5.- “Good Boys” (Lee Eisenberg y Gene Stupnitsky) / “Booksmart” (Olivia Wilde)
“Booksmart” es el “Superbad” de esta década y “Good Boys” es como el hermanito no reconocido de “Booksmart”. Ambas películas tienen como base la amistad. En “Booksmart”, Molly (Beanie Feldstein) y Amy (Kaitlyn Dever) planean tener una noche de fiesta antes de graduarse mientras que “Good boys” sigue a tres amigos, Max (Jacob Tremblay), Thor (Brady Noon) y Lucas (Keith L. Williams) en su periplo para conseguir un reemplazo a un drone que han malogrado para después llegar a una fiesta donde está la gente cool. Quizás las dos películas tengan demasiada bromas sexuales, pero en general son geniales y bastante divertidas. A veces uno simplemente quiere reírse y con “Good Boys” y “Booksmart” es fácil hacerlo.
4.-“Rocketman” (Dexter Fletcher)
Dirigido por Dexter Fletcher, “Rocketman” es un retrato honesto y fantástico de la vida de Elton John. Esta película llegó al cine pocos meses después del enorme éxito de “Bohemian Rhapsody”, un proyecto que casualmente Fletcher terminó de dirigirlo luego del despido de Bryan Singer. En comparación, “Rocketman” es mucho mejor que “Bohemian Rhapsody” porque es mucho más atrevida y surreal. Mientras que los integrantes de Queen cuidaron mucho su propia imagen, incluso más que la de Freddy Mercury, Elton John dio la venia a la producción de mostrar sus momentos más duros, su soledad, sus problemas con la bebida, sus problemas familiares y su homosexualidad. “Rocketman” crea un estilo propio al narrar su historia por medio de los ojos de su protagonista con los números musicales que apelan a la fantasía pero que también están asociados a momentos claves de la tumultuosa realidad de Elton John. De modo que no se recrean los momentos icónicos sino secuencias espectaculares. Vale la pena aclarar que al igual que Rami Malek resaltó en “Bohemian Rhapsody”, Taron Egerton hace lo propio en “Rocketman”.
3.-“ Joker” (Todd Phillips)
En particular no estaba de acuerdo con una película que explicara los orígenes del Príncipe Payaso del Crimen de Gotham porque se trata de un personaje cuyo halo de misterio es parte de su esencia. Había el riesgo de caer en el error que cometió “Star Wars” reduciendo al icónico villano Darth Vader a un adolescente quejoso y lloroso cuando era Anakin Skywalker. Sin embargo, el director Todd Phillips se fue por el camino correcto al ofrecer una mirada única de la frágil y perturbadora psiquis de Arthur Fleck, pero lo más importante es que no le da una historia de origen definitiva, pues, su protagonista es un narrador en quien no podemos confiar y en ese sentido, son varias las veces en las que el filme nos está manipulando y nosotros caemos en la trama, le hacemos el juego al Joker, y eso es lo que exactamente el villano de Batman hubiera querido. La película es la gran sorpresa grata del año, ofrece una actuación A-1 por parte de Joaquin Phoenix y prueba que las películas de héroes/villanos pueden ser mucho más, pueden incluso cambiar la forma en la que vemos la sociedad.
2.-“El Irlandés” (Martin Scorsese)
“El Irlandés” es la obra cumbre de Martín Scorsese y como tal podemos encontrar todos sus clichés preferidos; desde el protagonista apático, la figura paternal carismática pero de moralidad gris, pasando por la escena de una sola toma hasta la violencia estilizada, todo eso para seguir satisfaciendo la obsesión del director por el género gánster. De modo que sí, la película es brillante, técnicamente impecable, rica en el plano narrativo y cuenta con la performance de tres leyendas vivas del cine como son Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci. A eso tenemos que sumarle los efectos especiales que se utilizaron para rejuvenecier a los actores para así poder contarnos una historia que recorre décadas. Una de las mejores producciones del año sin dudas. Lamentablemente, “El irlandés” se vio salpicada por la polémica tras las declaraciones críticas de Scorsese sobre las películas de Marvel, a las que no considera cinema, lo que quizás creó una rencilla generacional que no permite apreciar el filme en todo su esplendor.
1.-Historia de un matrimonio (Noah Baumbach)
Como lo dice su título, la película cuenta la historia de un matrimonio que termina en un divorcio, pero es mucho más que eso, es el retrato del amor en sus diversos estados y en el sin fin de sentimientos que puede generar. El director es cuidadoso de no elegir una parte ni villanizar la otra, presenta los dos lados humanos de Charlie (Adam Driver) y Nicole (Scarlett Johansson), quienes pasan de la furia, al dolor, al resentimiento y a la calma en un proceso de divorcio que beneficia más a los abogados y que consume a la expareja que esperaba tener una separación amistosa. Lo que hace “La historia de un matrimonio” la mejor película del año es la capacidad de sus protagonistas de transmitir emociones viscerales que se quedan con nosotros por un tiempo después de ver los créditos. Este film de Baumbach es personal sin llegar a ser autobiográfica y toca fibras sensibles porque toca el un tema universal, el amor desgastado o mejor dicho, el amor después del amor.
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