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lunes, 8 de junio de 2020

#Homeland y #TheLoomingTower: Las diferencias y similitudes

La galardonada “Homeland” terminó luego de ocho temporadas. Tras una impresionante primera temporada, la serie tuvo sus altas y bajas, pero sobre todo, sobrevivió la muerte de Nicholas Brody (Damian Lewis), figura principal en las primeras tres temporadas y también evolucionó más allá de los juegos de espías ahondando en los conflictos políticos y las frágiles relaciones internacionales. La narrativa de “Homeland” tiene a su favor conjugar el realismo con la veracidad. Si bien es cierto, el estilo de “Homeland” se puede encontrar en series como la israelita “Prisoner of War”, una producción que es más que todo su predecesora, o como “The Americans”, centrado en un matrimonio de espías rusos que se hacen pasar por americanos en Washington DC, la serie más cercana en cuanto temática y narrativa es “The Looming Tower” que gira alrededor del trabajo de agentes que investigan la amenaza que representa Osama Bin Laden y Al-Qaeda en los 90. Incluso podríamos cometer el atrevimiento que considerar a “The Looming Tower” una especie de precuela involuntaria de “Homeland”. Aquí las diferencias y similitudes entre “Homeland y “The Looming Tower”. 



DIFERENCIA: Una mirada diferente del islam 

 Durante las cuatro primeras temporadas, el enemigo principal de “Homeland” fue Haissam Haqqani (Numar Acar), el líder talibán responsable de miles de muertes y el autor intelectual de crueles atentados. Pese a que a través de Carrie Mathison (Claire Danes) y Saul Berenson (Mandy Patinkin) se hacía un esfuerzo de separar la ideología terrorista de aquellos que practican la religión islam. En “Homeland” estaba claro quiénes eran los malos (los musulmanes) ya que eso ensalzaba la imagen de los buenos (los americanos). Por su lado, en “The Looming Tower”, el agente Ali Soufan (Tahar Rahim) practica la religión del islam lo que permite dar una visión más amplia y personal del conflicto entre un fiel creyente y los radicales que distorsionan las palabras del Corán para justificar sus crímenes. De hecho, en el último capítulo de “The Looming Tower”, Soufan es capaz de sacarle una confesión a uno de los miembros más altos de Al-Qaeda y lo hizo hablando sobre el Corán. 



 SIMILITUD: Interferencia política e intereses de poder 

 Tanto “Homeland” y “The Looming Tower” dan muestra de la interferencia política en las agencias de inteligencia y también del interés que ciertos grupos de poder que prefieren prolongar los conflictos en vez de resolverlos. En “Homeland”, Nicholas Brody llegó a ser vicepresidente pese a las sospechas acertadas de Carrie Mathison, además, en las últimas temporadas, sobre todo, podemos ver cómo el establishment no permite a Elizabeth Keane (Elizabeth Marvel) gobernar. Más adelante inclusive veríamos al esposo de Claire Danes, Hugh Dancy, darle vida a un asesor arribista influye en un inexperto presidente para que se vaya a la guerra solo porque sí. Por su lado, en “The Looming Tower”, una serie que está basada en hechos reales, vemos cómo la administración Bush le ponía todo tipo de trabas a la investigación del FBI y pese a no había ninguna evidencia que el gobierno de Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva o que si quiera tuvo algo que ver con los ataques terroristas del 11 de setiembre, igual Bush decidió invadir Irak bajo esos argumentos.



DIFERENCIA: Pasado, presente y futuro 

 “The Looming Tower” al ser una miniserie limitada basada en hechos reales no tenía el objetivo de retratar el futuro ni tampoco de predecirlo, simplemente se limitó a retratar de manera muy realista el pasado, mientras que “Homeland” sin proponérselo supo leer la dirección que el mundo tomaría luego de las tumultuosas elecciones presidenciales de Estados Unidos en el 2016. En ese sentido, “Homeland” tuvo arcos narrativos que involucraron las denominadas “fake news” y las granjas de trolls creadas por Rusia para desestabilizar la democracia americana. Se podría decir que “The Looming Tower” plasmó el pasado y “Homeland”, el presente y el futuro. 



 SIMILITUD: Los héroes que nadie escucho

 Carrie Mathison (Claire Danes) y John O’Neill (Jeff Daniels) son los héroes imperfectos de “Homeland” y “The Looming Tower”, respectivamente. Debido a su experiencia profesional y a su inteligencia, ambos personajes son capaces de ver el panorama claro casi desde el comienzo, pero debido a diferentes circunstancias, sus advertencias no tienen el nivel de resonancia necesaria para poder detener lo que se avecina. En el caso de Carrie fueron los cuestionamientos a su estado mental, especialmente, a su bipolaridad, y el hecho de que era una mujer determinada lo que hacía que la gente a su alrededor no confiara en su palabra, mientras que el comportamiento extravagante de O’Neil y su temperamento feroz causaban problemas con sus supervisores y los miembros de otras agencias, y de ese modo, los demás preferían ignorarlo pese a su esfuerzo para evitar los atentados del 11 de setiembre. Lo que hace la historia de John O’Neil más trágica es que tras renunciar al FBI aceptó trabajar como jefe de seguridad en las Torres Gemelas y falleció en el 11 de setiembre. En “Homeland”, luego que se confirmara que Brody era un terrorista, Saul Berenson comenzó a tener una fe ciega en Carrie hasta el final, pero probablemente era el único.



 DIFERENCIA: Saul Berenson y John O’Neill 

Saul Berenson y John O’Neill juegan un rol importante en ambas series; son los mentores y los protectores de Carrie Mathison y Ali Soufan, sus agentes predilectos, respectivamente. Pero hasta allí no más queda el parecido, en realidad, los dos no podían ser más diferentes entre sí. Mientras que Saul Berenson sabe que ejercer la diplomacia incluso en los momentos más difíciles, O’Neill siempre dice lo que piensa y hace escándalo cuando siente que es necesario. De hecho, O’Neill y Carrie tienen en común ser dos almas rebeldes que juegan con sus propias reglas mientras que Saul y Ali destacan más por su clama en tiempos violentos. 



 SIMITLUD: El lado oscuro de la CIA 

 Si bien en “The Looming Tower” se presenta a los agentes de la CIA como los principales obstáculos a los que se tiene enfrentarse el equipo del FBI, tenemos que tener en cuenta que Martin Schmid (Peter Sarsgaard) y Diane Marsh (Wrenn Schmidt) están llevando a cabo la misma investigación que el equipo liderado por John O’Neill pero a su propio modo y sabemos que el trabajo de la CIA tiene su lado oscuro. Durante el curso de “Homeland” hemos visto como Peter Quinn (Rupert Friend) y Carrie Mathison muchas veces no respetan nada, intervienen celulares y colocan cámaras de vigilancia sin una orden de jueces y también los hemos visto torturar y utilizar a diferentes personas. En ese sentido, “Homeland” y “The Looming Tower” nos muestran el trabajo sucio de la CIA, pero solo “Homeland” apela a la frase “el fin justifica los medios” como argumento para explicar las acciones de sus protagonistas. 



 DIFERENCIA: Hechos reales 

 En “Homeland” se puede teorizar que el personaje de Elizabeth Keane (Elizabeth Marvel) estuvo inspirado en Hillary Clinton, con ciertas libertades ficticias, por supuesto. Del mismo modo, es bastante obvio que Brett O’Keefe (Jake Weber) está basado en el conspirador Alex Jones, una figura controversial que cobró notoriedad tras propagar diferentes teorías conspiratorias en contra de Hillary Clinton en las elecciones presidenciales del 2016. Del mismo modo, la forma en la que terminó “Homeland” con Carrie Mathison en Rusia publicando un libro sobre los secretos de la CIA parece un paralelo con la historia de Edward Snowden. Sin embargo, la diferencia más evidente entre “Homeland” y “The Looming Tower” es que si bien en “The Looming Tower” dramatizan ciertos eventos, la historia está basada en hechos reales y la misma serie mezcla la ficción con la realidad incluyendo escenas reales de las coberturas del atentado a la embajada de Estados Unidos en Afganistán y del bombardeo que sufrió el USS Cole en el 2000. Asimismo, la serie tiene como protagonistas a personajes basados en personas reales como John O’Neill, Ali Soufan y Richard Clarke. También podemos ver a figuras importantes como George Tenet, director de la CIA, y la entonces asesora del presidente George Bush, Condoleeza Rice.


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jueves, 4 de junio de 2020

#Homeland T8: Prisionera de su país

Desde sus primeros episodios, “Homeland” supo retratar la paranoia y las secuelas psicológicas de Estados Unidos años después de los atentados del 11 de setiembre y también reflejó los desafíos del trabajo de las agencias de inteligencia tratando de defender a su país cuando en el mismo poder se ven intereses internos y externos que prefieren prologar los conflictos y las guerras. En medio del caos y de los juegos de espías, siempre ha estado nuestra heroína imperfecta que, a pesar de todo el sufrimiento que le ha generado servir a su país, sigue creyendo en el sueño americano. 



Se podría decir que “Homeland” tuvo dos vidas; las primeras temporadas que giraron alrededor de Nicholas Brody (Damian Lewis), el soldado que traicionó sus valores volviéndose terrorista, y las temporadas sin Brody, con Carrie Mathison (Claire Danes) y Saul Berenson (Mandy Patinkin) dedicados a salvaguardar la frágil democracia americana. Sin desmerecer la espectacular primera temporada, una de las mejores sino la mejor de la serie llena de tensión y ambigüedad, las tres últimas han sido de una calidad altísima y hasta se han sentido proféticas brindándonos una mira ucrónica de lo que hubiera sido un gobierno de Hillary Clinton con Rusia y la ultra-derecha intentando desestabilizarla. En la séptima entrega, tras una fuerte campaña de manipulación de información en las redes sociales, Rusia en conjunto con los seguidores de Brett O’Keefe (Jake Weber) logran que Elizabeth Keane (Elizabeth Marvel) renuncie a la presidencia para no seguir dividiendo al país.



 El showrunner de la serie, Alex Gansa, dijo que la temporada final regresaría a sus raíces; el trabajo de inteligencia en el medio oriente. En ese sentido, Saul recluta a Carrie para una última misión; ayudar a concretizar el acuerdo mundial, pero, como suele suceder en “Homeland”, algo sucede que genera hecha más fuego al incendio e intensifica el conflicto. De ese modo, justo después de anunciar el fin de la guerra, el presidente Warner (Beau Bridges) de Estados Unidos y el presidente Daoud (Chritopher Maleki) de Afganistán mueren en un accidente de helicóptero. Tras ambas muertes, los vicepresidentes que ascienden son el oportunista Ben Hayes (Sam Trammell) y el corrupto Abdul Qadir G'ulom (Mohammad Bakri), cada uno con planes que no involucran la resolución del conflicto. A esto hay que añadirle Jalal Haqqani (Elham Ehsas), el hijo del líder talibán Haissam Haqqani (Numan Acar), aprovecha para adjudicarse el haberse derribado el helicóptero para crear su propia reputación fuera de la sombra de su padre quien había acordado el cese de armas para alcanzar la paz. Se escuchan campanas de guerra. La única esperanza para que Estados Unidos no se vuelvan a meter una guerra sin sentido es la caja negra del helicóptero, pues, es la prueba de que la muerte de los presidentes fue un accidente. 



 En el periplo de encontrar la caja negra, Max Piotrowski (Maury Sterling) termina asesinado por los rebeldes pese a los esfuerzos de Carrie, quien se aliado con Yevgeny Gromov (Costa Ronin), un oficial superior de operaciones de GRU (Departamento Central de Inteligencia de Rusia). La muerte de Max es una raya más al tigre de las bajas que ha tenido que soportar Carrie en su línea de trabajo, sin embargo, esta vez la agencia lo abandonó a su suerte evidenciando, nuevamente, las triviales prioridades de la CIA que estaba más preocupada en capturar a Carrie porque la consideraba una persona de interés en el accidente del helicóptero. Alrededor de la séptima preguntamos, después de la muerte de Peter Quinn (Rupert Friend), me pregunte si era posible que en algún momento Carrie se convierta en “la nueva Brody”. Quizás la pregunta más exacta debió ser qué tiene que suceder para que Carrie se dé cuenta que no vale la pena tanto sacrificio por su país y que su complejo de salvadora le hace daño, pero la respuesta sería la misma; un rotundo nada. Carrie vive obsesionada con su misión. Durante años la hemos visto elegir esa vida, inclusive si eso significa sacrificar a su familia y hasta su cordura, pese a que ha sido desacreditada, ignorada, criticada y relegada. Uno de los clichés involuntarios y recurrentes en “Homeland” es que Carrie lo descifra todo primero, pero nadie le hace caso a tiempo. Lo que esta temporada demostró reiteradamente es que no hay nada que Carrie no haría por su país… aunque ahora, tampoco es que tuviera una opción; era el activo de Saul en Rusia o que EEUU vaya a la guerra. En un balance, Carrie entendía que sacrificar una persona, así sea la única mujer que brinda detalles de las actividades de Rusia, para evitar la muerte de millones de personas era lo correcto y sabemos que Carrie siempre hará lo que ella considera correcto sin importar el daño colateral, en este caso, le costó la vida de Anna Pomerantseva (Tatyana Mukha), la traductora del director del GRU. 



 El último capítulo se titula “Prisoners of War” en homenaje a la serie israelí del mismo nombre que sirvió como inspiración para las primeras temporadas, pero también como una especie de descripción de la vida de Carrie y Saul como prisioneros constantes de diferentes guerras internas y externas. “Homeland” termina con Carrie en Rusia con Yevgeny. La mujer siempre ha tenido una debilidad por hombres que tienen un lado oscuro marcado y de una ética moral bastante gris. En fin, parece que Carrie está bien en Rusia y hasta ha publicado un libro sobre los secretos de la CIA, mientras que Saul también ha dejado su puesto como asesor de seguridad en Washington. En la última escena, se nos confirma que Carrie sigue siendo “prisionera de su país”, pues, asumió el rol de Anna Pomerantseva y periódicamente le enviará información sobre las actividades del Kremlin. Esta era su forma de pedirle perdón a Saul y también cumplir una especie de penitencia autoimpuesta, otra vez, Carrie se ha sacrificado, esta vez, a largo plazo, no solo ha dejado a su hija de forma permanente, sino que todos la ven como una traidora. En cierto modo, la historia de Carrie termina siendo un eco a la vida real de Edward Snowden, elexempleado de la CIA que filtró información sobre los programas de espionaje secreto de las agencias de inteligencia americanas. Snowden es una figura controversial a quienes muchos ven como un héroe y otros como un traidor. En la actualidad se encuentra viviendo en Rusia.



El jazz es otro de los personajes entrañables de “Homeland”. Desde su opening, con un saxo inquietante que atormenta, hasta las escenas donde los personajes escuchan este género de música, hasta el final, el jazz ha estado presente. En la última secuencia, Carrie asiste a un concierto de jazz junto a Yevgeny. ”Truth” de Kamasi Washington nos deja una sensación agridulce, pero enigmática. El jazz nos está revelando del estado interior de Carrie; ella sabe lo que está haciendo, es una prisionera de su país, y continuara siéndolo pase lo que pase. Un comentario aparte Hugh Dancy, el esposo de Claire Danes, le dio vida a John Zabel, un digno representante de los elitistas que piensan que Estados Unidos debe tener mano dura con todos y meterse en todo tipo guerras, un tipo que se ganó el odio en una sola temporada y que era tan o más odioso que la insoportable Dana Brody (Morgan Saylor), al menos se le disculpaba a Dana porque era una adolescente, pero Zabel solo quería ver el mundo arder en llamas. Dancy no compartió ni una sola escena con Danes. 



 ¿Cuál es el legado de que deja “Homeland”? La reinversión. Se trata de una serie que supo plasmar las propias contradicciones de sus protagonistas y de su país ampliando el espectro de los buenos y los malos. Asimismo, supo diseccionar la política y las relaciones internacionales en diferentes momentos. Hace un par de años se les criticó que los antagonistas que tuvieron fueron solo musulmanes, tal vez por eso a partir de la sexta temporada la atención se enfocó al interior de Estados Unidos, un país prejuicioso cuyo status quo aborrece la idea de un cambio, mientras que en la séptima temporada, los responsables de los problemas era la ultra derecha y la granja de trolls creada por Rusia y en la última temporada; el verdadero enemigo de la paz son los intereses de los que están en el poder. Pero vale la pena aclarar que no se trata de una reivindicación, sino de una forma de reinventarse. Homeland, el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, nació en el 2002 con la responsabilidad de proteger el territorio estadounidense de ataques terroristas. En ese sentido, la serie que lleva su modo nació con la idea de reflejar ese trabajo el cual también fue mutando con el paso del tiempo. 



 La serie de “The Looming Tower”, basado en el libro Lawrence Wright, nos muestra la feroz rivalidad entre la CIA y el FBI pudo haber facilitado los atentados del 11 de setiembre ya que, en lugar de colaborar en una investigación conjunta, cada uno se fue por su lado saboteando al otro. “The Looming Tower”, que se estrenó en el 2018, parece la precuela involuntaria de “Homeland”. Recordemos que desde su inicio, por allá en el 2011, “Homeland” se ha especializado en ser un thriller psicológico y político dando una vista del trabajo sucio de los espías, de las agendas útiles de los gobiernos turbios y de la negligencia e incapacidad de las agencias de inteligencia, además de la complicidad de los políticos y los medios. La licencia dramática más exagerada de la serie es el nivel de compromiso de su indomable heroína que no siempre logra salvar el día, pero salva la democracia y evita la guerra, pese a que el mundo esté en su contra.

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lunes, 4 de junio de 2018

#Homeland T7: Quédate con quien te cuide como Carrie cuida la democracia americana

Ya sabemos que "Homeland" tiene un talento increíble para recomponerse, lo hizo tras la salida de Damian Lewis y Rupert Friend, pero que en su séptimo año haya tenido una de sus mejores temporadas es simplemente impresionante. 



 Creo que “Homeland” se inspiró en Hillary Clinton para la creación del personaje de Elizabeth Keane (Elizabeth Marvel), una política con buenas intenciones y que en papel es perfecta para la presidencia, y en su séptima temporada decidió alejarse –inteligentemente- de capturar el caótico gobierno de Donald Trump para contar lo que hubiera sido un posible gobierno de Hillary Clinton. En ese sentido, lo que vemos en la serie es el retrato más realista y crudo de lo que hubiera pasado si es que Clinton hubiera llegado al poder teniendo en cuenta los republicanos iban a intentar vacarla y que con su llegada a la Casa Blanca no habría acabado con “fake news”, al contrario, los habría repotenciado. Esto es exactamente lo que vemos con Elizabeth Keane quien en su afán de querer luchar contra la era de la “post verdad”, se puso draconiana al momento de etiquetar y perseguir a todos sus enemigos. Las acciones de Keane le dieron una nueva narrativa que vender a Brett O'keefe (Jake Weber), el Alex Jones de "Homeland". Paradójicamente, él recoge el discurso que vemos en contra de Trump autodenominándose de "La resistencia", convirtiendo a los perseguidos en víctimas de un gobierno al que no reconocían como legítimo. 


 El mejor capítulo de la temporada es “Like bad at things” donde podemos ver como se genera los “fake news” y las consecuencias mortales que puede tener una vez que la información sobrepasa las redes sociales. 

 “Homeland” no busca una solución para los “fake news”, no es su función tampoco, pero si advierte que su peligrosidad no está en la información falsa que difunde, sino en las consecuencias mortales que pueda tener. De ese modo, la serie está haciendo una lectura precisa del panorama político enredado con el mundo del espionaje y los intereses oscuros. Ahora por un instante volvemos al mundo real, antes de que Donald Trump fuera candidato presidencial, pocos conocían sobre la existencia de Alex Jones. De hecho, solo los que buscamos conspiraciones en internet, podemos toparnos con Alex Jones en Youtube y no muchos lo tomaban en serio. Conforme la campaña fue calentándose, Jones apoyó a Donald Trump insultando e inventando teorías sobre Hillary Clinton, pero sus teorías no hubieran tenido rebote sino fuera por las redes sociales y por los propios medios que recogen lo que se viraliza en las redes sociales. ¿A quién beneficiaba que jones atacara a Clinton? Obviamente a Trump pero también a un viejo enemigo; Rusia, porque Rusia no quería que Clinton fuera la presidenta. Por supuesto, estoy simplificando las cosas, hay varios factores y sucesos que terminaron con Trump en el poder. 



 En la sexta temporada, “Homeland” creó su propia versión de Alex Jones con “Brett O'keefe”, incluso Jake Weber imita la voz roncosa y los gritos exagerados como para que no dudemos de quién nace el personaje. Al igual que Jones, O'keefe azuza al “alt-right” a rebelarse contra Keane y a luchar contra el sistema. El mensaje de O'keefe tiene llegada ya que lo que dice se difunde de manera más rápida gracias a los agentes rusos que buscan desestabilizar el gobierno de Keane aprovechándose de las redes sociales. Durante los cinco primeros capítulos, Brett O'keefe es el enemigo que le gana todas las batallas a Elizabeth Keane, pero se termina descubriendo que O'keefe ha sido un tonto útil de los rusos y ha hecho su trabajo sucio. 


 Entonces, la serie cambia de rumbo para centrarse en una guerra fría tecnológica. 

 La séptima temporada añadió un trama familia que pretendía responder la desagradable pregunta de a quién escogería Carrie Mathison (Claire Danes) si tendría que elegir entre su familia y su trabajo. Pero si una cosa debemos tener en claro tras 7 temporada es que Carrie es la “Jack Bauer” de “Homeland”. Primero está Estados unidos y después, la familia. El patriotismo está en el ADN de "Homeland" hasta el punto que hemos visto los dos lados de la misma moneda con Brody y Carrie desde la primera temporada. Brody solía ser un soldado ejemplar y en una de sus misiones es capturado transformando su devoción por su país en un odio profundo que iba a tener como conclusión un atentado. En el último capítulo de la sexta temporada, la serie recrea la escena más importante del primer episodio, pero esta vez no es Brody quien está mirando el Capitolio de Washington, sino Carrie luego que Keane mandara arrestar a Saul Berenson (Mandy Patinkin) y otros funcionarios por conspirar en su contra. 


Pero Carrie no es la nueva Brody. La diferencia entre Carrie y Brody es que Carrie se sintió traicionada por quien representa un país, mientras que Brody por el país en sí mismo. Carrie sigue creyendo en lo que representa Estados Unidos y la figura de la presidencia. Por eso sacrifica a su familia, su propia cordura y hasta casi su vida para protegerla. Ya ni si quiera Saul decide ponerse en su camino porque está consciente que Carrie siempre tiene la razón. De modo que Carrie salva la presidencia de Elizabeth Keane y Elizabeth Keane responde ese acto de fe haciendo lo correcto; al igual que Carrie coloca el país primero antes que su ego y sus rencillas. Keane renunció para reducir la polarización en su país porque se dio que ella misma quemó todos los puentes de dialogo que su vicepresidente estaba dispuesto a construir. Con su discurso final, Keane apela a la esperanza de los valores patrióticos que alguna vez caracterizaron a Estados Unidos, y por su lado, con su séptima temporada, “Homeland” se fortalece como un drama político que retrata casi a la perfección problemáticas reales.

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jueves, 20 de abril de 2017

#Homeland: La nueva pesadilla americana

Hay una razón por la que "Homeland" es una de las mejores series de la historia de Showtime. Este thriller dramático centró sus tres primeras temporadas en el juego del gato y el ratón de Brody (Damian Lewis), un soldado americano "convertido" que iba a atentar contra los Estados Unidos y de Carrie Mathison (Claire Danes), una agente de la CIA que tenía que detenerlo y pese a que ella siempre tiene razón, nadie le cree porque su inestabilidad emocional y su bipolaridad. La relación de Brody y Carrie pasó al rubro de "durmiendo con el enemigo" a una suerte de "Romeo y Julieta" en un contexto de tensión ante un inminente peligro de un ataque terrorista en donde la duda siempre acompañaba las acciones de Brody. Obviamente, esta pareja estaba condenada a tener un final trágico y aunque Brody termina redimiéndose por su país, paga un precio muy claro; muere ahorcado ante los ojos de Carrie. Tras la salida de Brody, muchos pensaron que "Homeland" se hundiría, pero muy al contrario, la cuarta, la quinta y la sexta temporada han cambiado el juego pasando de ser un thriller dramático a un aterrador reflejo de un mundo que parece llenarse de conspiraciones tras conspiraciones, fake news e intereses propios. 



 El renacer de "Homeland"

Si bien Brody y Carrie eran el motor de "Homeland", la razón por la que creo que el show está mucho mejor sin Brody es principalmente porque la serie nos regaló el personaje más odiado de la televisión; Dana Brody (Morgan Saylor). En ese sentido, la primera entrega puede ser considerada una obra maestra, la segunda y la tercera estuvieron cerca de la perfección pero debido al innecesario tiempo que se pasó con Dana Brody, en una historia que no aportaba nada en general más que el dramatismo de la adolescente, bajó el estima que le podría tener a la serie. 


 Dana Brody es ese desliz de Homeland que simplemente no puedo obviar ni olvidar. 

 Con la cuarta temporada, "Homeland" tenía una nueva oportunidad de reinventarse y lo hizo, fue una suerte de reboot de sí mismo o un spin off completamente enfocado en Carrie y en su tarea, esta vez, como jefa de la estación de la CIA en Kabul. Sin embargo, a esta nueva dirección le costó encontrar su ritmo y realmente parecían un montón de minihistorias que se desarrollaban en un mismo lugar y que tardaban demasiado en sincronizarse. 



 "13 hours in Islambad" o el episodio de la emboscada en la embajada de Estados Unidos es el mejor episodio de la cuarta entrega 

 Reforzando la idea de que la amenaza no solo puede ser externa, sino también interna, "Homeland" concluyó con 3 capítulos fuertes que compusieron todo el drama y lo colocaron una pizca por encima de la segunda temporada. 


 Saul y Carrie, el vínculo que sostiene el show 

Volviendo a cambiar su esquema aunque no su enfoque, en la quinta entrega, Carrie ya no es parte de la CIA y ahora trabaja para la fundación During, pero como es Carrie, los problemas parecen encontrarla a donde quiera que vaya y ahora alguien dentro de la propia agencia le ha puesto precio a su cabeza. Por supuesto, es la misma Carrie la que logra descubrir que la CIA tiene un “topo” de Rusia, la que rescata a Peter Quinn (Rupert Friend) luego que una ala de un grupo radical probara el gas sarín en él y la que salva a Berlin de un nuevo atentado.   Es en esta temporada donde problemas reales ejercieron una influencia mayor en la historia. De ese modo, la guerra silenciosa entre Rusia y Estados Unidos, ISIS, la situación de Siria, el tiroteo en Charlie Hebdo, las filtraciones de Edward Snowden y la crisis por la migración en Europa pasaron a ser parte esencial en "Homeland".



 Lamentable una de los cliché más constantes en la serie es el hecho que nadie le cree a Carrie pese a que la historia ha comprobado que siempre tiene razón. 

 La sexta temporada se desarrollaría en la era Trump abordando el trama desde la perspectiva de la incertidumbre de cara a una presidencia anti establishment que proponía un cambio radical en la estrategia de lucha contra el terrorismo. Carrie es una de las asesoras secretas de la presidenta electa Elizabeth Keane, interpretada por una magistral Elizabeth Marvel en un personaje que parece sacado de una realidad alternativa donde Heather Dunbar llegó a la presidencia en "House of Cards". Paralelamente a los conflictos internos entre el equipo de la presidenta electa y las agencias de inteligencia, ambos no solo desconfían el uno del otro sino que están dispuestos a lo que sea para dejar mal parado a su adversario, Carrie vuelve a cruzarse con una nueva conspiración cuando el joven musulmán que estaba defendiendo sale libre y es utilizado como un chivo expiatorio en un nuevo atentado en Nueva York y Peter Quinn, tras su derrame cerebral, adecuándose a su incapacidad, logra desenmascarar a los verdaderos responsables de la explosión de la camioneta y evitar que el asesinato de la presidenta electa. 



Cada cosa que sucedió en esta entrega estuvo quirúrgicamente conectada. Nuevamente, problemáticas reales; el prejuicio por la comunidad musulmán, las pugnas internas entre las agencias de inteligencia, la paranoia del establishment al verse amenazado, los centros de trolls que propagan fake news; sirvieron como eje para la narrativa de Homeland e incluso la serie tuvo su propia versión del conductor conservador y conspiración Alex Jones con Brett O’Keifer (Jake Weber). 



 En el último episodio “America First”, el área gris en la que siempre se movilizó el compás moral de la serie que constantemente apoya en “el fin justifica los medios” se ve alterado por “el infierno está empedrado de buenas intenciones”;

-Dar Adal consideraba que la presidenta electa era un peligro para el trabajo de Inteligencia y buscó manipularla usando campañas de desinformación y terminó instigando un intento de asesinato que lo llevó a la cárcel.

-Elizabeth Keane llegó a la presidencia con la intención de realizar un cambio radical en la política interna y externa, pero al confirmar su desconfianza, se aisla por completo y ordena la detención de las cabezas de las instituciones que están trabajando por la seguridad del país, incluyendo al propio Saul.

-Carrie que apoyó a Keane terminó decepcionada al ver el comportamiento de la ahora presidenta ha comenzado una cacería de brujas. 

¿Carrie is the new Brody?

La escena final con Carrie en un estado de shock, molesta y aun en duelo frente al Capitolio es un paralelismo con el momento más icónico del primer episodio en donde Brody también observa al Capitolio pero no sabemos a ciencia cierta si se trata de un enemigo o un patriota. Del mismo modo es con Carrie, ya que simbólicamente se encuentra en el mismo lugar que Brody, sintiendo que ese país por el que lucharon y por el que sacrificaron tanto los ha utilizado y les ha dado la espalda.



A modo de despedida, la sexta entrega consolidó a Peter Quinn como un héroe, pero antes de hacerlo, Quinn tuvo visos de Carrie: nadie le creía cuando descubrió que hombres estaban vigilando a Carrie, sus errores llevaron a la muerte de Astrid, su obsesión lo impulsó a investigar el panorama completo, pese a sus propias limitaciones físicas. De modo, que Quinn fue the new Carrie. Originalmente, Peter Quinn debió morir en la quinta temporada y aunque el volverlo a matar es repetitivo, la muerte de Quinn era necesaria para llevar a Carrie en un camino mucho más oscuro. 



Mientras Carrie y Brody tuvieron una relación intensa, Quinn y Carrie siempre se quedó en una idea que jamás se pudo concretar. Hubo un momento donde Quinn le propuso a Carrie huir y estuvieron a punto de hacerlo, pero Carrie nunca llegó y Peter decidió volver a su trabajo de espía. Mientras la muerte de Brody llevó a Carrie a ser “the Drone Queen” y seguir luchando por el bien mayor, la muerte de Quinn termina siendo un sacrificio en vano al ver que Keane le da la espalda a aquel servicio de Inteligencia que mantuvo seguro a Estados Unidos en múltiples oportunidades. Entonces, la escena final toma un significado muy más profundo más que un simple paralelismo.



Showtime ha renovado "Homeland" para dos temporadas más para cerrar toda su historia y ya hemos visto como le gusta cambiar de juego a los guionistas. Carrie es una antiheroína pero en el marco de "Homeland "es la heroina que evita que cosas malas sucedan haciendo cosas no tan buenas, pero como Harvey Dent ya nos advirtió “You either die a hero, or you live long enough to see yourself become the villain”. Con esto no estoy diciendo que Carrie se convierta en una terrorista ni que la villana de la próxima temporada sea Keane, en Homeland es muy difícil reducir todo a un solo calificativo y hemos visto como el peligro puede venir de un lado externo o de un lado interno. 

*Nota final: Rupert Friend merece una dominación al Emmy por Peter Quinn. La metamorfosis por la que atraviesa vale la pena reconocerlo; el tartamudeo, el cojeo, el incapacidad y el estrés postraumático… pese a ser una sombra de lo que fue, Quinn aun fue capaz de ser el héroe dañado que Carrie y el país necesitaba.


domingo, 22 de enero de 2017

#Lalaland: Un homenaje al arte

 La pelicula de Damien Chazelle es un homenaje a los musicales de antaño, a la magia del cine, pero sobre todo al jazz. Se trata de una historia simple; dos artistas que se enamoran y que se impulsan a cumplir sus propios sueños, sin embargo, la verdadera de historia de amor en la película no es entre Sebastían y Mía sino entre Sebastián y el jazz y Mía y la actuación.

 



 La yuxtaposición entre la actuación y el jazz 

 En "La la land", Ryan Gosling interpreta a Sebastian, un pianista admirador del jazz que sueña con abrir su propio club, mientras que Emma Stone hace Mia, una camarera que sueña con aspiraciones de ser una actriz, ambos se conocen y comienzan una relación en donde no hay ningún obstáculo amenazante que arriesgue su amor. "La la land" disfruta de los momentos simples y felices de la pareja, resalta la magia de enamorarse y se reserva hasta el final los problemas y las dudas de Sebastian y Mía. Cuando Mia le confiesa a Seb que no entiende el jazz, él se propone introducirla al mundo del jazz y como él mismo lo describe, el jazz es más que una canción es un filosofía artística en donde prima la improvisación y las emociones. Según Seb, que también lo explica en el film, un músico compone, escribe e interpreta, todo al mismo tiempo mientras toca una canción de jazz, por su lado, un verdadero actor, no solo escenifica lo que está en el guión, se mete en la piel del papel y crea una vida ficticia. En ese sentido, el jazz al igual que la actuación son expresiones artísticas cuyo objetivo es provocar y evocar sentimientos.  


La historia de amor no solo es la que vemos entre Sebastian y Mía, sino la que los dos tienen con sus propios sueños e incluso sus momentos de crisis. Seb venera a los que revolucionaron el jazz y se muestra desconfiado a las nuevas propuestas que pudieran alterar la esencia del jazz, después de pasar por varios castings, Mía se da por vencida y ya no quiere volver a actuar. Seb y Mia no tienen obstáculos como pareja, los obstáculos los tienen sus sueños, y es la pasión por los mismos que hacen que los dos retornen a sus amores artísticos; el jazz y la actuación. Seb inspira a Mia del mismo modo que Mia lo inspira a él, ambos están conectados por el arte y por el amor, no hay duda que los dos se aman, no obstante, sus sueños son los que terminan por separarlos casualmente. Mia logra obtener un papel que la lleva a Paris gracias al monologo que escribió impulsada por Seb y Seb reevalúa su vida luego de una conversación con Mia respecto a la música que está tocando y es que Mia logró entender y apreciar el jazz a través los ojos de Seb y puede ver que él no está feliz ni satisfecho con la música que está tocando ni el pertenecer a una banda comercial. 



Así que el filme termina de una forma realista en el plano romántico, Seb y Mía no se quedan juntos, pero han logrado alcanzar sus sueños; Seb tiene su club de jazz y Mia es una actriz reconocida. Es una historia de amor, solo que el amor hacia el arte. Como la propia Emma Stone lo dijo en su discurso al ganar el globo de oro por hacer de Mia; "La la land" es una película para soñadores, pero sobre todo es un homenaje al arte.


http://stephen-amell.tumblr.com/post/155785790981/people-love-what-other-people-are-passionate


Homeland: El jazz en el terror

¿Qué diablos tiene que ver "Homeland" con "La la land"? Bueno, el punto que tienen en común es el jazz. "Homeland" es una de las pocas series que se vale del jazz para impactar. De hecho, en varias oportunidades vemos a Carrie Mathison escuchar a Thelonius Monk, pero el uso del jazz va a más allá del soundtrack, muchas de estas canciones sirven para reflejar el estado mental de los personajes y al mismo tiempo son un símbolo de los diferentes métodos de trabajo de inteligencia de Carrie y de Saul. El caótico y talentoso pianista Thelonious Monk ayuda a plasmar la bipolaridad de Carrie con sus notas altas y bajas en escenas claves, mientras que John Coltrane es perfecto para evidenciar que incluso en los momentos difíciles, Saul se apoya en la calma para tomar sus decisiones. Solo eso, vale la pena destacarlo.



lunes, 17 de octubre de 2011

#Homeland, La pesadilla americana

Noviembre está a la vuelta de la esquina y ya nos despedimos de un par de series, mientras que otras obtuvieron la ansiada luz verde que les permite tener una primera temporada completa. Para ser honestos, los estrenos de la temporada 2011-2012 han estado muy flojitos. Lo que salva a la mayoría es tener a figuras conocidas y queridas por el público junto a una historia intrigante y/o agradable. Sin embargo, hay una serie que tuvo un piloto brillante, cuya calidad no ha decaído con los episodios contiguos. Estoy hablando de "Homeland" de Showtime. La serie protagonizada por Damian Lewis y Claire Danes, se enfoca en la reinserción a la sociedad de un soldado que fue secuestrado por terroristas en Irak.


Homeland se estrenó el 2 de octubre del presente año a una década de los ataques del 11 de setiembre.

¿Héroe o traidor?
De hecho, la premisa es mucho más complicada, un poco difícil de explicar. Así que vamos desde el principio, Carrie Mathison trabaja como una analista de la CIA, un día uno de sus activos le informa que un soldado americano volverá a su tierra y ese será la primera parte del plan para realizar un ataque terroristas. 8 meses después, Nicholas Brody, un soldado que fue secuestrado por los miembros de Al-Qaeda 8 años antes en una misión en Irak, es rescatado por la milicia estadounidense. Inmediatamente, Carrie une los puntos, Brody es el caballo de Troya que destruirá a EEUU, pero el problema es que nadie le cree y tampoco tiene pruebas que sustenten su teoría. Entonces, Carrie comienza a investigar y vigilar a Brody, primero por su lado y después con la ayuda de su jefe, pero todo en secreto. Desde el piloto (y hasta ahora) no sabemos si realmente Brody es malo. En el segundo episodio podemos ver a un hombre traumado que fue torturado en Irak y que le cuesta reajustarse a su antigua vida, sin embargo, al final del mismo capítulo, Brody parece aceptar su destino y ora al estilo islamita, para después presentarse como el héroe que el país cree que es.


Nicholas Brody, personaje indescifrable interpretado por un asombroso Damien Lewis.

Drama familiar
Lejos de toda la acción del juego del gato y el ratón, Carrie vigila a Brody, Brody viviendo en su propio mundo sin revelar si es bueno o malo, "Homeland "desarrolla varias historias paralelas, las cosas no son nada fácil para la familia de Brody. Sus hijos apenas lo reconocen, su mujer se consoló con uno de sus compañeros y ahora le cuesta rehacer su vida con el nuevo Brody. Del mismo modo, es evidente que Carrie tiene problemas personales y mentales muy profundos. La agente oculta una enfermedad que aun no es revelada, asimismo en el piloto, usaba un collar con un anillo de compromiso pero en toda la serie no se hace mención de la vida romántica de Carrie e incluso, ella misma hace lo posible para alejarse de su familia y enfocarse en su investigación. Obviamente, estos son cliffhangers que se explicaran más adelante pero también sirven para tratar de descifrar tanto a Carrie y Brody, pareja protagonista sin ningún tipo de conexión y absolutos dueños de "Homeland". Claire Danes, como siempre, hace un excelente trabajo como una obsesionada/desesperada Carrie, mientras que Damian Lewis hace lo correcto como un hermético Brody. Quizás la mayor sorpresa sea Morena Baccarin, la ex "Firefly", se ha dejado crecer el cabello y se ha alejado del género de la ciencia ficción para ser una ama de casa con una aventura que prefiere ignorar.


Familia Brody: Nicholas, Dana, Chris y Jessica.

El primer show post 9/11
Uno de los aspectos más destacables de "Homeland" es manejo maestral de la complejidad humana. Aquí no hay buenos ni malos, o por lo menos esa determinación no es tan evidente, lo que le permite al espectador dar su propia opinión y crear sus hipótesis. ¿Todo está en la mente de Carrie? ¿Brody solo sufre del síndrome de Stocolmo? La verdad es que esas preguntas solo las pueden contestar los guionistas y sabemos que no dirán nada.

Brody.

"Homeland" es considerado como un thriller psicológico desarrollado por Howard Gordon y Alex Gansa, ambos parte del staff del desaparecido 24, que tomaron como base los libros de Hatifim, (Prisioneros de la guerra) creados por Gideon Raff, quien también ha participó en la adaptación. Tampoco podemos dejar de mencionar que Michael Cuesta, uno de los responsables de Dexter, es parte del proyecto "Homeland".


Un par muy ortodoxo. Un soldado y una agente que quizás no estén del mismo lado.

El piloto consiguió 91 puntos de 100, según la opinión de 28 críticos reconocidos. Hank Stuever, periodista del Washington Post, considera que lo que coloca a "Homeland" por encima de los otros dramas post 9/11 es la actuación estelar de Danes, que facialmente la convierte en el personaje más fuerte de esta temporada. Del mismo modo, TvGuide le dedico todo un artículo que explicaba por qué Homeland es el primer show post 9/11 y es que aprovechándose que hace exactamente una década se produjo el atentado más cruel en tierra americana y bajo la constante amenaza de que algo similar pueda volver a pasar, Homeland se encarga de recordarle a Estados Unidos que el terrorismo aun sigue vivo, por lo que no se debe bajar la guardia. Por otro lado, sin entrar completamente en la polémica, la serie toca el tema de una manera hábil pues no los aborda directamente, simplemente sugiere la posibilidad de que un patriota haya sido convertido para ocasionarle un daño a su propia tierra y una heroína que hará lo impensable contar de detenerlo para proteger la seguridad de su país.


Luego de dos décadas de la cancelación de My so called life, Claire Dannes vuelve como protagonista en una serie televisiva.

Quizás sea la mezcla de acción, psicología y morbosidad, (porque Showtime le permite escenas poco convencionales) es lo que hace de "Homeland" el mejor estreno de la temporada pero el elenco y el buen guion es lo que lo mantiene en el aire. Si bien es cierto, esta historia que solo se puede dar en EEUU, eso no quiere decir que no sea un tema global. En fin, "Homeland" ha convertido la pesadilla americana en una delicia televisiva.