“Friends From College” regresó y, aunque en su segunda temporada ha mejorado un poco, el problema principal es que no sabes realmente qué sentir respecto a los personajes.
“Friends From College” es un show donde se explora el lado más narcisista, egoísta e infantil de un grupo de seis amigos y cada uno parece ser una versión alterna del peor mundo paralelo de los de “Friends”, algo así como, “The one with The Darkest Timeline”
. Pero está bien porque estamos en una época donde se puede apreciar a los “malos”, sobre todo cuando ellos mismos están al tanto que son terribles personas y no tienen ningún tipo de remordimiento, sin embargo, en el caso de “Friends From College” los personajes no son malos, simplemente, solo no son agradables. Cada uno cae en diferentes arquetipos que jamás se llegan a desarrollar por completo y la historia madre sigue siendo un triángulo amoroso que no genera emoción.
El conflicto del que nacen otros conflictos es la aventura extramatrimonial de Ethan (Keegan-Michael Key) y Sam (Annie Parisse), que al final de la primera temporada quedó al descubierto, pero eso no significa que todo se termine entre Sam y Ethan. La segunda temporada se esfuerza para que estés de su lado, pero como la misma subestimada y subdesarrollada Marianne (Jaw W. Suh) nos recuerda los dos juntos “son la pareja más autodestructiva y tóxica que ha conocido”. Entonces, parece que todos somos “equipo Lisa (Cobie Smulders)” y queremos que sea feliz con el nuevo e inofensivo Charlie (Zack Robidas), pero después recordamos que Lisa también es autodestructiva y tóxica y clásico Lisa termina por embarrarla todo de una manera mucho peor.
Si hay una pareja que alentar es la de Max (Fred Savage) y Felix (Billy Eichner), pero la segunda temporada no se centra mucho en ellos pese a que se suponía o parecía que su boda iba a ser vital para la historia.
El elenco sigue siendo uno de los puntos positivos de la serie, aunque no entiendo a quién se le ocurre poner a Nat Faxon como el mujeriego de alta alcurnia del grupo. De todas formas, los actores son cool y cada uno trata de aportar algo de gracia a la serie y a veces lo consiguen. Hay buena química en ciertos dúos, como la de Fred Savage y Keegan-Michael Key o Annie Parisse y Keegan-Michael Key o la de Cobie Smulders con Zack Robidas, pero cuando todo el grupo se junta lo “cool” parece disminuir hasta desaparecer. Curiosamente, los momentos más graciosos de la segunda temporada no son protagonizados por los seis amigos, de hecho, son los secundarios los que terminan por robarse la atención; Felix canta muy a lo Billy Eichner en su boda y Charlie reacciona de una manera hilarante e incómoda ante cualquier cosa que hace Lisa.
El camino de la involución puede ser divertido, por eso, en teoría suena bien una comedia donde los adultos se comportan como jóvenes y terminan humillándose por su propio comportamiento, esa es la base del humor de “Friends From College”, y en la práctica esa es la razón por la que la serie funciona a medias pero cojea en lo más importante; si no sabemos por quién alentar al menos debemos sentirnos satisfechos de quién se sale con la suya, pero en “Friends From College” nadie se sale con la suya y todos terminan miserablemente y para colmo ahora hay un bebé en camino. Sé que hay series que no necesariamente tienen que ser profundas o tener algún tipo de moraleja, simplemente entretienen y punto. No sé si es que “Friends From College” me divierta, pero sí se que se deja ver… aunque sea por la curiosidad morbosa de saber cómo la van a fregar de nuevo.
También puedes leer: