Berlín. 



Menos mal esta es una serie que puedes ver de largo y no como era antes que esperabas cada semana estreno, porque de ser así, el septimo episodio es un poco decepcionante, no en la historia en si misma, sino porque no continúa de manera directa lo que sucedio despues de la captura de Hitler, en vez de eso, tenemos la historia de una pareja que resguardaba a los judíos y su tragica muerte una vez que son descubiertos. Uno de los sobrevivientes es el judío que traslada a Jonah y Hitler lejos del pueblo argentino. 

 El último episodio 

Esta serie se fue como quiso irse; con su sello díscolo. Para mi, el final perfecto fueron los últimos minutos del episodio 6 de la segunda temporada; la captura de Hitler, el momento cumbre de la serie. También hubiera sido acorde que los créditos cierren la historia en el minuto 45 después del último episodio, después de la condena de Hitler, quien morirá en prisión, pero los cazadores necesitaban una secuencia de acción que los hiciera ver cool una última vez. Después, una vez que técnicamente todos han cerrado la página, ya capturaron a Hitler y pasará el restos de su vida encerrado, los cazadores podrían regresar a su vida “normal”, una que jamás conocieron lo que es normal, sin embargo, esta serie volvió a excederse y sobre explicó nuevamente la muerte de Ruth para darle una nueva misión de Jonah. El mensaje de Harriet hubiera funcionado igual porque Jonah sigue con esa oscuridad que lo alberga desde que vio morir a su abuela. “Los malos no van a parar, ¿por qué los buenos sí?”, le pregunta Harriet y esperamos que Jonah tome la decisión correcta. La escena final es una suerte de homenaje al “Caballero Oscuro”, pero al revés, no es el héroe aceptando tener una vida normal, es el cazador despertando para continuar con su misión.



lunes, 13 de noviembre de 2023

#Beckham (el documental): El hombre que cambió el fútbol

David Beckham es un hombre afortunado; lo tiene todo: un bonito rostro, demasiado dinero, un gusto impecable por la moda, un porte atlético, es capaz de lucir cualquier corte de cabello sin problemas … todo, excepto la voz, demasiado aguda para alguien que se ve así. No lo digo yo, lo dice Deadpool. Pero bueno, este año, su documental “Beckham” nos mostró su lado más humano y calculado. Para quienes no lo sepan, todo lo que se presenta en este tipo de documentales “personales” es aprobado por su protagonista. Así que, de la mano de Beckham, repasamos los altibajos, las glorias y parte de las polémicas de su vida profesional y personal. Lo interesante de este documental no es tanto lo que ya se conoce sobre este jugador, sino que presenta una mirada al fútbol del pasado, aquel que cambió por completo gracias a David Beckham. 


David, el último romántico 

Ya no existen tipos como Beckham. Fue el pionero en impresionar al mundo con un gol a media cancha. El primer metrosexual futbolístico en la historia de la cultura pop, cuyo nombre es referenciado en varias series y películas, y también el primer jugador en convertirse en una figura de marketing. Pero antes que todo eso, David Beckham es un romántico, no solo con su esposa Victoria, sino también con su primer amor: el Manchester United. Es fascinante el respeto que David Beckham le tiene a Sir Alex Ferguson, quien fue su entrenador durante los años que estuvo en “los diablos rojos”. Su relación es una ventana a cómo ha evolucionado el fútbol. Antes era un tema mucho más personal, donde el jugador tenía un respeto casi incondicional con su equipo y una admiración única por su DT, hasta el punto de dejar a un lado su luna de miel para regresar porque el equipo lo necesitaba. Eso es impensable ahora. 


Beckham, enemigo número uno 

Becks también ha sido uno de los jugadores más abucheados del fútbol, principalmente debido a que fue expulsado en el partido contra Argentina tras caer en la provocación de Diego Simeone. Inglaterra fue eliminada del Mundial de Francia 1998 en ese mismo partido. La gente no recuerda que fueron eliminados en penales; la expulsión de su niño de oro es lo que más retienen. El bullying que sufrió no solo pasó por silbidos en la cancha por parte de sus propios hinchas, sino también por recibir todo tipo de amenazas en una época donde no existían las redes sociales. Esto significa que la gente se molestaba en escribir y mandar cartas solo para insultarlo. ¿Qué hizo Beckham? Solo se quedó callado y siguió jugando. Nunca hizo ningún tipo de declaraciones. Después de la eliminación del mundial, Beckham ganó el primer triplete con el Manchester United. Su deuda fue saldada y su relación con los fans de Inglaterra y el United se recompuso. Así es el fútbol, o por lo menos, así lo era antes.


Recientemente, hubo un caso muy sonado en las redes sociales. Con cada error que cometía Harry Maguire, un defensa del Manchester United, su reputación se iba transformando en un meme. Se ganó el odio y abucheo de los hinchas; sin embargo, había un lado de la prensa y una campaña muy fuerte de su equipo que siempre decidió protegerlo ante las críticas. Su madre emitió un mensaje donde habló sobre el bullying hacia su hijo. En una época donde se tiene más en cuenta la salud mental, el entrenador de Inglaterra, Gareth Southgate, y varios de sus compañeros defendieron a Harry. Hoy en día, Harry ha tenido actuaciones decentes e incluso ha “salvado” al United de perder en partidos claves, reconciliándose con su afición, aunque no creo que nadie deba esperar un triplete de este equipo en el tiempo cercano. 


Victoria, la villana de una historia mal contada 

Si David Beckham es el último romántico del fútbol, Victoria es la villana de una historia mal contada. Victoria y David se enamoraron siendo muy jóvenes, cuando ella ya era una estrella de pop gracias a las Spice Girls. Victoria también fue objeto de críticas, ya que se creía que era una distracción para la carrera de Becks. En el documental se enfatiza que, en realidad, Victoria es la roca protectora de él. El mundo futbolístico es un lugar misógino y machista, por lo que, en lugar de responsabilizar a Becks por sus propias acciones, se culpaba a su pareja. Cuando se reveló que Victoria le informó a Beckham que estaba embarazada el mismo día que jugaba contra Argentina, se le acusó de querer sabotear a Inglaterra, cuando la verdad es que a Victoria le da igual el fútbol y solo le dijo la noticia porque era su pareja. Ella lo deja claro en el documental: No le gusta el fútbol, ni lo sigue, pero sí lo ve por David porque le gusta verlo a él. 

Recuerdo cuando era adolescente, veía “Malcolm” y pensaba que Lois era una pesada. Ahora que volví a ver la serie, Lois es la verdadera heroína de la historia. Sí, es caótica, gritona, pero nadie puede dudar de su amor por su familia y de la prioridad que tienen en su vida. Lo mismo sucede con Victoria. Puedes criticarle muchas cosas, parece más superficial de lo que es, pero siempre puso antes a su familia y a su esposo, hasta el punto de mudarse a diferentes partes del mundo para perseguir los sueños de aquel jugador del que se enamoró cuando era joven. 

MLS, la dos obsesiones de Becks 

El mismo Beckham reconoce que la MLS no es una liga competitiva. No lo era cuando llegó ni tampoco lo es ahora. Sí, ganó un par de trofeos en ese campeonato y tiene su mérito, pero en el mismo documental admite que muchos de los jugadores tienen dos trabajos. Sin embargo, lo que más importa de la venta de Becks al Los Angeles Galaxy tras su paso por el Real Madrid es el motivo: desde entonces se trataba de poner de moda el fútbol en la liga estadounidense. Estados Unidos no es un país futbolero. Allí al fútbol se le dice “soccer”, pero es un lugar donde el marketing prima y también donde está Hollywood, cuna de las celebridades. 



En el documental “The Making of Inter Miami FC”, se profundiza un poco más sobre el proceso de creación del Inter de Miami y se presenta una visión romántica del proyecto de Becks que busca involucrar a la comunidad. Lo cierto es que el Inter de Miami combina las dos obsesiones de David Beckham: el marketing y el fútbol. 




