El procurador antiterrorismo Julio Galindo ha decidido
denunciar una obra teatral "La Cautiva" por apología al terrorismo. ¿Pero por qué esta puesta en escena ha
causado tantos problemas?
"La cautiva" presenta la historia de María Josefa, una adolescente de 14 años, hija de dos terroristas de Sendero Luminoso, asesinada por las fuerzas del orden, y cuyo cadáver llega a la morgue de Ayacucho, donde debe ser alistado para más tarde ser violado por un general del Ejército y su tropa de soldados.
Para los que han visto la obra teatral saben que esta tiene
como objetivo final que se reflexione sobre el tema ¿Y a qué tema nos
referimos? No es solo uno, son varios pero en general es el terrorismo y sus consecuencias. Para comenzar, María Josefa, pese a ser
hija de dos terroristas, es una víctima más este “Guerra interna” terrorismo.
Los soldados que violarán a María Josefa, aunque suene difícil de procesar, son
también víctimas de una guerra a los que no estaban preparados ni
estratégicamente ni psicológicamente, una en la que no puedes reconocer a tu
enemigo porque se ve como los demás. Las personas que decidieron por alguna
razón unirse a Sendero Luminosos también son víctimas del estado, del gobierno
o al menos, eso es lo que se dicen así mismo, pues no reconocen que lo están
haciendo es malo. Para concluir, todos somos víctimas excepto las víctimas
reales, esas que no podrán ver una obra teatral, esas que ya no tienen una voz.
Según el Útero de Marita: "La Cautiva" de ningún modo es una apología del terrorismo,
sino una bellísima representación de lo que nos dirían los muertos del
conflicto si pudieran hablar.
Todos somos victimas
El problema es que el Perú aun no se reconcilia consigo mismo,
por eso hay varias versiones lo que sucedió en la época del terrorismo y como
esta es retratada en la televisión, las películas y las obras teatrales. Si
analizamos estas producciones podemos dividirlas en dos, las que se enfocan en
lo que los militares hicieron minimizando las acciones de los terroristas y los
que se enfocan en lo que los terroristas hicieron minimizando las acciones de
los militares. La Cautiva es acusada de apología al terrorismo porque critica
el modo en que los militares abusaron de las mujeres de los pueblos, de los
jóvenes, de todos. Es lo más se menciona en la obra. Militares malos.
Terroristas no tan malos como los militares.
20 años más tarde, los juicios contra los militares
continúan, mientras que los terroristas (que no se han arrepentido) terminan su
condena y vuelven a las calles.
Hay que enfocarnos en la televisión, puesto que las obras teatrales y el cine gozan de ciertas libertades, las producciones televisivas que han tocado el tema del terrorismo lo
han hecho con guantes de seda sin profundizar mucho en las heridas, sin ahondar
en la problemática, o mejor dicho, como algo que pasó, que solo vale la pena
mencionar. En "Grafitti", el remake de "Tribus de la calle", el padre del “Romeo”
es un ex militar que vive acosado por su pasado y la madre de “Julieta” cree que tuvo algo que ver con el asesinato de su esposo por allá en la década de los
80’s. Para simplificar las cosas, al final resulta que es inocente. No, él no
tuvo nada que ver con el tipo que mataron los demás militares y es que este era
un fragmento pequeño de una subhistoria para contar una historia que tiene que
ver con el amor ¿por qué arruinarlo con una lección histórica de los
enfrentamientos de los militares y los terroristas en un pueblo lejano?
Aunque tampoco deberíamos quejarnos mucho, el terrorismo es uno de los muchos temas pasan desapercibidos en las producciones.
El terrorismo en la televisión es muy blanco y negro. La formula es: Policías héroes - Terroristas malos. Pero nunca son retratados bien. Nadie se identifica
con los policías y militares porque sabemos de que pie cojean, porque los
héroes no existen en este país, porque Benedicto Jiménez, uno de los cerebros
que logró capturar a Guzmán, terminó como villano más, se pasó al lado oscuro y
¿por qué? Porque nos olvidamos de los matices. No necesitamos personajes perfectos, buenos o malos, los
necesitamos humanos, pero es difícil y no solo por el tema, sino porque el
peruano llega cansado a su casa, busca escaparse de su realidad, con esto no
estoy diciendo que sea tonto, solo que no busca estresarse más.
Al fondo Hay sitio es popular porque es una comedia, no necesitas ser un genio para comprenderla.
Necesitamos una “La Cautiva” televisiva
Los dramas televisivos no son populares aquí. Las novelas
sí… pero los dramas que requieren a un televidente atento a los detalles, con la mente abierta, dispuestos a realizar teorías. Y
no estamos diciendo que el tema del terrorismo no sea interesante porque lo es, es un capitulo oscuro de nuestra historia, pero es interesante. Abimael
Guzmán es un personaje rico psicológicamente hablando, es el mayor genocida
peruano y también un tipo cuyo cerebro es admirado por su ideología. Es el
mayor némesis peruano. Pero no necesitamos que alguien escriba sobre él y lo
convierta en un martil porque después de todo sigue siendo un asesino.
El rostro del terror: Abimael Guzmán, líder del movimiento terrorista Sendero Luminoso
Necesitamos una
historia con diálogos inteligentes que inviten a una reflexión y que sobre todo
muestre los dos lados de la historia. ¿Qué tal si los mostramos tal y como son?
Los terroristas y los militares hicieron la misma cantidad de mierda al país
que no es necesario que los endulcemos. La serie "The Affair" ganó el globo de
oro como mejor serie dramática y no lo hizo por su premisa que narra una
aventura extramatrimonial sino por cómo es presentada: dos perspectivas. Se
podría hacer los mismo, la perspectiva de un terrorista que cree que su
revolución es la solución y del militar que lucha una guerra en donde no
conocían a sus enemigos por lo que terminaba cometiendo atrocidades. ¿Quién vería una serie en donde los dos protagonistas son malos? Nadie, ¿verdad? O podríamos
irnos por la ruta de "The Leftovers", una serie que no se preocupa en presentar
la resolución de los misterios/problemas sino que se concentra en los personajes. Ahora que lo pienso, nosotros somos
como ese pueblo en el que se desenvuelve la serie, seguimos viviendo en la
paranoia de que el terrorismo (la desaparición) vuelva a suceder, pero
continuamos, como sea, continuamos. "The Leftovers" es una serie frustrante,
porque no hay ni un mínimo tono de felicidad, porque todos están dañados,
destrozados y siempre hay alguien que les recuerda que podría volver a suceder
así que tienen que estar alerta, pero no quieren estar alerta porque solo
quieren olvidar, así como nosotros.
"Los hicimos recordar"
Y es que tal vez no se pueda hacer algo así. No hay
un mensaje positivo que pueda dar una producción televisiva/teatral sobre el
terrorismo porque la sangre y la muerte no tiene sentido. Porque no hemos
ganado la guerra contra el terrorismo, porque aun la misma palabra “terrorismo”
causa miedo y pánico. ¿Y cómo dejas de tener miedo? Enfrentándolo. Eso es lo
que "La Cautiva hace" y eso es lo que deberíamos hacer todos mediante obras, producciones y todo que no nos hagan olvidar lo que pasó para que la historia no vuelva a repetirse.
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