miércoles, 20 de diciembre de 2023

Adiós al amigo y al capitán

Un sábado en la noche de octubre se reportaba que el mundo se había quedado sin un amigo y en diciembre nos topamos con la triste noticia que el mejor Capitán de Brooklyn partió al más allá. Las muertes de Matthew Perry y Andre Braugher han caído como un balde de agua fría para quienes gozamos de sus talentos, nos reímos con ellos y nos conmovimos con sus personajes por varios años gracias a “Friends” y “Brooklyn Nine Nine”. Ambos actores gozaban de una versatilidad dominando tanto la comedia física, los tiempos y el drama; y quedarán permanentes en la mente colectiva como Chandler Bing y Raymond Holt, papeles que en teoría debieron ser personajes pesados, pero el carisma de sus intérpretes los convirtió en los favoritos y en el alma de sus shows. 


Perry y el “seguir adelante” 

Imposible no mencionar a “Friends” cuando se habla de la carrera de Perry, es su trabajo más conocido, más popular y global. Pero retrocedamos un poco, su primer papel en el mundo de las series fue de un chico problemático en “Berverly Hills”, un atleta popular al que todo el mundo admira, pero que, tras no poder entrar a la universidad que quería, quiso suicidarse. Durante muchos años, Perry fue ese ser popular que el mundo admiraba y en silencio batallaba con la adicción y la depresión. En su libro “Amigos, amantes y aquello tan terrible” ha confesado sus problemas, sus demonios y también nos ha dicho que podemos verificar en qué temporada estuvo tomando alcohol o píldoras debido a su peso. Cuando estaba flaco eran píldoras y cuando estaba gordo, alcohol. Después de “Friends”, Matty tuvo tan mala suerte que las demás series que protagonizaba no sobrevivieron la primera temporada.



Dentro de todos sus trabajos, quizás exista uno que pasa desapercibido pero es uno que ahorita es una suerte de consuelo tras su ausencia. Se trata de la subestimada “Go on” que sigue la vida de un hombre que queda viudo tras un accidente y es obligado a ir a una terapia de duelo para “seguir adelante”. Este grupo está lleno de “raritos”, cada uno ha sufrido una pérdida, y entre todos se acompañan a convivir con su dolor. En uno de los episodios, Ryan King, el personaje de Perry, revela que uno de sus problemas es que siempre se despierta a las 3 am, hora en la que su esposa se volteaba y lo golpeaba. Eso lo fastidia y piensa que siempre será así, jamás podrá dormir una noche completa y siempre pensará a las 3 am en su mujer. Tras varios días con ese grupo de terapia que tanto lo irrita, finalmente, puede dormir tranquilo. Es un episodio simple y bonito que enfatiza en el proceso del luto. Que mala suerte que “Go on” no pudo despegar jamás, sin embargo, queda como parte del legado, siendo uno de los más sensibles, y pese a su poco tiempo, aportó un poco de risas y esperanza. 


Andre, el robotico corazón de Brooklyn Nine Nine 

Este año, para ponerme al día, vi la última temporada de “The Good Fight” con la grata sorpresa que Braugher se había unido al elenco. El nuevo personaje que el actor encarnaría sería el casi antónimo de lo que fue al capital Holt en cuanto a personalidad pero compartían el mismo ángel, mientras Holt era recatado, estricto y fiel a la ley, Ri'Chard Lane era un hombre extravagante, poderoso, colorido y con intereses propios. Ingresó como el nuevo socio de la firma de Liz y Diana, una especie de competencia y obstáculo para las mujeres en su lucha por no cambiar los objetivos del buffet, pero terminó siendo un aliado. En el sexto episodio de la última temporada, Ri’Chard revela que tenía planeado apoderarse de la firma y deshacerse de Diane y Liz, pero tras los eventos de ese episodio, en donde todo el equipo luchó contra el tiempo para salvarle la vida a su sobrino, había cambiado de opinión. La frase más destacable del capítulo es "Estoy inspirada y depresiva por el esfuerzo que toma seguir con vida" en alusión al periplo que se encaminó para mantener con vida a una persona enferma. Del episodio se desprendieron un montón de temas, desde el problema de las donaciones de órganos, la burocracia en las pruebas médicas, el racismo en la financiación de estudios y muchos, mucho más. Una lucha más a la que se enfrentaron Diane y compañía y en esos momentos difíciles, Ri'Chard se dio cuenta de la calidad de sus empleados. Sin dejar su extravagancia de lado, decide confiar en ellos y así logran salvar la vida de su familiar. Es uno de los episodios más memorables de la última temporada.



Antes de llegar a “Brooklyn Nine Nine”, donde compartió papeles con Andy Samberg, Terry Crews, Joe Lo Truglio, entre otros, Andre era un actor de teatro que no tenía experiencia en comedia y a pesar de estar acompañado por actores especializados, pudo, en muchos casos, opacarlos. Para destacar no solo que Andre decidió salir de su zona de confort para pasarse a la comedia, sino también que lo hizo para darle vida a un personaje negro, policía y homosexual, con una personalidad casi robotica que terminó siendo no solo el alma de la serie sino también como un icono de la comunidad LGTB. La escena que más me gusta de Brooklyn es cuando le agradece a Rosa por su valentía tras salir del closet con su familia. Ya es admirable esa habilidad para alternar entre momentos serios y cómicos, notable tanto en "Brooklyn Nine Nine" como en "The Good Fight", sino la capacidad de empatizar más allá de la pantalla de televisión. 


 La vida después de… 

En el 2020, en un mundo plagado de pérdidas por una interminable pandemia, Netflix estrenó “After Life”, otra producción que tiene como centro el luto de un viudo. Sí, la premisa es igual a la que “Go on”, y no, tranquilos, Ricky Gervais, el autor y protagonista de “After Life”, está vivo y sano. “Go on” y “After Life” son dos historias que contienen un sentimentalismo optimista dentro de una temática dolorosa, aunque el relato de Tony es más extremista ya que se trata de un personaje más cerrado, Tony y Ryan se habrían llevado bien pues, dominan el sarcasmo y comparten la misma profesión (comunicadores) y además, sufrieron la misma tragedia. A diferencia de “Go on”, “After Life” fue una serie limitada que tuvo una conclusión. A lo largo de la serie vimos los recuerdos de Tony, pudimos sentir su depresión, pero jamás lo vemos compartir algo profundo, solo intercambiar ironías con los demás y burlarse constantemente con su hermano. El capítulo final de “After Life” es la vida propia. Tony intenta seguir el último consejo de Lisa, su esposa; “Be kind, be happy, be Tony”. Entonces, lo vemos intentar aliviar la vida de los demás con el dinero que le dejó Lisa y después, en una feria, la vida pasa, las personas se conocen, se reencuentran, se juntan, se acompañan, se separan. Tony camina por la feria acompañado por su perro… poco a poco se desvanece su perro y se desvanece él. Es la vida que pasa… y no la podemos detener. 


 Durante estos días he estado pensando mucho en estas tres series, en la vida, esa misma que logró retratar Ricky Gervais con tanta franqueza, y en cómo, a pesar de lo abrupto de sus partidas, el amigo Perry y el capitán Braugher dejaron que su arte se quede con nosotros, solo que ahora tendrán un nuevo estatus; un recuerdo, un refugio, un consuelo, un regalo, una compañía. Solo queda agradecer por las risas y las lecciones.

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