David Beckham es una persona fascinante, familiar y también inalcanzable. Su documental omite varios capítulos y polémicas, como, por ejemplo, fue prestado al Milán y allí se lesionó por eso no pudo jugar el que sería su último mundial en Sudáfrica 2010, pero lo que vemos es suficiente para conocer un poco de las obsesiones del hombre que cambió el mundo para bien y para mal, puesto que al convertirse una figura de marketing contribuyó a la mercantilización del fútbol y a la creación de una cultura de celebridad en el deporte. También se trata de un hombre que tiene una clara visión de lo que quiere y está capaz de luchar hasta alcanzarlo. Lo de sus cambios de looks también es impresionante, aunque el documental habla brevemente de su impacto en la moda, su metrosexualidad abrió la puerta para tener jugadores mucho más fashion. Por todos esos aspectos y más, hay que resaltar que existe el fútbol antes de Beckham y después de él.

viernes, 3 de noviembre de 2023

Autopsia de #TheLWordGenerationQ

Ya lo decía un viral muy popular “no hay nada más triste que volver a donde fuiste feliz y ver que ese lugar ya no es el mismo”. Algo parecido sucede con “The L Word: Generation Q”, la secuela de “The L Word”, lo que antes fue un hogar para una comunidad casi sin representación en pantalla se volvió en una discoteca bulliciosa y caótica para el olvido. Esta es la autopsia de "The L Word: Generation Q". 


Antecedentes 

"The L Word" es una de las series más icónicas de la comunidad LGTBQ+. Aunque no fue perfecta, logró conectar con una generación y una comunidad que había tenido muy poca representación en el mundo de las series. La creadora de la serie, Ilene Chaiken, mencionó una vez que solo quería ver una serie en la que pudiera sentirse identificada y por eso inspiró su serie en su grupo de amigas. Hasta ese momento, las representaciones de lesbianas en la pantalla eran escasas y a menudo presentaban historias trágicas o solo eran personajes secundarios que ayudaban a los protagonistas. "The L Word" desafió estos patrones, al igual que lo hizo "Queer as Folk" en su momento. 



La mayoría de los problemas de "The L Word", que ahora podemos reconocer (aunque no justificar), surgieron de la cultura de la época. En aquel entonces, no se tenía pleno conocimiento de las problemáticas dentro de la comunidad LGTBQ+ ni de las cuestiones relacionadas con la representación en los medios. En ese sentido, ver la serie ahora con los valores del presente va a causar uno que otro momento incómodo y hasta chocante. Por ejemplo, en la primera temporada, vemos a un hombre blanco identificado como lesbiana, las bromas sobre la bisexualidad de Alice y en la tercera temporada varias veces hay un maltrato hacia Max y su transición. Esto no se refiere sólo a las historias dentro de la serie, sino también a las decisiones de casting, como la elección de Sarah Shahi, de ascendencia iraní, para interpretar a un personaje latino, una elección considerada en la actualidad como una falta de respeto a la comunidad latina. 


Lo más cercano a de “The L Word” en el mundo heterosexual fue Melrose Place y siguiendo su mismo ciclo de vida, “saltó el tiburón” de una manera espectacular mutando de ser una serie entretenida sobre un grupo de amigas hasta un placer culposo donde todas se acuestan con todas. Su última temporada quiso girar alrededor del misterio de quién mató a Jenny pero terminó sin pena ni gloria y sin resolución.

Desaprovechando la herencia 


“The L World” agregó “Generation Q” en su título por dos razones; la primera; cuestiones legales y la segunda; la necesidad de aclarar que se trataba de un proyecto nuevo, porque aunque Ilene Chaiken era la productora ejecutiva, el equipo de producción no tenía nada con la serie original. La “Q” significa queer, un término que ha sido utilizado históricamente como un insulto, pero en los últimos años ha sido reivindicado por muchos miembros de la comunidad como un término de identidad. Q+ es un símbolo de inclusión y diversidad y eso es exactamente lo que la nueva serie pretendía ser. Esta "nueva Generación" detrás y frente a cámaras es mucho más consciente de los errores de “The L Word” y son capaces de señalarlos sin añadir nada nuevo. Si bien el grupo original en un principio tampoco se sentía como un grupo de amigas genuino, con el tiempo, se remarcó que las diferencias entre ellas era la razón por las cuales paraban juntas. En la secuela, había una clara diferencia entre las nuevas y las “viejas”/originales (Alice, Bette y Shane). Sophie, la asistenta de Alice, era el punto de intercepción de las historias y aun así sus interacciones carecían de naturalidad. Por su lado, Shane y Tess quizás sea la historia más sólida de la serie, pero el problema es que es la misma historia que Shane ha tenido desde la tercera temporada del mundo de “The L Word”; se enamora, intenta comprometerse y al final termina siendo infiel. De nuevo, esto no era realmente un problema a los 20, el problema es que Shane ahora bordea los 40 y sigue sin romper ese ciclo, lo que sería una historia interesante si hubiera tenido un desarrollo apropiado. 



El tiempo 

Al ser una producción de Showtime, “The L Word” tenía solo 13 episodios por temporada, mientras que la última temporada, considerada la peor de la serie, tuvo 8 capítulos. Sin embargo, tenía algo a su favor; Ilene Chaiken quien tiene una gran experiencia en el mundo de las series y se volvió en una especialista en el manejo del tiempo. Sabía en qué momento tenía que apresurar ciertas historias y a otras las dejaba desarrollarse como una subtrama a la que regresaría más adelante, como el coqueteo de Alice y Dana durante la primera temporada que en la segunda tiene su apogeo. Del mismo modo, su equipo de producción intentaba abordar con tacto ciertas polémicas aunque no profundiza mucho en las mismas, como el colorismo en la familia de Bette. También se tomaron decisiones polémicas, como la historia de cáncer de Dana que finalmente termina con su vida. 20 años después, Chaiken aún sigue disculpándose y arrepintiéndose de “matar” a Dana. Pero lo más destacable es que incluso cuando la serie era mala, seguía siendo buena, eran tan mala que era buena. Convirtiéndose, al igual que Melrose Place, en un placer culposo y extravagante donde todo podía pasar. Por su lado, “The L Word Generation Q” parece apretar el acelerador en todas sus historias y a veces ni siquiera tiene tiempo de cerrarlas cuando ya están abriendo otras. Es como si quisiera alcanzar las seis temporadas de la serie original en la primera entrega. Además, la serie se siente superficial, con un enfoque excesivo en escenas de contenido sexual y enredos románticos, en un intento de mostrarse más audaz que la original. Aquí vale la pena mencionar que si bien “The L Word” era atrevida, la mayoría de sus escenas de sexo tenía un contexto apropiado. La primera vez que vemos a Bette y Tina tener sexo ya sabíamos que eran una pareja que estaba pasando por una crisis y una sequía. Sin embargo, “Generation Q” no se molesta en crear un vínculo entre los nuevos personajes y la audiencia. Por ejemplo, la primera vez que vemos a Sophie y Dani ya sabemos que tienen buen sexo y nada más, recién más adelante conocemos sus problemas. En la primera temporada, es obvio que los productores querían que los nuevos lleven la batuta, pero como no funcionaron, en la segunda se intenta corregir el camino dándole más protagonismo a Bette, Alice y Shane e incluso trajo de vuelta a Tina para revivir el drama de una de las relaciones más icónicas y disfuncionales de las series. Hay que reconocer que si bien Bette y Tina son almas gemelas, su relación era desigual, tóxica por momentos y con problemas de comunicación. 



El cameo más polémico que no se dio 

"The L Word" tuvo invitados especiales icónicos, muchos de los cuales eran miembros destacados de la comunidad LGTBQ+. Estos incluyen a figuras como Billie Jean King, Gloria Steinem y Alan Cumming, junto con celebridades como Snoop Dog. En el podcast "Pants", conducido por Leisha Hailey y Katherine Moening, quienes interpretaron a Alice y Shane, revelaron que Snoop Dog aceptó participar en la serie gracias a las conexiones de la legendaria Pam Grier. 




En "The L Word: Generation Q", los cameos continúan, y la mayoría de ellos son una celebración de los éxitos de miembros de la comunidad LGTBQ+. Por ejemplo, en el primer episodio, vemos a Alice entrevistar a la campeona mundial, Megan Rapinoe. Además, se brindó un papel a Rosie O'Donnell, y otros miembros de la comunidad LGTBQ+ hicieron apariciones en la serie, incluyendo a Daniel Sea, quien es más conocido como Max, incluso Shane se disculpa por cómo lo trató en el pasado. Sin embargo, como escribí “Generation Q” es capaz de reconocer los errores de la serie original, pero no ahondar en los problemas, por eso esta disculpa fuera corta y casi sin un contexto que explique que el trato que se le dio a Max en “The L Word” fue inaceptable, pero si no has visto la serie original, la escena no tendrá sentido. 



Pero hay un cameo que jamás veremos y tampoco fue considerado. Sarah Shahi pidió públicamente que la inviten a formar parte de la secuela, pero la producción no estaba interesada argumentando que Sarah no era latina y por tanto no podía interpretar de nuevo al personaje de Carmen de la Pica Morales. Personalmente, un posible retorno de Shahi me hubiera entusiasmado antes de ver la serie, después de ver la serie, creo que Shahi se salvó del desastre. No obstante, sí entiendo que se hubiera armado una polémica innecesaria en las redes sociales sobre la actriz y por eso, siento que la producción tomó una decisión para protegerse de la crítica. 

El cameo más esperado 

En la tercera temporada se dio el retorno más importante: Dana. Se trata de un episodio especial y musical donde Alice sueña con Dana y conversa con ella sobre el fracaso de sus relaciones. En ese aspecto, no hay queja ni crítica, la serie siempre tuvo presente que el duelo de Alice era permanente y tanto ella como el público necesitaban ese reencuentro para despedirnos de manera apropiada de Dana. Tras esta experiencia, Alice se reencuentra con su ex Tasha y se da entender que podrían regresar, pero jamás se podrá desarrollar esta historia porque Showtime decidió cancelarlo.


 El drama interno y externo de The L Word Generation Q 

De manera muy diplomática, en su podcast “Pants”, Hailey y Kate dieron a entender que no estaban de acuerdo con las decisiones que se habían tomado respecto a sus personajes, pero como buenas profesionales dieron su mejor esfuerzo con el guión que tenían en sus manos. Las dos actrices también dirigieron los que serían los últimos capítulos de la serie. Hailey reveló que tiene su propia versión de la boda de Tina y Bette, que difiere significativamente de lo que se emitió, debido a cambios impuestos por la producción y el canal. 



Tras la cancelación, Showtime eliminó la serie de la plataforma de streaming Paramount, en la que se alojaban las series de Showtime. Esta decisión, aunque controvertida, se tomó para reducir costos y evitar pagar regalías a los actores. Después también surgieron rumores sobre un posible spin-off titulado "The L Word: Nueva York", aunque no hay confirmación oficial. 

Revivir “The L Word” no parecía una buena idea, pero se sentía bonito volver a ver a aunque sea a parte del elenco original. Ya se sabía que una secuela implicaba una nueva producción, la introducción de nuevos personajes para tratar de atraer a la nueva generación y volver a ver a los personajes favoritos siempre tiene sus pro y sus contra ya que los encontramos en un lugar que no necesariamente queremos verlos. La brecha entre "The L Word: Generation Q" y "The L Word" no solo era generacional, sino también en términos de enfoque. Mientras que Ilene Chaiken se inspiró en sus propias amigas para crear una serie que refleja a la comunidad LGTBQ+, los productores de la secuela optaron por un enfoque más dramático y extravagante pero ni las historias están al nivel de la última temporada de “The L Word”. Lo más rescatable es que tras casi 20 años (y más en la historia original), Bette y Tina se casaron en sus 50’s en una ceremonia dramática tal como lo ha sido su relación.

