miércoles, 8 de abril de 2020

Que en paz descanse, #SorryforYourLoss (T2)

Seamos honestos, si “Sorry for Your Loss” hubiese sido emitido en alguna plataforma streaming de peso, como Netflix o Hulu, incluso en alguna cadena americana como HBO, ABC o NBC, se le hubiese dado más reconocimiento. La historia de una joven viuda lidiando con la pérdida de su esposo en conjunto con la devastadora actuación de Elizabeth Olsen era, en teoría, una fórmula mágica que habría conquistado, aunque sea, una nominación en la temporada de premios. Pero no, “Sorry for Your Loss” fue creada exclusivamente para Facebook Watch y como tal, pasó casi inadvertida hasta su inesperado final en la segunda temporada. 



Desde la primera temporada, la serie determinó que el luto es un ciclo infinito lleno de sentimientos intensos y contradictorios. La segunda temporada, sin embargo, se enredó en el dilema emocional de Leigh (Elizabeth Olsen) y Danny (Jovan Adepo), y su supervivencia como pareja bajo la sombra/fantasma de Matt (Mamoudou Athie), el esposo fallecido de Leigh. En la vida real existen casos de viudas y viudos que se enamoran de algún familiar de su pareja ya fallecida, por lo que, no es descabellado que “Sorry for your Loss” se vaya por esa dirección, sobre todo teniendo en cuenta que la temporada uno terminó con Danny dejándole un mensaje al celular de Matt, que lo tenía Leigh, revelándole que se estaba enamorado de ella, no obstante, el problema está en la forma en la que fue escrita esta historia no tanto por el contenido sino porque en un solo capitulo se desarma todo.



Si bien es cierto, se da a entender que Leigh inicialmente se juntó con Danny porque era lo más cerca que podía estar de su esposo ya que el recuerdo de él comenzaba a desvanecerse, la serie ya nos ha mostrado que los sentimientos son complicados y que, además, uno puede sentir más de una sola cosa a la vez. En el caso de Danny y Leigh lo que siempre los va a unir es Matt y el dolor de su perdida, pero se trata de dolores diferentes porque Leigh idealizaba a Matt y para Danny, Matt estaba lejos de la perfección. Estas dos visiones de Matt era la piedra en el camino de Leigh y Danny como pareja incluso aceptando que su relación es extraña por el simple hecho que se trata de una viuda con su cuñado. Pero el capítulo que descompone la historia de Danny y Leigh se llama "Drumroll, Please", ya que en un afán de justificación para que los espectadores acepten la relación de Leigh y Matt, los guionistas le crearon a una especie de affair con una profesora a Matt. La intención es clara: mostrar a Matt sintiendo deseo por otra mujer que no sea Leigh, lo que es comprensible y bastante humano, pero el episodio deja una sensación incomoda ya que se siente forzado, se siente como si quisieran hacer quedar mal a Matt con giro fácil que “da pase libre” a la relación actual de Leigh y Danny, pese a ser otro tiempo y otro momento en sus vidas. Se siente como si quisieran hacer de Matt el malo de la película para que Danny tenga puntos a su favor. 



 La segunda temporada, que inesperadamente se transformó en la temporada final, no pudo replicar ese retrato realista del luto que vimos que hizo tan especial la primera temporada. Se exploró un poco más el proceso de duelo ahora desde la perspectiva de Danny y sus resentimientos con su hermano, pero se mezcló demasiado con la historia de Leigh y la posibilidad de una relación que estaba condenada desde el principio. La historia principal de la segunda temporada fue la de Danny y Leigh y la historia B fue la de Jules (Kelly Marie Tran), la hermana de Leigh, una trama que podría haber adelantado sin perderme de nada, si hubiera sido posible, más que todo porque Jules es un personaje quejoso que se autosaboteaba o se creaba su propio drama de la nada. Vale la pena aclarar que Kelly Marie Tran hizo lo que pudo con Jules, pero el personaje era caótico. Quizás la mejor historia de la temporada fue la que le tocó a Amy (Janet McTeer), quien antes de la mitad de la temporada se quitó en un viaje espiritual. 



Para su mala suerte, “Sorry For Your Loss” deja un cliffhanger sin resolución extremadamente doloroso, pues, justo cuando Leigh se iba a ir de viaje con Jules, se baja del auto y corre llorando hacia su madre diciéndole “Matt no me deja ir” como si Matt fuera un alma en pena que no la deja seguir adelante con su vida. Esta escena final en el capitulo titulado "I'm Still Here", una referencia a que Matt sigue allí, gráfica la disyuntiva de la serie; siendo “Sorry for Your Loss” es una de las pocas series que retrata un luto perpetuo en una vida que continua pese al dolor. No obstante, en esta oportunidad, los episodios se sintieron largos y densos, pese a que duran menos de 25 minutos. 



La cancelación de “Sorry for Your Loss” no es la primera pérdida de “Facebook Watch”, ni si quiera será la última, ya que ha venido cancelando la mayoría de sus producciones originales, pero sí es una de las más sentidas. De todas las series que cuenta con la marca de “Facebook Original”, “Sorry for Your Loss” fue la que más aprovechó su alcance. No habrá tenido un gran rebote en los medios, ni un “rating” espectacular, pero sí lograba conmover, solo hacía falta ver los comentarios de las personas que hablaban de su propia experiencia con el luto. Este tipo de feedback es quizás la única característica de Facebook Watch que la distingue con las demás plataformas, ya que a diferencia de las otras redes sociales donde puedes comentar y compartir ideas, la página de “Sorry for Your Loss”, donde se pueden ver los episodios, se convirtió prácticamente en un foro de los seguidores o algo así como un espacio seguro donde puedan compartir sus pensamientos y sentimientos. En términos creativos, si Facebook Watch quiere convertirse en una competencia serie de Netflix le convendría explotar ese feedback de los comentaqrios, hasta podría hacer ser capaz de crear producciones que dependan de la interacción, pero ya me estoy yendo del tema. El punto es que “Sorry for Your Loss” ahora ya descansa en paz.


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