5.- “Disobedience” (Sebastián Lelio)
Siguiendo la misma línea de “Una mujer fantástica”, Sebastián Lelio presenta una comunidad judía ortodoxa tan cerrada como la sociedad chilena, pero a diferencia de la película ganadora de un Oscar que giraba alrededor del prejuicio y la identidad, los principales temas de “Disobedience” son la libertad y la religión. El centro de la historia no es el amor prohibido entre Roni y Esti, sino más bien el vínculo de tres amigos y los conflictos internos y externos de cada uno. El ritmo lento de “Disobedience” nos permite conocerlos y sentir sus dilemas emocionales respecto a sus creencias o la falta de ellas, sin embargo, lo único malo de la película es su final bastante anticlimático y carente de algún tipo de resolución.
4.- “A quiet place” (John Krasinski)
Dirigido y protagonizado por John Krasinski, “A quiet place” se enfoca en una familia que para sobrevivir necesita estar en silencio pues, cualquier ruido despertará a una criatura que puede cazarlos. En ese sentido, la cinta no presenta casi ninguno dialogo y se vuelve una suerte de oda de la narración visual innovando así el género del horror del cine.
3.- “A Star is Born” (Bradley Cooper)
No sé por qué el mundo se sigue sorprendiendo con el hecho de que Lady Gaga es una buena actriz, la mujer ya tiene un globo de Oro, sin embargo, creo que esa “sorpresa” le funciona de maravillas a “Star is Born” porque se relaciona a la artista con el personaje que interpreta en la película. Junto a Bradley Cooper, Gaga canta y encanta y Cooper tiene el mérito de revitalizar este remake por medio una dirección íntima. La película termina cautivando gracias a actuaciones solidas acompañadas de canciones sumamente emocionales.
2.- “Roma” (Alfonso Cuarón)
Más que una película, “Roma” es un retrato melancólico en blanco y negro de la infancia del director. Cuarón nos invita a conocer el barrio donde creció, un país políticamente convulso con protestas estudiantiles y a la trabajadora del hogar que fue el pegamento que sostuvo a su familia en medio de la separación de sus padres. De la obra maestra y personal de Cuarón se deslizan diferentes temas e interpretaciones; pero lo que más me gusta resalta es la forma en que ha transformado una historia sencilla en algo extraordinario simplemente por ser y sentirse genuina y realista.
1.- “Isle of dogs” (Wes Anderson)
El director Wes Anderson cuenta una historia simple sobre un grupo de perros exiliados en una isla a través de una animación stop-motion, su principal sello característico, y termina componiendo una suerte de carta de amor al mejor amigo del hombre. La estética de la película, los colores, los toques cómicos y sobre todo la ternura de los personajes producen simpatía y emoción. Debido trabajo meticuloso de Anderson, cada una de sus producciones son originales y especial, pero “Isle of Dogs” se siente un nivel por encima ya que logra ser melancólicamente mágica e increíblemente conmovedora.
Mención Honorable: “Paddington 2” (Paul King)
No será la mejor película del año, pero sí la más tierna. Pese a sus metidas de pata en periplo laboral para poder comprarle un regalo a su tía Lucy, Paddington nunca pierde la esperanza ni ese encanto particular que simplemente te alegra el día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario