Hoy es el final de temporada de una serie que llamó mi
atención recién la semana pasada, hablo de "Political Animals", una miniserie
protagonizada por Sigourney Weaver y Carla Gugino que ha recibido criticas divididas, pero contiene una mirada político muy particular. Incluso se dice por lo bajo que está inspirado en parte de la vida de
Hilary Clinton y también en los Kennedys.
"El poder en la familia" con ese eslogan Political Animals se introdujo en la programación estadounidense.
La dama de hierro con un corazón de oro
En el programa, Weaver le da vida a Elaine Barrish, la
primera dama que se mantuvo con su esposo, Bud Hammond, durante sus dos
gobiernos pese a las múltiples aventuras que el mandatario sostenía con
cualquier falda que se le cruzara. Luego de los gobiernos de su
esposo y con el apoyo de él mismo, Elaine se lanzó a las elecciones primarias
democráticas política perdiendo contra Paul Garcetti. Es entonces que decide dejar a Bud, recibiendo el cariño y apoyo incondicional de América, que
inesperadamente comienza apreciarla y poco después, el presidente la nombraría
la Secretaria del Estado convirtiéndose en la mujer más poderosa del país.
De primera dama a Secretaria de Estado. Las similitudes con Hillary Clinton son demasiadas como para disimularlas.
Típico de los americanos, la serie resalta los principios de
Elaine junto a su patriótico esmero en hacer lo mejor para el país mediante el
camino correcto aunque esto suene más utópico e inverosímil. Pero la vida de
Elaine no es perfecta y está lejos de ser tranquila, no solo tiene que lidiar
con ajetreados problemas del pueblo americano si no con los de su familia, además, la Secretaria de Estado también
quiere volver a postular, pero es consciente que postularse encontrar de su jefe
sería casi un suicidio político sobre todo porque aun trabaja para él.
El poder de la familia
Por supuesto, para que el drama esté completo hay que
conocer a la familia, Douglas (Jimmy Wolk) es el hijo perfecto que trabaja con su madre en
la Secretaria del Gobierno y su hermano gemelo, TJ (Sebastian Stan), es la oveja negra de la
familia, adicto y homosexual con demasiados demonios en su cabeza. Ya sabemos
que Bud es un mujeriego empedernido y la mamá de Elaine, Margaret tiene un
problema con el alcohol, a eso debemos agregarle a Anne Ogami, prometida de
Douglar que sufre de una bulimina evidente.
La familia Hammond en todo su esplendor.
En esta familia, Elaine se desenvuelve con la misma actitud
que en su puesto de trabajo, con buenas intensiones que no siempre son apreciadas.
En el lado de los hermanos, no hay una rivalidad marcada como la que tuvo Robert y Jack
Kennedy, todo lo contrario, hay una complicidad, pero eso quizás sea porque TJ
no quiere nada que ver con la política mientras que Douglas tiene las ansias de
poder en sus venas. Aunque en primera instancia es Doug quien se opone a la futura candidatura de su madre, pero después asume el rol de jefe de campaña.
Caís versus Abel, aunque aun no se sabe a ciencia cierta quién es quién.
El lado “blando” del periodismo
"Political Animals" también ahonda en la vida de una
periodista política llamada Susan Berg, interpretada por Carla Gugino, una mujer está obsesionada con Elaine Barrish. Tal vez “obsesionada” no sea la palabra,
¿curiosa? ¿Intrigada? ¿anonadada? … La verdad es que hasta el momento, los motivos de Susan
no están claros, por un lado admira la tenacidad de Barrish y por otro, no entiende
cómo es que pudo quedarse con su marido después de tantas infidelidades. Del
mismo modo que con Elaine, las virtudes de Susan son explotadas mostrándola
como una fiel seguidora del viejo periodismo, siempre detrás de una historia.
¿La epitome del Periodismo? Carla Gugino vuelve a la televisión después de un breve paso por Californication.
Susan ha conseguido colarse en la vida de Elaine, ganándose
todas las exclusivas de la Casa Blanca y hasta podría decirse que se ha vuelto
su cómplice pero también, es una de las pocas personas que puede destruir a
Barrish con sus publicaciones. Cabe destacar que Berg fue la primera columnista
que se atrevió a escribir sobre las aventuras del Presidente Barrish,
criticando fuertemente a Elaine por quedarse con su esposo. De nuevo, Susan exuda una
moralidad y perfeccionismo en lo que representa ser una buena reportera.
Sexo, drogas y política
La USA Network ha dado un gran paso, "Political Animals" no es
la típica serie dramática/política, sí claro se vuelve a exaltar la ideología y patriotismo americano pero también se muestra el lado “oscuro”. A diferencia de "The West Wing", aquí tenemos una vista amplia de la decadencia dentro de la
familia Barrish. La historia de TJ como el primer hijo de un presidente
abiertamente homosexual y con problemas de drogas le aporta una suerte de
realismo fatídico a la vida de Elaine. Hasta los ricos sufren de adicciones y
tampoco son capaces de superarlo. Como dice Margaret, ya conocemos el fin de
TJ… pobrablemente morirá de sobredosis uno de estos días.
Sebastian Stan, a quien vimos en Once Upon a Time como el "Sombrero Loco", ahora le da vida a TJ Hammond, un adicto/suicida en potencia.
Por otro lado, el sexo está tan presente que podríamos
considerarlo como otro personaje más. Aquí todos parecen acostarse con todos.
Comenzando con Bud que si pudiera se tiraría a la mesa, lo haría y en el
penúltimo episodio, Susan se acostó con Dougiee. No olvidemos que Elaine
también ha tenido acción. Tampoco podemos ignorar que su posición como mujer le
da muchas desventajas en el mundo político pero la Secretaria de Estado usa su
inteligencia más el toque encantador femenino para salirse con la suya.
Calificando Political Animals
Desde el piloto, "Political Animals" es una serie que
engancha. En solo una semana me he terminado casi toda la temporada así que mi
calificación es 8/10. Vuelvo a resaltar que el nacionalismo gringo está por
todos lados, pero los que vemos la política desde lejos sabemos que en realidad
son muy pocos los que ponen adelante el beneficio del país y atrás el crecimiento
personal. Aquí EEUU es el mejor país del mundo, con pequeñas casi diminutas
fallas, incluso tan solidarios que quieren ayudar a China o Siria pese a sus
conflictos. Sea creíble o no… todo puede suceder en la ficción, hasta un
gobierno sin corrupción.
Hasta el presidente actual y el ex presidente se insultan sin rodeos en plena reunión.
Asimismo, la actuación de Sigourney Weaver fenomenal. El resto del elenco también es de
lujo, desde Carla Gugino hasta Adriam Pasdar. El ex "Heroe" vuelve a la casa
Blanca como alguna vez lo soñó Nathan Petrelli. Definitivamente, "Political
Animals" nos muestra una política apasionante, llena de juegos diplomáticos y
personajes con ideales inquebrables que se humanizan por sus constantes
errores. Intrigante, interesante y sobre todo revolucionador, "Political Animals" podría volver a poner de moda a las series netamente políticas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario