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jueves, 5 de octubre de 2023

#TheLoomingTower: El hombre que nadie escucho

Con tantas teorías de conspiración acerca de los atentados del 11 de setiembre, la miniserie “The Looming Tower” provee de Hulu una explicación mucho más verosímil del por qué se dieron estos hechos y no se trata de un trabajo interno, sino de una serie de eventos desafortunados que comienzan con la desconfianza sin sentido en medio de una rivalidad destructiva entre el FBI y la CIA. Esta competencia absurda y la falta de comunicación entre las comunidades de inteligencia de Estados Unidos “allanó” el camino para que nadie pueda detener a los terroristas de Al Qaeda. 



 El primer episodio comienza con el agente Ali Soufan (Tahar Rahim) revelando ante la comisión del Congreso encargada de investigar los ataques terroristas del 11 de setiembre que la CIA ocultó de manera deliberada información sobre las actividades de Al Qaeda que pudieron haber advertido la tragedia. Mientras la serie va progresando se hace bastante claro que han decidido colocar en un rol casi antagónico al personal de la CIA, especialmente a personajes como Martin Schmidt (Peter Sarsgaard) y Diane Marsh (Wrenn Schmidt), que torpedeaban los avances del equipo de Suffan.

Why, CIA, Why? (Imagen: The Looming Tower)

 La serie “The Looming Tower” está basada en el libro del mismo nombre –“La Torre elevada” en español – de Lawrence Wright, quien también participa como productor ejecutivo con Dan Futterman y Alex Gibney. El primer episodio es dirigido por el ganador del Oscar, Alex Gibeneys, un especialista en lo que documentales se trata. La experiencia de Gibneys en el género documental hace que “The Looming Tower” casi se sienta uno. Además, la serie se cuida bastante de no tener una mirada morbosa respecto a los actos terroristas que presenta como son el atentado contra una embajada estadounidense en 1998 y el atentado contra el navío de guerra USS Cole en Yemen. De ese modo, hace uso de imágenes de archivos para mostrar los eventos más trágicos en vez de reconstruirlos y también se vale de la sutilidad del preludio y/o las consecuencias. Por ejemplo, no vemos al bote impactar al USS Cole pero sí a un niño saludando desde el bote mientras que se acerca al buque. Tampoco vemos cómo los aviones impactan las torres, pero sí vemos el sacudón y la reacción de John O’Neil que se encontraba en la primera torre que fue impactada y después vemos a Robert Chesney  empolvado caminando en una Nueva York desierta. 

 (Imagen: The Looming Tower)

 La serie bien pudo haber prescindido del drama personal, pero está buscando que nos encariñemos con sus protagonistas sobre todo con John O’Neil (Jeff Daniels). La historia en la vida real de John O’Neil es fascinante y triste. Se trata de un héroe trágico y carismático que trabajó 25 años en el FBI, brilló como jefe antiterrorista, se especializó en investigar el terrorismo islámico y por su personalidad apasionada hacia amigos y enemigos a donde iba. Entre esos enemigos estaba sus propios jefes que lo obligaron a renunciar a su cargo. A la par de su trabajo, O’Neil tenía dos novias y una esposa, ninguna conocía de la existencia de la otra, y disfrutaba de la buena vida gastando en buena ropa y bares a donde llevaba a sus contactos para generar confianza y obtener datos. Recordado como “el hombre que sabía” o el “hombre que advirtió a América”, O’Neil se fue a trabajar como jefe de seguridad en el World Trade Center porque sabía que ambos edificios, emblemáticos de Nueva York, serían uno de los objetivos de los terroristas y no estuvo equivocado. En una de las últimas escenas de “The Looming Tower”, una de las novias de O’Neil hace que Robert Chesney (Bill Camp) escuche lo que sería el último mensaje de su amigo: 

“Es horrible. Hay cuerpos destrozados por todas partes. Tengo que ayudar a la gente. Te vuelvo a llamar.” 
 (Imagen: The Looming Tower)


 “The Looming Tower” debe ser una de las pocas producciones que brinda un panorama mucho más minucioso sobre la religión musulmana. Ali Soufan no solo es un agente del FBI es también un musulmán que sufre el prejuicio por su religión y por sus propias elecciones. A través de él, se hace un deslinde entre el islam y la distorsionada visión del Corán que tienen los terroristas. La escena más memorable del mejor episodio, "9/11", Soufan encara a uno de los cómplices de Al Qaeda y le abre los ojos respecto a sus “creencias”. Para entonces, ya es 12 de setiembre y el daño estaba hecho. 

Una de las escenas más poderosas del último episodio. Soufan confronta a uno de los cómplices de Al Qaeda. (Imagen: The Looming Tower)


 Pese que sabemos cómo termina la serie, no se puede dejar de sentir indignación y hasta asco por personajes como Martin Schmidt y Diane Marsh porque aunque digan que trabajaban por la seguridad de su país, lo que hacían era jugar para sus propios intereses y lo peor es que ninguno paga las consecuencias de su negligencia. El sentimiento se asienta cuando Condoleezza Rice le dice a Richard Clarke (Michael Stuhlbarg) que el presidente Bush está pidiendo que relacione los ataques con Irak. El resto es historia ya conocida. 

Why, Condoleeza, Why. (Imagen: The Looming Tower)

 Con una narrativa didáctica y pausada, “The Looming Tower” bien podría ser la precuela no oficial de “Homeland”. Mientras “Homeland” retrata la paranoia característica de la era post 11 de setiembre, “The Looming Tower” relata el cómo se llegó a un esta situación y al hombre que nadie escucho cuando decía que el día  más oscuro de la historia americana se aproximaba.

lunes, 15 de abril de 2019

#TheLoomingTower: El hombre que nadie escucho

Con tantas teorías de conspiración acerca de los atentados del 11 de setiembre, la miniserie “The Looming Tower” provee de Hulu una explicación mucho más verosímil del por qué se dieron estos hechos y no se trata de un trabajo interno, sino de una serie de eventos desafortunados que comienzan con la desconfianza sin sentido en medio de una rivalidad destructiva entre el FBI y la CIA. Esta competencia absurda y la falta de comunicación entre las comunidades de inteligencia de Estados Unidos “allanó” el camino para que nadie pueda detener a los terroristas de Al Qaeda. 



 El primer episodio comienza con el agente Ali Soufan (Tahar Rahim) revelando ante la comisión del Congreso encargada de investigar los ataques terroristas del 11 de setiembre que la CIA ocultó de manera deliberada información sobre las actividades de Al Qaeda que pudieron haber advertido la tragedia. Mientras la serie va progresando se hace bastante claro que han decidido colocar en un rol casi antagónico al personal de la CIA, especialmente a personajes como Martin Schmidt (Peter Sarsgaard) y Diane Marsh (Wrenn Schmidt), que torpedeaban los avances del equipo de Suffan.

Why, CIA, Why? (Imagen: The Looming Tower)

 La serie “The Looming Tower” está basada en el libro del mismo nombre –“La Torre elevada” en español – de Lawrence Wright, quien también participa como productor ejecutivo con Dan Futterman y Alex Gibney. El primer episodio es dirigido por el ganador del Oscar, Alex Gibeneys, un especialista en lo que documentales se trata. La experiencia de Gibneys en el género documental hace que “The Looming Tower” casi se sienta uno. Además, la serie se cuida bastante de no tener una mirada morbosa respecto a los actos terroristas que presenta como son el atentado contra una embajada estadounidense en 1998 y el atentado contra el navío de guerra USS Cole en Yemen. De ese modo, hace uso de imágenes de archivos para mostrar los eventos más trágicos en vez de reconstruirlos y también se vale de la sutilidad del preludio y/o las consecuencias. Por ejemplo, no vemos al bote impactar al USS Cole pero sí a un niño saludando desde el bote mientras que se acerca al buque. Tampoco vemos cómo los aviones impactan las torres, pero sí vemos el sacudón y la reacción de John O’Neil que se encontraba en la primera torre que fue impactada y después vemos a Robert Chesney  empolvado caminando en una Nueva York desierta. 

