domingo, 2 de agosto de 2020

#PalmSprings: Cuando Nyles quedó atrapado en un bucle con Sarah

A inicios del año, hace ya un siglo, una comedia producida por The Lonely Islands se convirtió en una de las favoritas del festival de Sundance. Las argucias del destino hicieron que “Palm Springs”, que gira alrededor de dos personas atrapadas en un bucle de tiempo en un escenario de pesadilla: una boda en Palm Springs, terminara alcanzando y maravillando a más personas en el mundo luego que fuera estrenada por medio de la plataforma streaming de Hulu en vez del cine, como estaba planeado. El timing de la película fue precisa, pues, llegó en un momento extrañamente común, justo se levantaba la cuarentena en varios países, y se entraba a una nueva normalidad, como escapando de ese bucle de tiempo que significó el confinamiento para muchos.




 “Palm Spring” del director Max Barbakow es una comedia romántica en donde destaca el humor físico de Andy Samberg acompañado de una interpretación encantadora de Cristin Millioti. Si ya has visto “El día de la marmota” o cualquier otra producción que implique estar atrapado en un bucle temporal, ya estás familiarizado con el principal objetivo de los protagonistas: encontrar un modo de salir del bucle. En ese sentido, “Palm Springs” no está descubriendo la fórmula, pero sí encuentra un modo, a través de su historia, de ir más allá de la ciencia ficción tocando temas como la soledad y la autodestrucción sin dejar de ser divertida y hasta oscura; hay mucha muerte violenta en “Palm Spring” a lo “Russian Doll”. 




El filme se sostiene por completo gracias a Millioti y Samberg. La química que comparten es fenomenal y los personajes que encarnan se sienten cercanos. Pese a que la película fue escrita y pensada para un mundo antes de la pandemia, el tiempo de la cinta ha hecho que nos identifiquemos de manera más personal con sus protagonistas ya que nosotros mismos hemos sido el relajado Nyles, que acepta la tortura de vivir en un ciclo que no puede romper o la tensa Sarah, torturándonos con los errores pasado,  mientras duró la cuarentena que de por sí sola se ha sentido como un loop interminable lleno de noticias que empeoraban cada día. Mediante diálogos inteligentes se revelan que Nyles ha intentado buscar una manera de romper el bucle tantas veces que al final se ha conformado siguiendo el bucle adoptando una filosofía en la que nada importa. El enamoramiento de Nyles y Sarah es cínicamente tierno y predecible, muy a lo “Cuando Harry conoció a Sally”, pero igual se deja disfrutar bastante sobre todo por la complicidad de ambos para ejecutar extensas bromas a los demás o para conocerse en un plano íntimo.



Otro que se roba el show es J. K. Simmons, quien aprovechando esa imagen que linda entre lo estrambótico y lo aterrador, hace de Roy, el némesis de Nyles, responsable de que su atascamiento en el bucle. La escena más graciosa de la película involucra a Sarah atropellando a Roy de una manera cruel, pero la escena rápidamente se vuelve sádica cuando Nyles le recuerda a Sarah que, aunque no pueden morir, sí sienten dolor. También es gracioso ver de nuevo a Peter Gallagher, el recordado Sandy Cohen en “The OC”, en su rol clásico de padre amoroso. 



 Rompiendo el bucle 

 En este tipo de filmes siempre hay una forma de salir del bucle. Generalmente; la solución tiene que ver con una epifanía o con una elección correcta. “Palm Springs” se va por el lado práctico. Luego de la pelea más fuerte de Sarah y Nyles, ella se pone pilas e investiga los bucles del tiempo estudiando física y conversando con profesores especialistas en el tema. De ese modo, logra elaborar una hipotesis sobre una posible salida y la pone en práctica experimentando con una cabra. Evitando el cliché de la damisela que necesita ser rescatada, Sarah es la que resuelve el problema, pero aún está huyendo de sus problemas personales y también está evitando a Nyles. Mientras tanto Nyles descubre que la razón por la cual Sarah odia el bucle es porque todos los días se despierta en el cuarto de Abe (Tyler Hoechlin), el novio de su hermana, tras haber pasado la noche con él justo el día anterior a la boda. A Hoechlin le sale perfecto el rol de sin verguenza añiñado incluso en un personaje tan antipático.



 Cuando Sarah se reencuentra con Nyles y le comenta que ha encontrado una forma de salir del loop, Nyles le pide que se quede junto a él, pero Sarah no quiere. En ese periodo de investigación, Sarah también ha hecho una reflexión sobre su vida y si bien no la ha arreglado, sabe que tendrá que afrontar sus problemas y encontrar una solución, así como lo hizo con el propio bucle. Por su lado, Nyles continuando en su estado conformista no quiere seguir adelante y prefiere quedarse en el loop, pero al final, entiende que tiene que hacerlo porque seguir adelante es parte de la vida y porque quiere estar con Sarah. Lo genial de la película es que el final es cerrado: Sarah y Nyles logran escapar del bucle juntos. Sin embargo, la película sí deja ciertas pistas de las cuales se pueden deslizar algunas teorías como la posibilidad de que la abuela también esté atrapada en el bucle. En fin, no creo que haya otra comedia de destrone a “Palm Spring” como la mejor comedia del año. Muy pocas producciones podrán emular su ingenio y originalidad, además, paradójicamente, calza en una época de transición hacia una nueva normalidad después de meses atrapados en casa con un mensaje muy claro sobre la vida; hay que seguir adelante y enfrentar los problemas cuando vengan.


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