-Netflix comienza a tener problemas con la tercera entrega
Era imposible que "House of Cards" supere su impresionante
segunda temporada, y si bien la tercera tuvo puntos interesantes, no tiene
punto de comparación con su predecesora ni tampoco con la primera temporada. Ojo
que esto no significa que baje de calidad,
igual Netflix sigue innovando con cada producción y las nuevas entregas
de las mismas. Por su lado, para mí la primera temporada de "Orange is The New
Black" fue una excelente carta de presentación que parecía girar en torno de los
dramas de Piper y Alex. La segunda decidió darle más protagonismo al elenco de
soporte tratando de compensar la ausencia de Alex Vause, construyendo una
historia más diversa y compacta al mismo tiempo. Personalmente, me gusto más la
primera que la segunda, pero en una vista general, la segunda temporada fue más
profunda y más rica en drama y comedia, y aunque la tercera entrega "OITNB" siguió el camino de darle más importancia a “personajes secundarios”, había
momentos en que no me importaba lo que le sucediera con Morello o Red y Healey.
No iría al extremo de decir “Las series
de Netflix se caen en su tercera temporada” pero sí hay que admitir que no
parecen alcanzar las vallas impuestas por sí mismas en entregas previas.
-Apariciones fugaces
Una de las cosas que no me gustó mucho sobre la tercera
temporada de "OITNB" es que Nicky (Natasha Lyonne) y John Bennet (Matt McGorry) desaparecieron
muy rápidamente. Entiendo que Matt McGorry está ocupado con "How to get away
with murder" y hasta cierto punto es comprensible que su personaje haya hecho lo
que hizo, pero igual se extrañó su presencia. Además, creo que el flashback de
Bennet solo sirvió como una excusa para verlo bailar. Por su parte, lo que
sucedió con Nicky fue difícil de aceptar porque se trata de uno de los
personajes más cool de la serie, sin mencionar su relación con los demás,
especialmente con Red y Alex, pero en esta temporada ni si quiera compartió
escenas con ninguna de ellas. La ausencia de Nicky dejó un vacío en la cárcel.
-Okay, se dieron el gusto de tener a Ruby Rose…
Pero solo eso. Nada más y nada menos. A Stella solo se le va
recordar porque fue interpretada por Ruby Rose. Y si bien, la mujer es
atractiva, esperaba un poco más, después de todo el marketing que le hicieron, aunque
agradezco que el triangulo amoroso entre Ruby/Piper/Alex no fue tan pesado ni
cliché.
-Time Hump Chronicles
No vi venir esto, pero de algún modo, tiene sentido. ‘Crazy
Eyes’ siempre ha tenido una gran imaginación, ¿por qué no ponerla a escribir
algo? Y en la tercera temporada, el sueño de hizo realidad. ¿El resultado? Una exagerada
historia erótica de ciencia ficción, lo que llevó a varias situaciones
hilarantes, sobre todo porque ahora ella tenía seguidoras desesperadas por un
nuevo episodio, pero esto también nos reveló ciertos datos de Crazy Eyes que no
sabíamos y además, parece que tiene una fan enamorada.
-Big Boo y Doggett
No tienes que pensar igual a alguien para ser su amiga, Big
Boo y Doggett son el perfecto ejemplo de una amistad bizarra. Estas dos se
odiaban al principio de la serie y ahora comparten un vínculo especial. Incluso
Boo defiende a Doggett, hasta el punto de planear una venganza, y Doggett ayuda
en sus extraños planes a Boo, aunque no esté de acuerdo con ella. Las escenas
que comparten Boo y Doggett, probablemente, son los puntos más altos de la
tercera temporada y los diálogos son interesantes y graciosos, puesto que cada
una piensa totalmente diferente a la otra.
-Ciertas historias necesitan advertencia
Es un show sobre mujeres en prisión. No todas las historias
van a ser bonitas, pero hay algunas que pueden despertar sentimientos negativos
para quienes lo vean. Así que por si acaso hay dos escenas de violación y una
de un delito de odio. Las escenas son muy fuertes incluso para los estándares
de Netflix.
-¿Mmm… para eso querían que Alex este en todos los capítulos?
No me quejo de que Alex haya estado presente en todos los episodios
de la tercera temporada y entiendo que el regresar a prisión la haya sumergido
en una tremenda depresión, pero una vez superado el trauma inicial, Alex cambió
y no para bien. De nuevo, es compresible que haya cambiado, pero
lamentablemente eso le quito gran parte de la esencia de Alex. Ya no más la
mujer rebelde sexy sin miedo, ahora tenemos una paranoica – que al final tuvo
razón – aburrida, madura Alex, que fue más memorable en la segunda temporada, a
pesar que apareció poco, que en la tercera.
-Los Flashbacks
Siempre me ha fascinado como es que la serie cuenta el
pasado de las reclusas, generalmente entrelazándolo con algún evento del
presente. Tal vez no lleguemos a saber qué les pasó a todas y cómo es que
terminaron en la cárcel, pero al menos ahora conocimos la historia de Norma, Flaca,
Doggett, entre otras, e incluso Caputo también tuvo sus propio flashback. Esta es una gran manera de presentar que el
mundo no es blanco y negro, hay matices y todos transitamos alguna vez por las
zonas grises.
-Todos odiamos a Piper
Para muchos, esta tercera temporada, Piper estuvo
irreconocible, pero creo que más bien fue la evolución más sensata que pudo
tener. Ha aceptado su verdadera yo, ha reconocido que es una mujer
manipuladora, oportunista y vengativa y finalmente, se ha aprovechado de ello.
Dejó de ser un personaje bidimensional para abrazar su lado oscuro, ¿eso hace
que la odiemos? Absolutamente, ¿la hace insoportable? Seguro, pero también la
hace más interesante. Es extraño como es que esta temporada se invirtieron los
roles y Piper es la mente delincuencial y Alex, la aburrida.
Calificación final: Temporada 2 > Temporada 1 >
Temporada 3
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