viernes, 9 de febrero de 2018

#GranceAndFrankie: La edad no es solo un número, es un peso

Por lo general “Grace and Frankie” promueven una mirada diferente y cínicamente optimista sobre la vida de los adultos mayores. Las dos protagonistas, Grace (Jane Fonda) y Frankie (Lily Tomlin) abrazan esta nueva etapa que les toca vivir, disfrutan de su amistad, de su familia y de la oportunidad de tener otro tipo de experiencias. Frankie con su excentricidad y su espíritu libre prueba que la edad es solo un numero y Grace con su porte elegante evidencia que se puede ser sexy rozando los 80, sin embargo, pese a la energía que este dúo nos ha regalado por tres temporadas, la cuarta temporada se puso “real”, más real que sus antiguas entregas, y esta vez a punta a cuestionar el futuro, los males de la edad y enfrentar la muerte con una gran cuota de humor.



La historia de Sheree (Lisa Kudrow), la estilista de Grace que se va a vivir con ella luego de que la botaran de su casa, como que nos advertía que el peso que tendrían los hijos en la temporada. Los hijastros de Sheree le quitan su departamento y al final de la temporada, los hijos de Grace y Frankie hacen lo propio aunque sean diferentes circunstancias. 


Comentario aparte: En serio, ¿tienes a alguien como Lisa Kudrow junto a dos estrellas como Fonda y Tomlin y solo le das un par de episodios? 

 La edad comenzó a pesarle demasiado a Grace tanto en el plano físico como emotivo o mejor dicho, el plano físico afectó el emotivo. El desgaste en sus rodillas era un constante recuerdo que ya no podía seguir con Nick (Peter Gallagher) porque era demasiado el esfuerzo de arreglarse en la madrugada y pretender disfrutar el juego de quién tiene el control en la relación. Siendo el personaje más sensato de la serie, Grace acepta que no tiene un futuro con él y lo corta, pero siendo el personaje más orgulloso de la serie, Grace se avergüenza de sus propios pesares hasta el punto de ocultar su sufrimiento y sus fracasos de sus propios hijos. En la misma línea, el hijo de Frankie, Bud (Baron Vaughn) da entender que la excentricidad de Frankie, sus locuras, hiperactividad y sus distracciones, antes podían ser adorables pero ahora son preocupantes, especialmente, porque ya es abuela y sus acciones ponen en peligro a su nieta. 



Los hijos orquestan una intervención preocupados por el bienestar de sus madres, lo que, por supuesto, ofende a Grace pues ella aborrece que pueda ser vista como alguien que necesita ayuda y ni si quiera quiere pensar en la posibilidad de ir a vivir a un asilo. No puedo decir que los hijos sean los "malos" en esta escena, pero tampoco son los buenos ya que no están escuchando a sus propias madres. No escuchan a Grace cuando dice que cuidará a Frankie, como ya lo ha hecho antes, y no quieren creer que Frankie cuidará a Grace, la pregunta que quieren responder es quién las cuidará a las dos. Ese es el quid del asunto y la razón por la que la temporada entera se sintió un poco injusta con sus propias protagonistas. Lo que le sucede a Grace y a Frankie plantea una conversación necesaria donde no hay una respuesta correcta, solo una cruel realidad, la edad no es un número, es un peso y Grace y Frankie ya están cargando ese peso y no deberían cargarlo solas si no pueden, pero la cuestión es que no quieren. 



Si bien la serie es una comedia, se trata de una comedia que no solo nos está mostrando la vida de una persona mayor desde una perspectiva risueña sino también el lado "feo" y lo hace de tal modo de que nos de risa lo que se supone nos debe dar miedo. Grace tiene un teléfono rojo que sirve específicamente para recibir llamadas que anuncian la muerte de alguien, el sistema "mató" a Frankie, una de las clientas de Grace y Frankie murió accidentalmente mientras se masturbaba con su vibrador y la propia la intervención que los hijos de Grace y Frankie son escenas que están llenas de humor y lo gracioso hace más digerible tramas que básicamente tienen que ver las necesidades y el cuidado que requieren las personas mayores. 


http://dollsome-does-tumblr.tumblr.com/post/169907779893/413-the-home


 Los hijos de Frankie conversan con Grace y las hijas de Grace conversan con Frankie y ambas terminan en una casa de reposo pensando que cada una está ayudando a la otra… y para el final de la temporada, se escapan cuando se dan cuenta del “engaño” de sus propios hijos.



¿Por qué le tocó esta historia a Grace y Frankie? Quizás tiene que ver el hecho con que son mujeres y como tales podrían ser vistas y consideradas como más “vulnerables”. La tercera temporada jugó con esa idea; Grace y Frankie viven solas y están expuestas a todo tipo de peligro, pero también es posible que haya un doble estándar respecto a las mujeres adultas mayores y a los hombres adultos mayores. Sol (Sam Waterson) y Robert (Martin Sheen) tienen la misma edad que Grace y Frankie y los mismos males pero sus hijos no les piden que se vayan a un asilo. No. La historia de los esposos giró alrededor de una absurda crisis matrimonial. Grace y Frankie no pueden tener ese tipo de crisis o cualquier otra porque ya tuvimos tres temporadas confirmando que no importa que es lo que suceda, ellas se quieren y se necesitan. No es un amor de pareja pero es uno definitivo y fuerte; Grace apoyó a Frankie para que se mude pese a que sabía que no la tendría cerca y Frankie es la única que logró que Grace se pusiera de pie después de su operación a la rodilla. Entonces, la historia de Grace y Frankie también nos muestran un tratamiento injusto de los padres y de las madres a cierta edad. La misma escena final ratifica esta idea, Grace tiene a Frankie como su soporte y viceversa, en las buenas y en las malas… sin importar lo que el futuro (o Netflix) les repare.


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