jueves, 26 de octubre de 2023

#SexEducation: Una decepcionante temporada final

En el pasado ya otras series tuvieron el mismo atrevimiento de “Sex Education” se presentar a adolescentes freneticos por el sexo, pero la diferencia con otras series como "Euphoria" o "Skins" era su tono más light y positivismo. Sí, abordaba temas difíciles, pero lo hacía de manera empática. Con ello se ganaron merecidos elogios, aunque cada uno de los halagos parecía retar a los productores y guionistas: "ser más empáticos", "ser más didácticos", "ser más wokes". Así, la tercera temporada marcó el comienzo de la decadencia de la serie hasta su temporada final. Si la cuarta temporada se siente extraña, apresurada y centrada más en los personajes nuevos, es porque los productores y guionistas no sabían que la cuarta temporada sería la última. La decisión de terminar la serie la tomó Netflix y no es realmente una sorpresa. Hay que tener en cuenta que la expectativa de vida de una serie de Netflix es de tres temporadas, las que han tenido más es gracias a su popularidad u otros factores. La decisión de la plataforma es razonable considerando que los protagonistas se volvieron estrellas y comenzaron a tener otros proyectos. Además, la mayoría ahora mismo con las justas pasan como adolescentes. 


¿Nueva especial, nuevo reboot?


Esta cuarta temporada “Sex Education” parecía ser un leve reboot introduciendo nuevos personajes como si fueran una “nueva generación” e incluso tenemos un cambio de escenario: pasamos de una escuela conservadora a una demasiado abierta y muy irreal. Se trata más de una fantasía utópica cuya mera existencia plantea problemas para la narrativa de la serie. ¿Si esta escuela siempre ha existido, por qué Eric no buscó estudiar allí antes? Y es que esta nueva escuela es lo que Eric buscaba desde la primera temporada; un lugar seguro que lo acepta tal como es, rodeado de gente de la comunidad LGTBQ+. Este paraíso woke representa lo que la serie quiere ser: un lugar lleno de discursos de aceptación, pero que no reconoce su propio mensaje. Y ese es un problema porque nadie quiere que le den lecciones constantemente. En las primeras temporadas, los consejos de Otis y Jean no eran sermones de aceptación ni lecciones de progresismo. Cada historia invitaba a la reflexión, pero lo hacía con sutileza. A partir de la tercera temporada, la serie adoptó un tono didáctico irritante. Entonces, cuando se anunció que varios personajes no regresarían para la última temporada, se pensó que sería porque el elenco era demasiado grande y la decisión, aunque dolorosa, haría que la serie se centre en sus protagonistas. Sin embargo, con la nueva temporada llegaron nuevos personajes, lo que no habría sido un problema si esta no fuera la última temporada. El público se quiere despedir de sus personajes favoritos y no va a encariñarse tanto con los nuevos que para colmo ocupan el espacio de otros personajes que habían sido sacados. Además, estos nuevos personajes se sienten escritos de manera bastante básica. Para una serie que predica que la sexualidad es fluida, busca etiquetar cada orientación. Los nuevos personajes parecen cumplir con todas las casillas de la diversidad y la comunidad LGTQ+, pero carecen de profundidad y la mayoría presenta una personalidad muy cliché. Siempre es importante recordar que un personaje o una persona es más que su orientación sexual. 



Cerrando historias 


La serie logró cerrar muy bien tres historias; la de Adam, la de Aimee y la de Maeve. Todas ellas tienen en común la aceptación para iniciar un proceso de sanación. La historia de Adam tiene una evolución que solo puede ser comparable con la de Jaime de Ted Lasso. Adam pasó de ser un bullying a ser uno de los favoritos del público. En esta última temporada casi estuvo aislado, pero le sirvió para conocerse a sí mismo, reconciliarse con sí mismo y también perdonar a su padre. Por su lado, Aimee, a través del arte, continúo lidiando con su trauma tras sufrir acoso en el bus y finalmente, Maeve sufrió la pérdida de su madre y decidió despedirse de Otis para perseguir sus sueños en Estados Unidos. La historia más interesante de esta temporada fue la de Eric cuyo dilema estuvo enfocado en tratar de conciliar su sexualidad y su religión. No obstante, aunque se trató de una historia bien desarrollada, presentando los desafíos de un hombre gay en una comunidad conservadora y cerrada, la serie exageró al colocar elementos fantasiosos como encuentros o alucinaciones con Dios. Eso no mella la historia, pero sí se siente fuera de lugar. 



¿Otis, el villano real? 


El punto de mayor controversia esta temporada ha sido ver a Otis como "el malo" de la serie. Según la creadora de la serie, Laurie Nunn, esta temporada explora el privilegio de Otis. No se puede decir que sea una historia jalada de los cabellos; Otis siempre fue un personaje egocéntrico y ensimismado en sí mismo, solamente que antes aprendía su lección. Pero... durante las cuatro temporadas hemos tenido la misma historia, Otis se centra en su propio drama, deja de lado a Eric, se pelea con él y luego se reconcilian en el nombre de la amistad. La última temporada no tiene el tiempo suficiente para “arreglar” al personaje, jamás asume las consecuencias de sus acciones, pero sí pide perdón a Eric. Ya parece un castigo bastante fuerte que no termine con Maeve como para seguir criticandolo, así que se le da un pase libre. 


El endgame 


Que Otis y Maeve no se queden juntos ha sido un shock para la generación actual, pero tiene sentido. Se trata de una bonita pareja, pero desde el inicio el endgame de Maeve era romper el ciclo del conformismo y salir del pueblo. Otis no tiene ese problema, como lo dijo la creadora, es un joven privilegiado que tras terminar la secundaria tendrá un buen futuro. Otis y Maeve estaban destinados a conocerse para que uno pueda aprender del otro, pero como pareja vimos que no eran lo suficientemente maduros para sostener una relación a larga distancia o largo plazo. Cuando creces, te das cuenta que hay personas que pasan por tu vida, te la marca, y después la vida continuará sin ellos. 




El legado de la serie 


Sin lugar a dudas, una mala temporada no puede borrar el impacto que "Sex Education" ha tenido en el mundo de las series. A Netflix le significó su primera serie para jóvenes exitosa, para sus protagonistas se trató de un trampolín a la fama, para Gillian Anderson, la volvió a poner en la cima y para esta generación es una de las mejores series que ha logrado plasmar las complejas relaciones de los jóvenes con un mensaje fundamental de tolerancia y aceptación. A pesar de sus altibajos, "Sex Education" representa las virtudes de esta nueva generación que busca abordar temas delicados con empatía y autenticidad. La última temporada puede haber sido decepcionante, pero no debemos olvidar el valioso legado que deja en su camino.

lunes, 16 de octubre de 2023

#SoundOfFreedom: Buena película, mala campaña

Para disfrutar de "Sound of Freedom", es necesario separar la película de las controversias y de su campaña política y conspirativa. De verdad, lo recomiendo, porque si la ves esperando que la película revele algún tipo de conspiración con la élite, te decepcionarás. Pero si la miras como una película de acción al estilo de "Taken", resulta ser buena e incluso, si la ves como una biografía algo exagerada, también merece una nota aprobatoria. 


Buena película 

La trama de "Sound of Freedom" no es particularmente extraordinaria ni original. Es la típica película de acción en la que un héroe blanco rescata a un ser inocente porque es su deber. En este caso, Tim Ballard, el protagonista, es un agente especial que abandona su trabajo para rescatar a dos menores secuestrados por una organización criminal de trata de personas. En cuanto a personaje, Tim Ballard es bastante básico, con un único objetivo: salvar a los niños, y lo hace porque es necesario. El socio de Tim, Vampiro, quien lo ayuda a infiltrarse en la mafia, es el personaje con mayor profundidad, ya que se trata de un exdelincuente que, después de estar con una mujer que parecía mayor de edad pero que en realidad era una menor, decide luchar contra estas mafias. Sin embargo, lo que hace que Tim Ballard sea memorable es la interpretación de Jim Caviezel, un actor que encaja perfectamente en este tipo de roles rotos por su trabajo, pese a que dicho trabajo fue lo que lo rompió en primer lugar. Siempre lo he dicho, Jim es el mejor Batman sin traje que hemos tenido y acompañarlo su misión siempre es conmovedor. 



Otro punto a favor es que la película maneja con sensibilidad la representación del sufrimiento y el trauma de los niños secuestrados. Aunque sabemos lo que les ocurre y las horribles experiencias que viven, el filme opta por mostrarlo de manera implícita, evitando la revictimización. Lo que más impacta de la película es la explicación del título: después de ser rescatada, la niña Rocío, quien fue secuestrada y esclavizada por una organización criminal, regresa a su hogar. Allí encuentra su tambor, que solía tocar cuando era más niña. Rocío vuelve a tocar el tambor, y lo que escuchamos es "el sonido de la libertad". Ella es libre, y la película transmite un mensaje de esperanza al señalar el inicio de su proceso de sanación a través de la reconexión con el tambor. Aunque más que el sonido de la libertad, es el sonido de los traumas de la niña, quien, después de todo lo que ha pasado a una corta edad, finalmente ha regresado a casa.



 Mala campaña 

Es un tanto desconcertante que la campaña de esta película sea tan política y agresiva cuando la película en sí no lo es, ni siquiera puede considerarse religiosa. "Sound of Freedom" es simplemente una película sobre un hombre que rescata a dos niños secuestrados. La controvertida frase del tráiler, "Los hijos de Dios no están en venta", hace referencia a que los niños en general no deberían estar en venta, una afirmación en la que todos podemos estar de acuerdo. La película nunca insinúa que Tim Ballard sea cristiano ni que su labor esté respaldada por motivos religiosos, un dato que debería ser relevante considerando que es así en la vida real, pero en el filme su motivación radica en que hace lo que hace porque considera que es lo correcto. Lamentablemente, la película concluye y durante los créditos regresa la campaña. Al final, se muestra un video de Jim que insta al público a volver a comprar boletos y a contribuir a la causa. Uno de los pedidos consiste en adquirir entradas para otras personas o en realizar donaciones de algunos dólares a la organización de Ballard llamada Operation Underground Railroad.  Es importante señalar que, hace algunas semanas, tras diversas denuncias de acoso sexual, Ballard renunció a su cargo de director ejecutivo. Además, con el tiempo, se ha vuelto cada vez más evidente que la publicidad de la película no solo busca conseguir donaciones para Ballard, sino que también ha impulsado la carrera política de uno de los productores, el ultraconservador Eduardo Verastegui, quien anunció su candidatura a la presidencia de México. También la campaña y publicidad evidenciaron un lado de Jim Caviezel que no conocíamos, sigue las teorías de Qanon o por lo menos las utilizó para crear más controversia. (Sobre la campaña publicitaria de la película ya escribí)



Si prefieres creer que esta película se basa en hechos reales, es una elección válida y comprensible, aunque es necesario aclarar que existen ciertos cuestionamientos al rededor de Ballard que podrían poner en duda su palabra y sus misiones. Si esta película no estuviera vinculada con la controversia y la campaña politizada, es probable que no hubiera tenido tanto éxito. La controversia es lo que ha llevado a una película decente a alcanzar un alcance mayor. Verla se ha convertido en un acto de resistencia, una manera de desafiar a la élite, pero también sería importante diferenciar la campaña de publicidad, enfocada en crear polarización, con la película que trata de una problemática global.