 (Imagen: The Looming Tower)

 La serie bien pudo haber prescindido del drama personal, pero está buscando que nos encariñemos con sus protagonistas sobre todo con John O’Neil (Jeff Daniels). La historia en la vida real de John O’Neil es fascinante y triste. Se trata de un héroe trágico y carismático que trabajó 25 años en el FBI, brilló como jefe antiterrorista, se especializó en investigar el terrorismo islámico y por su personalidad apasionada hacia amigos y enemigos a donde iba. Entre esos enemigos estaba sus propios jefes que lo obligaron a renunciar a su cargo. A la par de su trabajo, O’Neil tenía dos novias y una esposa, ninguna conocía de la existencia de la otra, y disfrutaba de la buena vida gastando en buena ropa y bares a donde llevaba a sus contactos para generar confianza y obtener datos. Recordado como “el hombre que sabía” o el “hombre que advirtió a América”, O’Neil se fue a trabajar como jefe de seguridad en el World Trade Center porque sabía que ambos edificios, emblemáticos de Nueva York, serían uno de los objetivos de los terroristas y no estuvo equivocado. En una de las últimas escenas de “The Looming Tower”, una de las novias de O’Neil hace que Robert Chesney (Bill Camp) escuche lo que sería el último mensaje de su amigo: 

“Es horrible. Hay cuerpos destrozados por todas partes. Tengo que ayudar a la gente. Te vuelvo a llamar.” 
 (Imagen: The Looming Tower)


 “The Looming Tower” debe ser una de las pocas producciones que brinda un panorama mucho más minucioso sobre la religión musulmana. Ali Soufan no solo es un agente del FBI es también un musulmán que sufre el prejuicio por su religión y por sus propias elecciones. A través de él, se hace un deslinde entre el islam y la distorsionada visión del Corán que tienen los terroristas. La escena más memorable del mejor episodio, "9/11", Soufan encara a uno de los cómplices de Al Qaeda y le abre los ojos respecto a sus “creencias”. Para entonces, ya es 12 de setiembre y el daño estaba hecho. 

Una de las escenas más poderosas del último episodio. Soufan confronta a uno de los cómplices de Al Qaeda. (Imagen: The Looming Tower)


 Pese que sabemos cómo termina la serie, no se puede dejar de sentir indignación y hasta asco por personajes como Martin Schmidt y Diane Marsh porque aunque digan que trabajaban por la seguridad de su país, lo que hacían era jugar para sus propios intereses y lo peor es que ninguno paga las consecuencias de su negligencia. El sentimiento se asienta cuando Condoleezza Rice le dice a Richard Clarke (Michael Stuhlbarg) que el presidente Bush está pidiendo que relacione los ataques con Irak. El resto es historia ya conocida. 

Why, Condoleeza, Why. (Imagen: The Looming Tower)

 Con una narrativa didáctica y pausada, “The Looming Tower” bien podría ser la precuela no oficial de “Homeland”. Mientras “Homeland” retrata la paranoia característica de la era post 11 de setiembre, “The Looming Tower” relata el cómo se llegó a un esta situación y al hombre que nadie escucho cuando decía que el día  más oscuro de la historia americana se aproximaba.

viernes, 8 de abril de 2011

La política, la delicia de las series

Wikipedia define la política como la actividad humana que tiende a gobernar o dirigir al Estado en beneficio de la sociedad, pero en estos tiempos y sobre todo en los jóvenes, la política es vista como un elemento corrupto embriagado por la ambición y el poder o simplemente un tema muy aburrido, cuando no debería ser así. La política no son los señores que prometen de todo y que casi se prostituyen con tal de ganar voto, es mucho más profunda que las propuestas, que la guerra sucia y los carteles, la política es un ideal y una forma de vida. En el Perú, (que yo recuerde), nunca se ha podido el verdadero mundo de la política representado en la pantalla chica, aunque cuente con todos los componentes dignos de una novela Shakeaspereana, desde la traición pasando por la ambición hasta las buenas intensiones que no siempre resultan ser aprobadas por el pueblo.



Quise buscar algunos ejemplos modernos y clásicos en la televisión donde se toca la política desde diferentes ángulos, pero, lamentablemente como mencione en el anterior párrafo, no existen programas así en el Perú, así que tendré que conformarme con la política internacional.

La política seria: The West Wing
Si vamos a hablar de política en la televisión no podemos dejar de mencionar a la galardonada serie "The West Wing". El ala oeste de la Casa Blanca se convirtió en el escenario principal de la historia que narraba la vida del presidente demócrata Josiah Bartlet, interpretado por el experimentado y actor de actores Martin Sheen, y de sus colaboradores miembros del equipo de asesores del jefe de estado, así como de su entorno familiar, incluyendo a la primera dama. El gobierno de Bartlet se extendió por 7 temporadas y fue alabada por la crítica y distintos profesores de ciencia sociales.


El último episodio de The West Wing se emitió el 14 de mayo del 2006.

Con diálogos rápidos e inteligentes, el drama se beneficiaba de los acontecimientos de su propio país y los mezclaba de manera ingeniosa para presentárselos al público desde el punto de vista de un presidente que solo busca el bienestar del pueblo, aunque esto signifique tomar decisiones polémicas, muchas veces criticadas. Sin embargo, el atentado del 11 de setiembre cambio el mundo y el panorama político. "The West Wing" ya había tocado el tema de los ataques terroristas con la intensión de dañar al presidente pero ni lo escritores ni nadie se pudo imaginar el impacto que tendría el atentado más brutal y trágico en la historia mundial. Ante esto, los productores, y sin tocar el tema directamente por respeto, lanzan el episodio “Isaac e Ismael”, en el cual se analizó los asuntos y los temores que en ese momento sentían los estadounidense.

En el capitulo, un grupo de estudiantes visita la Casa Blanca mientras se desata una alerta en la sede presidencial. El propio presidente se reúne con los estudiantes, rechazando cualquier ataque de terrorismo y reafirmando su amor por la patria en que nació, pero para que los alumnos pudieran comprender el conflicto entre los países relata un pequeño cuento de Isaac e Ismael, tratando de explicar que los países son como los hermanos y por eso no siempre se llevan bien. La crítica en este episodio estuvo dividida, algunos pensaron que era una clase magistral y otros lo criticaron por su proximidad a los condenables ataques del 11 de setiembre, pero como sea, "The West Wing" mostró por primera vez la prerrogativa del hombre más poderoso del mundo en la ficción.


Martin Sheen tuvo 6 nominaciones al Emmy por encarnar al mítico presidente Bartlet.

La política cómica: Spin City
El recordado actor de Volver al futuro, Michael J Fox le daba vida al teniente alcalde de Nueva York Mike Flaherty. Su trabajo era esencialmente proteger al extravagante alcalde Randall Winston (Barry Bostwick) y sacar adelante su mandato sin ningún problema, pero la colorida personalidad de Winston era un factor potencial que podía arruinar su propia carrera política. En múltiples oportunidades Winston hacía el ridículo y era salvado por las ingeniosas acciones de Mike. La forma atípica de tratar la política como una comedia de situación fue lo que llamó la atención de la audiencia, eso más el carisma de Michael J Fox fue lo más resaltante de Spin City.


Michael J. Fox dejó de ser recordado como Alex en "Lazos familiares", para ser reconocido como Mike Flaherty en Spin City, pero igual todos siempre tendremos presente su frase en Volver al futuro: "hey, Doc".

Los personajes secundarios, la mayoría de ellos con la personalidad de Randall causaban más problemas en el ayuntamiento que soluciones terminando siempre en situaciones hilarantes. En 1998 se introdujo un nuevo personaje Caitlin Moore (Heather Locklear), brindándole un aire fresco y sexy a la serie. Fuera de la ficción, Michael J Fox anunció que tenía la enfermedad de Parkinson, razón por la cual tenía que retirarse de la televisión, siendo reemplazado por Charlie Crawford, (Charlie Sheen), quien le puso un humor más negro al ayuntamiento de Nueva York. La serie fue cancelada después de 145 capítulos a lo largo de siete temporadas.

La política reflexiva: MASH
Además de ser el nombre del programa, "MASH" también son las siglas que identifican a los hospitales móviles del ejército estadounidense. La serie se desarrollo después del éxito de la película del mismo nombre en donde se satirizaba la Guerra de Corea desde el punto de vista de los médicos de un hospital de campaña. La serie siguió la misma línea teniendo como protagonista a Alan Alda.


MASH estuvo al aire 11 años, es decir, duró más tiempo que la misma guerra de Corea.


La política con tinte de mujer: Commander in Chief
Esta fue la primera vez en que un drama televisivo se centraba en la vida política y personal de la primera presidenta de los Estados Unidos. Por supuesto que un papel con tanto peso no podía caer en nadie mejor que en Geena Davis. La vicepresidenta Mackenzie Allen recibió el puesto de jefa de estado después del fallecimiento del presidente Teddy Bridges. Ella al principio no quiere ser presidenta pero antes que dejar que su país caiga en manos equivocadas, decide afrontar el reto y aceptar el máximo poder. La serie solo duro una temporada, pero causo mucho impacto por sinopsis, ya que hasta el momento a nadie se le hubiera imaginado una mujer en el sillón presidencial. Más tarde la ficción pasaría a la realidad en países como Chile, Argentina y Alemania.


Geena Davis ganó el globo de oro por mejor actriz en una serie dramática en el 2006 por su interpretación de la primera presidenta mujer en la serie de la ABC.

La política en la sangre: Jack & Bobby
En una alusión directa a la familia más emblemática de los EEUU, Jack & Bobby narra la juventud de Jack y Bobby McCallister, dos hermanos de los cuales uno se convertirá en el presidente de los EEUU en 2049. Ambos hermanos son influenciados por su madre Grace, una catedrática apasionada de la política, 100 % liberal y demócrata marcará en el camino de sus hijos. Cada episodio estaba estructurado con entrevistas tipo documental en donde las personas más cercanas al presidente Bobby McCallister narraban acontecimientos trascendentales además de anécdotas sobre su juventud resaltando siempre lo importante que era su familia y sobre todo su hermano mayor Jack, a quien admiró hasta el día de su muerte. Suena casi inverosímil creer que Bobby McCallister, considerado el mejor presidente de los EEUU y reconocido como “El gran creador” era un tipo tímido apegado a su madre y con gustos extraños en durante su adolescencia. Toda la serie hace referencia al presidente Jhon F. Kennedy y su hermano Robert Kennedy, a quienes el pueblo llamaba con cariño “Jack y Bobby”.

Jack & Bobby solo tuvo una temporada memorable en la desaparecida WB.

La política ficticia inspirada en hechos reales: Los Kennedy
La política estadounidense se puede resumir en una sola palabra: Kennedy. Muchas películas han hablado sobre esta dinastía siendo la miniserie “Los Kennedy” producida por el History Channel, una de las últimas en estrenarse (hace apenas una semana) además de ser una de las polémicas. Un asesor del presidente la calificó como “despechada y maliciosa” e incluso la reacción de la familia Kennedy no se hizo esperar y trató de impedir su difusión. ¿Pero por qué? Según la producción, la miniserie explora todos los aspectos que le dieron forma al mito familiar, desde sus presuntas conexiones mafiosas, pasando por la rivalidad entre los hermanos, hasta las relaciones extramatrimoniales de JFK. El reparto también ha sido punto de críticas, Katie Holmes como Jackie Kennedy no tiene el carisma para interpretar a la Primera Dama más querida de Norteamérica y Greg Kinnear tampoco es creíble como JFK.


La miniserie The Kennedys: protagonizada por Greg Kinnear como JFK y Katie Holmes como Jackie Kennedy.


En fin, muchas veces la realidad supera la ficción sobre todo en el mundo político. Sigo esperando el día en el que el Perú plasme en pantalla casos como los petroaudios o meta cámaras y hagan un reality en el congreso, que poco falta para convertirse en un circo.