"Fequency" fue una de las pocas series nuevas de la CW que logró captar mi atención, principalmente, porque se basaba en una película cuya propuesta era extraña lo que la hacía llamativa pues se trataba de la historia de un padre que se comunica con su hijo en el futuro mediante una radio. La CW decidió cambiar de genero al hijo, ahora era Raimy Sullivan (Peyton List) quien se comunica por medio de una radio con su padre Frank (Riley Smith) a quien no pudo conocer porque murió cuando trabajaba como policía en cubierto en los 90's.
La serie se insertarse más en el ámbito procedimental, ya que este fenómeno inexplicable permite que Raimy salve a Frank y cambie la realidad, pero en esta nueva realidad, la madre de Raimy, Julie, termina siendo asesinada por el asesino de Nightingale, lo que lleva a padre e hija a trabajar juntos para evitar que esto suceda. De modo que tenemos dos historias, una se desarrollaba en los 90's y en el 2016 y para diferenciar estos tiempos, había un tono más vintage en el pasado. La química entre los protagonistas, quienes la mayoría del tiempo solo hablaban por radio, era uno de los puntos más destacables de los episodios, pues, pasamos de la incomodidad a casi una relación basada en la admiración paternal. En ese sentido, la composición y la historia era suficientemente raro como para darle un chance y el primer capítulo, si bien no era perfecto, lograba su cometido de engancharte y te invitaba a ver el siguiente capítulo, un ritmo que continuó hasta el cuarto episodio, ya que a partir de entonces, sin ver la película, era fácilmente adivinar los siguientes pasos, la serie se volvió repetitiva y los pocos troopers que se quedaron hasta el final, bueno, digamos que son los que en realidad merecen todo el crédito. ¿Pero por qué "Frequency" no funcionó?
El potencial se desgastó demasiado rápido
¿Recuerdan a "Awake"? Se trataba de una serie donde el detective Michael Britten (Jason Isaacs) vivía dos realidades tras un accidente vehicular, en una realidad su hijo vivía mientras su esposa no y en la otra, su esposa era la sobreviviente y su hijo no, entonces, el pobre hombre no sabía cual era la verdad. "Awake" también fue un trama policial y para resolver los casos, Britten se apoyaba en ambas realidades. ¿Cuál fue el problema de "Awake"? Pese a que las dos realidades se diferenciaban por los tonos, verde y rojo, se volvió confusa muy rápidamente. Uno realmente tenía que prestar atención completamente a los detalles ya que los personajes de una realidad se presentaban en la otra, con diferente historia por supuesto, pero igual aun llevando una lista de qué personaje pertenece a tal realidad, en algún momento, el espectador se perdía con demasiada información.
"Frequency" tiene un problema similar, los personajes del pasado eran parte del presente - con un maquillaje no muy natural que digamos - y sus historias iban cambiando porque Frank y Raimy cambiaban la historia continuamente. A esto hay que sumarle que cada vez que cambiaban la realidad del presente, Raimy tenía las memorias de este cambio y si ella terminaba media mareada, también el espectador. Podemos considerar que ambas series, "Frequency" y "Awake", son procedimentales con elementos fantásticos de realidades paralelas y eso era lo que las hacía especial pero al mismo tiempo era su talón de Aquiles, pues, desgastaron rápidamente ese potencial; esa cosa rara que llamaba la atención no daba para más de 10 capítulos. En "Awake", el protagonista descubre una conspiración que es la razón por la cuál está atrapado en dos realidades, pero esta conspiración pudo haber sido fácilmente ejecutada en solo 8 episodios y no en los 13 que tuvo en donde la historia se fue alargando, por lo que terminó por perder a gran parte de su audiencia.
Por su lado, aunque suene increíble, los 13 episodios de "Frequency" fueron demasiados para su historia porque el único objetivo de la serie era que Raimy rescate a su madre y recupere su vida. Entonces, fácilmente pudo ahorrarse un par de historias innecesarias (como el triangulo amoroso de Raymi y el enemigo de Frank). Netflix ya ha probado que puedes contar una buena historia con solo 8 episodios, lo ha hecho con "Stranger Things" y "The OA", y si le quitamos un par de tramas de más a "Frequency", 8 episodios hubiera sido más que suficiente.
Un final con un cliffhangher
Lo que más me frustra de "Frequency" es que tenía que haberse dado cuenta que no estaba funcionando, el rating no lo ayudaba, "Frequency" no destacaba en ninguna página web especializada, y pese a esto, decidieron acabar con un cliffhanger, un cliffhanger melancólico, pero igual un cliffhanger. Después de descubrir quien es el verdadero asesino, Frank logra salvar a su familia y en el 2016, Raimy se encuentra con su madre en su fiesta de compromiso. En los segundos finales, el asesino aparece en la puerta de la casa como vigilando, quizás, esperando el momento ideal para atacar.
Mi problema con el final es que volvemos al mismo lugar del primer episodio, solo que con un asesino al asecho, Raimy es "obtiene" lo que quiere y Frank igual muere en un accidente de tránsito y no llega a ver a su hija comprometida y feliz (bueno, lo feliz que Raimy puede ser). Lo peor es que no solo es un final injusto, porque el corazón de la serie es la relación padre e hija y no es una relación que hemos visto en el presente, sino que no hay resolución en lo absoluto. "Frequency" es una adaptación de una película y supo retratar bien la dinámica padre e hija, así que no entiendo por qué no calcar el final de la película donde todos son felices con Frank en el presente. Más que una serie, "Frencuency" debió ser una miniserie, su historia no daba para varias temporada, vamos, ni si quiera dio para 13 episodios. Finalmente, creo que la lección más importante es que si sabes que lo más probable es que te vayan a cancelar, cierra tu maldita historia bien, nada de cliffhanger.
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